Los megaraptores fueron un grupo de extraordinarios cazadores que habitaron Sudamérica, Asia y Australia durante el Cretácico. Estos predadores se caracterizaban por un esqueleto esbelto y liviano, una cola larga empleada seguramente como timón, y unas patas largas y poderosas capaces de dar pasos largos durante la carrera.
Madrid, 25 de mayo (Europa Press).- Restos fósiles de un enorme carnívoro perteneciente a una familia de dinosaurios llamada Megaraptoridae, cuyas garras alcanzan los 35 centímetros de longitud, han sido excavados en el sur de Argentina por paleontólogos japoneses y argentinos.
El hallazgo fue el resultado de una campaña de un mes de trabajo desarrollada por decenas de investigadores liderados por el MACN (Museo Argentino de Ciencias Naturales). El hallazgo se produjo en la Estancia La Anita, al suroeste de la Provincia de Santa Cruz, en donde afloran sedimentos de 70 millones de años de edad.
Los megaraptores fueron un grupo de extraordinarios cazadores que habitaron Sudamérica, Asia y Australia durante el Cretácico. Estos predadores se caracterizaban por un esqueleto esbelto y liviano, una cola larga empleada seguramente como timón, y unas patas largas y poderosas capaces de dar pasos largos durante la carrera. Sin embargo, lo más sorprendente de los megaraptores eran sus enormes brazos. Un dinosaurio de 10 metros y garras de 35 centímetros, excavado en Argentina.
Los mismos eran largos y estaban rematados en unas garras de unos 35 centímetros de longitud. Ésto, sumado al enorme desarrollo de inserciones musculares y los amplios rangos de movimientos entre ciertos elementos del brazo, indican que eran los brazos la principal arma de estos dinosaurios durante la cacería y no sus mandíbulas como ocurre en el famoso Velociraptor o el Tyrannosaurus rex.
Probablemente los megaraptores no hallan predado sobre los Saurópodos (dinosaurios herbívoros cuadrúpedos de cuello largo), sino más bien sobre otro grupo de herbívoros más pequeños llamados Ornitópodos. Estos pequeños animalitos bípedos, de esqueletos agiles y con hábitos sociales (debido a que se han encontrado numerosos individuos juntos), son hasta ahora, las presas potenciales para los megaraptores, algo así como las gacelas y los cheetas de la sabana africana.
A su vez, los hallazgos paleontológicos han apoyado esto, debido a que es frecuente encontrar a ambos tipos de dinosaurios en una misma formación. En la Estancia La Anita, se excavaron los restos de una nueva especie de megaraptórido, el cuál convivio con el ya conocido Isasicursor, un ornitópodo presentado en el MACN a fines del año pasado.
Esta nueva especie de carnívoro representa una de las más grandes para la familia, debido a que habría alcanzado los 10 metros de largo, pero a su vez, representa también uno de los registros más modernos. Esto implica que los megaraptores conformaban un elemento de los ecosistemas durante finales de la Era de los Dinosaurios, algo hasta ahora desconocido, según un comunicado del MACN.
Ahora podemos saber que, bajo enormes coníferas y plantas con flor (Angiospermas) y de entre las patas de un colosal saurópodo y ahuyentando a su paso aves y pequeños mamíferos, un enorme carnívoro se largaba a la carrera tratando de alcanzar una familia de isasicursors, tratando de proveerse así de su presa del día, según el comunicado del MACN.