Tuluá vivió hoy momentos muy tensos con enfrentamientos entre la fuerza pública y grupos de protestantes y episodios de caos urbano, en una nueva jornada de las protestas que se suceden en todo el país desde el 28 de abril y que dejan 43 muertos.
Bogotá, 25 de mayo (EFE).- El Palacio de Justicia de la ciudad de Tuluá, en el suroeste de Colombia, fue incendiado este martes, después de una jornada de protestas que acabaron en fuertes disturbios y violencia.
Según informes y videos difundidos por la Policía, las llamas han arrasado buena parte del tejado y el segundo piso de la institución judicial de esta ciudad, ubicada en el departamento del Valle del Cauca, 94 kilómetros al norte de Cali, la capital regional.
"Ataques como los de esta noche en Tuluá dejan de ser vandálicos y se convierten en actos terroristas. La protesta pacífica es legítima, la violencia es delito", consideró el ministro de Justicia colombiano, Wilson Ruiz, quien condenó el ataque.
Se desconoce aún quién o quiénes están detrás del incendio que los bomberos intentan apagar, aunque su llegada fue dificultada por la situación de descontrol que reina en la zona y por un grupo de gente que, entre arengas y con el rostro cubierto, se encontraba en las inmediaciones del Palacio.
Tuluá vivió hoy momentos muy tensos con enfrentamientos entre la fuerza pública y grupos de protestantes y episodios de caos urbano, en una nueva jornada de las protestas que se suceden en todo el país desde el 28 de abril y que dejan 43 muertos.
Cali y la región del Valle del Cauca y el vecino Cauca, muy afectado por la violencia de grupos armados y la pobreza y el desempleo, han sido el epicentro de gran parte de este malestar social que se ha evidenciado en las protestas.
También allí se han producido los mayores actos de violencia, denuncias de saqueos y destrucción de inmobiliario urbano por parte de algunas personas, y uso desmedido de la fuerza por parte de la Policía.
CUATRO MUERTOS
Estos hechos se producen después de que este lunes se denunciara la muerte de cuatro jóvenes, uno de ellos menor de edad, en esta misma ciudad con heridas de arma blanca y cortopunzante.
Según el Instituto de Estudios para la Paz (Indepaz), dos de las víctimas habían sido reportadas como desaparecidas el pasado domingo cuando se dirigían de un caserío vecino a la zona urbana.
Indepaz dijo además que la comunidad denuncia que circulan en los últimos días panfletos amenazando a quienes taponan las vías, ya que en el departamento del Valle del Cauca y en las carreteras que conectan con Cali es donde se están viviendo los bloqueos más fuertes y prolongados desde el comienzo de las protestas.
Medios locales informaron de enfrentamientos entre los manifestantes que bloquean el acceso en las carreteras con habitantes, enojados con este tipo de protesta, en varias zonas cercanas a Cali.
En las zonas rurales de Tuluá hay presencia de grupos armados como disidencias de la extinta guerrilla de las FARC, el Clan del Golfo (la mayor banda criminal de Colombia) o las paramilitares Águilas Negras, y la Defensoría del Pueblo ha alertado del riesgo de más violencia por las acciones se esos grupos.