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RAÍCHALI

Mujeres rarámuri de la Sierra Tarahumara venden cubrebocas hechos a mano para enfrentar la crisis

25/06/2020 - 10:15 pm

A un mes de que comenzaron con esta iniciativa, han recibido pedidos dentro y fuera del estado, y una de sus primeras ventas por lote fue de la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM) en Sinaloa, institución que les solicitó 100 cubrebocas.

Mogótavo, Urique, 25 de junio (Raíchali).- En lo alto de las Barrancas del Cobre, en la comunidad de Mogótavo, un grupo de mujeres rarámuri cosen a mano decenas de cubrebocas de colores y flores.

Algunos llevan en los bordes símbolos de su cosmovisión, otros son lisos y de doble vista, pero todos cumplen con la misma función: proteger del coronavirus a quien los utilice.

En esta región de la Sierra Tarahumara, la venta de artesanías es una de las principales fuentes de ingreso para las familias indígenas que, en marzo de este año, nunca pensaron que se enfrentarían a una contingencia sanitaria que afectaría su vida comunitaria y su economía.

Preocupadas por la amenaza de esta enfermedad que en Chihuahua ha cobrado la vida de 594 personas, el grupo de costura Mukí Súmi (Mujer que hila o mujer que cose en lengua rarámuri), se reunió como cada viernes a platicar cómo harían frente a la contingencia.

Para ellas, los cubrebocas llegaron como una forma de colaborar “hacia afuera” en un momento de crisis social. Contaban con material y consiguieron un apoyo monetario para pagar la mano de obra de su trabajo, por lo que decidieron confeccionar cubrebocas para donarlos al personal médico del hospital Dr. Ramírez Topete, en Cuauhtémoc.

Juana y Jesús. Foto: Adriana Esquivel, Raíchali.
Felicitas y Rosario. Foto: Adriana Esquivel, Raíchali.
Emilia. Foto: Adriana Esquivel, Raíchali.

Aunque en un principio su intención no fue vender los cubrebocas, en Facebook se compartieron sus diseños y los pedidos comenzaron a llegar, por lo que buscaron un precio que les permitiera obtener una ganancia para todas.

“Yo me siento contenta, orgullosa (de ayudar). Nos gusta coser, lo hacemos siempre, y aquí, cuando nos juntamos, platicamos y nos reímos mucho”, comentó María Felícitas Lechuga Batista, costurera de 27 años que desde el año pasado forma parte del grupo.

La comunidad de Mogótavo es conocida por la defensa de su territorio ancestral, del cual los han intentado despojar para el desarrollo de proyectos turísticos, por lo que cada prenda que realizan las mujeres de Mukí Súmi, representa resistencia y forma parte de su lucha por el reconocimiento de la titularidad de sus tierras.

Cada cubrebocas tiene diseño quirúrgico y cuenta con tres capas de tela. Su precio es de 40 pesos y se pueden adquirir en Mukí Súmi, la página oficial del grupo en donde también hay información sobre sus actividades y los diferentes tipos de prendas que confeccionan.

Su elaboración puede tardar entre dos y tres horas según el detalle que lleve el cubrebocas. En el tiempo influye que, al contar con tres capas de tela, es más difícil de coser a mano, explicó Felícitas.

Mukí Súmi (Mujer que hila o mujer que cose en lengua rarámuri). Foto: Adriana Esquivel, Raíchali.

APRENDER EN LA CRISIS. RUFINA 

En Mogótavo se enteraron de la presencia del virus por la información que recibían de sus autoridades y por el cierre de los atractivos turísticos. Para prevenir riesgos, también decidieron suspender su celebración de Semana Santa.

Tomaron distancia mientras les fue posible, pero la falta de visitantes obligó a varias familias a dejar la comunidad para trabajar en los campos de Rubio y Cuauhtémoc.

La artesana rarámuri comentó que para realizar los primeros diseños tomaron las medidas de los cubrebocas que utilizan los médicos. Hicieron las primeras pruebas con colores lisos y sin detalles triangulares, pero, no tardaron en plasmar en cada uno su sello.

Las combinaciones de colores y los detalles son decisión de cada costurera. “A mí me gusta que los cubrebocas queden bien dientones”, comentó en tono de broma Emilia, mientras mostraba el primer cubrebocas que hizo en color negro y con detalles amarillos en los bordes.

Hoy, la venta de los cubrebocas les ha dado una nueva oportunidad para sobrellevar la baja de ventas, ya que de 600 turistas que acudían diariamente a las Barrancas del Cobre en temporada baja, apenas llegan 40 personas. Cuando terminan el trabajo, los cubrebocas se lavan y empaquetan para su entrega

PERLA Y ROSARIO AYUDAN EN LA ADMINISTRACIÓN DE MÚKI SUMI 
Múki Súmi forma parte de Awé Tibúame, una a.c. que busca el desarrollo integral de la comunidad y la defender su cultura rarámuri, medio ambiente y territorio.

La comunidad de Mogótavo es conocida por la defensa de su territorio ancestral, del cual los han intentado despojar para el desarrollo de proyectos turísticos, por lo que cada prenda que realizan las mujeres de Mukí Súmi. Foto: Adriana Esquivel, Raíchali.

La contingencia también les ha permitido aumentar el número de integrantes, pues de las 10 costureras que acudían cuando nació el grupo en 2018, de marzo a la fecha, se han sumado 20 mujeres.

A un mes de que comenzaron con esta iniciativa, han recibido pedidos dentro y fuera del estado, y una de sus primeras ventas por lote fue de la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM) en Sinaloa, institución que les solicitó 100 cubrebocas.

Hoy, la venta de los cubrebocas les ha dado una nueva oportunidad para sobrellevar la baja de ventas, ya que de 600 turistas que acudían diariamente a las Barrancas del Cobre en temporada baja, apenas llegan 40 personas. Foto: Adriana Esquivel, Raíchali.
Hoy, la venta de los cubrebocas les ha dado una nueva oportunidad para sobrellevar la baja de ventas, ya que de 600 turistas que acudían diariamente a las Barrancas del Cobre en temporada baja, apenas llegan 40 personas. Foto: Adriana Esquivel, Raíchali.

“Aquí no hicimos nada por en Semana Santa (por el coronavirus) y nos sentimos tristes. Mucha gente se tuvo que ir a trabajar a Rubio, a Cuauhtémoc, a La Junta, pero no había ni camiones… está difícil y dicen que el virus ya se va a quedar, pero (los cubrebocas) se van a necesitar”, comentó Rosario, quien ayuda en la organización y administración del grupo.

Además de cubrebocas, las costureras elaboran cortinas, fundas para almohadas, sábanas, tortilleros, trajes tradicionales, gorros, bolsas, manteles, cuyos precios los designan entre todas para que sea justo según el trabajo que represente.

¿Te interesa adquirir un cubrebocas o algún diseño de de Mukí Súmi? Contáctalas aquí para realizar tu pedido. Los precios van de 35 a 40 pesos según el diseño para adultos y a 25 los de niños y niñas. En su página de Facebook (muki.sumi.771) puedes conocer más sobre las otras prendas que confeccionan.

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