En su opinión, en España “hay una suerte de sensualidad en el aire, en todas partes, sin olvidar la calidez de la gente, hay mucha belleza y mucha diversidad”.
Por Irene Dalmases.
Barcelona, 25 may (EFE).- Enamorada de España, de su gente, su arquitectura y, especialmente, su gastronomía, Lisa Joy, creadora de la serie de HBO Westworld, junto a su esposo Jonathan Nolan, tenía claro que algún día rodaría en algún lugar del país, lo que acaba de ocurrir en el municipio Besalú.
A punto de partir a Estados Unidos, tras una semana de rodaje de la tercera temporada de Westworld en esa localidad, Joy, que también es productora ejecutiva, habló con Efe de lo que verá el espectador en 2020, pero sin desvelar ninguna clave, más allá de aseverar que aparecerá “un nuevo mundo, con una arquitectura muy bonita, con la que los españoles estáis muy familiarizados”.
A la vez, mostró su satisfacción por poder contar con el actor Aaron Paul, conocido por su papel de Jesse Pinkman en Breaking Bad, como uno de los personajes principales de los nuevos capítulos.
No esconde que tanto ella como Nolan son fans suyos desde hace muchos años y solo ha tenido buenas palabras hacía él por su trabajo ante las cámaras y por su buen talante cuando se apagan los focos. “Somos muy afortunados, tenemos mucha suerte de contar con Aaron en la nueva temporada de Westworld”, subrayó.
Sin embargo, no quiso ahondar en el rol que interpreta, y del que tampoco se puede deducir mucho del tráiler que se ha lanzado recientemente, en el que Paul cruza un puente, mientras en la calle se ven motos que circulan sin conductor, en un ambiente futurista.
Lisa Joy argumenta que deberá ser el espectador quien vaya conociendo al nuevo personaje del intérprete de Idaho y no duda en rememorar su reciente comida en el Tickets Bar de Albert Adrià para explicarse.
“Ayer estuvimos en el Tickets y estuvo muy bien. La gracia del lugar es que el chef prepara una comida y tú no sabes exactamente lo que es, todo es un poco sorpresa. Vas probando sabores en una experiencia gastronómica total. De alguna manera, es lo que ocurre en la serie con el trabajo de Aaron, no se puede explicar”.
Por tanto, “esta es una buena excusa para que los espectadores se sienten ante la pantalla para saber lo que ocurrirá”.
Ajena a las quejas de algunos turistas porque no pudieron visitar Besalú al quedar el pueblo cerrado para el rodaje para evitar que trascendiera nada de lo que se estaba filmando, Joy afirmó que la experiencia con todos los que han participado en la grabación fue “increíble”, tanto con los extras como con los equipos técnicos.
A su juicio, “todo el mundo se ha implicado muchísimo y ha colaborado en todo”.
La cocreadora de la serie rememoró que su primera visita a España se remonta a cuando contaba unos veinte años y con una amiga visitaron varias ciudades, durmiendo en hostales.
Posteriormente, el año pasado volvió junto con Jonathan Nolan para hacer un cásting, finalizada la segunda temporada, y “ambos” se enamoraron del este país, “donde todo es bonito”.
En aquella ocasión, pasearon por Madrid y pensaron que tenían que rodar algo allí para la tercera temporada. “Hemos vuelto ahora, acompañados por nuestros dos hijos”.
En su opinión, en España “hay una suerte de sensualidad en el aire, en todas partes, sin olvidar la calidez de la gente, hay mucha belleza y mucha diversidad”.
Además de Besalú, han rodado en Valencia, y no esconde que le gustaría volver de nuevo a España.
De hecho, tras bromear con que en estos últimos días ha acabado con las existencias de jamón y ha más que disfrutado con las “deliciosas paellas”, afirmó que si fuera por ella no se iría.