A siete meses del impacto del huracán los familiares están sufriendo económicamente porque por un lado no les han pagado las indemnizaciones y por otro no pueden cobrar la pensión porque aún no concluye el trámite de la declaración de presunción de ausencia y el acta de defunción.
Por Ramón Gracida Gómez
Acapulco, 25 de mayo (ElSur).– Este sábado se cumplen siete meses del impacto del huracán "Otis" y el Gobierno no ha removido las embarcaciones para buscar a los marineros desaparecidos argumentando que no tienen la autorización de los dueños y las aseguradoras, y una familiar denunció que Marina Acapulco, epicentro del desastre, ya va a construir un muelle encima de los restos.
Al igual que ella, la mayoría de los familiares está sufriendo económicamente porque los dueños de las embarcaciones no han querido pagar las indemnizaciones conforme a la ley, y no pueden cobrar la pensión porque aún no concluye el trámite de la declaración de presunción de ausencia y el acta de defunción.
En su caso, precisó bajo condición de anonimato, ya no tiene acceso a los servicios de salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que le corresponde porque su esposo contaba con esta prestación laboral, pero le fue negado en una visita de hace unos 15 días con sus dos hijos menores de edad a la clínica 26 de la colonia Emiliano Zapata, lo que significa que su esposo ya fue dado de baja.
En una reunión de hace algunas semanas en la Base Naval, un representante del IMSS de nombre Héctor Zurita se comprometió a mantener el servicio de salud a los familiares mientras se resuelve la situación de la pensión, y el funcionario no ha regresado y los integrantes de la Secretaría de Marina (Semar) dicen que “no pueden hacer nada ya que no es su área y que ya invitaron al IMSS a las reuniones y no han acudido”.
El único acuerdo que se ha cumplido con funcionarios federales es con la Secretaría de Trabajo, que lleva los juicios correspondientes para tramitar el acta de defunción, necesaria para recibir la pensión y que se obtiene después de la declaración de presunción de ausencia, puntualizó la familiar consultada por El Sur y que tuvo una audiencia por ello el 11 de abril.
Añadió que los familiares no han recibido ningún apoyo económico de parte del gobierno federal pese a que los marineros murieron trabajando en un desastre natural y en su caso le urge porque está viviendo una situación económica “muy difícil” con dos hijos pequeños y sin un empleo fijo; quiso ser beneficiaria de las contrataciones que dio a conocer la Semar en marzo pasado, pero no cumplió con los requisitos y sólo quedaron unos días.
Dijo que es “desalentador” que no se ha legislado a raíz de "Otis" y “van a seguir dejando que patrones tenga a trabajadores en embarcaciones en tormentas y huracanes, Capitanía de Puerto seguirá permitiendo que marinos estén laborando en una embarcación sin seguro social, algunos sin libreta de mar”.
Señaló que la mayoría de los dueños de las embarcaciones hundidas quieren pagar un monto menor a lo que les corresponde por ley y en su caso está actualmente negociando la indemnización, aunque podría seguir la ruta legal.
“Estamos solicitando el apoyo del gobierno para asesoría en las negociaciones y que de alguna manera el patrón se sienta más comprometido a dar lo que corresponde, pero pues vamos a ver si hay apoyo en ese tema”.
“Aunque hay familias que ya no quieren un pleito legal o que están llegando a acuerdos, ahí cada situación será diferente pues algunos patrones no se están prestando a negociar, pues algunos quieren liquidar con muy poco dinero, por eso la mayoría estamos esperando a tener los trámites legales correspondientes”, agregó.
Informó que las búsquedas de los cuerpos siguen sin resultados positivos y el capitán de puerto en Acapulco, Gamaliel Reyes Ramírez, sólo les dice a los familiares que continúan las reuniones con las aseguradoras y los dueños de los yates para que limpien los restos de las embarcaciones hundidas, “pero que no pueden obligarlos”.
“Vemos que Capitanía de Puerto pues nada más hace omisiones, no saben cuántas embarcaciones había, ni qué tripulantes, llevamos insistiendo que levante un muelle en Marina Acapulco para que busquen y apenas están haciendo y platicando con los encargados para ver si lo hacen”.
“De hecho en Marina Acapulco se cayeron unas piedras y se ven restos debajo y ellos van construir un muelle encima, hay la posibilidad de que tal vez debajo haya restos, pero Capitanía dice que las piedras están muy pesadas”, añadió la familiar.
El 16 de noviembre un cadáver fue encontrado en medio de los escombros de la Marina Acapulco, que se ubica a un costado del condominio Los Cocos, y que correspondió al tripulante del yate Sir Lady, José Ángel Gil Murga.
El día 28 del mismo mes fue localizado otro cadáver en la misma marina tras la remoción de escombros por una grúa pagada por una familia que busca a sus desaparecidos, y que fue identificado como Felipe Castro de la Paz, capitán del Acarey.
El último hallazgo de un marinero ocurrió el 3 de diciembre en Punta Bruja, era el capitán de la embarcación Vida, Mauricio Adrián Bibiano Ochoa, y fue entregado a sus familiares nueve días después.
El 15 de abril, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, y el nuncio apostólico, Joseph Spiteri, lanzaron una ofrenda floral por los marineros desaparecidos en la Virgen de los Mares y el Club de Yates, donde aún se ven muchos yates de grandes dimensiones hundidos.
El hermano de Abigail Andrade Rodríguez, la desaparecida hostess del yate Litos, Enrique Andrade Rodríguez, declaró ese día que hay dueños de embarcaciones hundidas que no han apoyado a los familiares desde el principio de la tragedia del huracán "Otis".
Oficialmente son 52 personas fallecidas y 32 desaparecidas por el meteoro del 25 de octubre, 27 de ellas corresponden a marineros y cinco son vecinos de distintas colonias, uno de la 20 de Noviembre, tres de Nueva Era y una de El Pedregoso, arrastrados por las piedras y tierra que destruyeron sus casas.
Además de los marineros de yates privados, sigue extraviado el integrante de la Semar, Osvel Rogelio Melo Ayala, quien se encontraba esa noche en una draga que estaba cerca de la Base Naval con seis compañeros más, tres murieron y tres sobrevivieron.