Hace unos días se difundió en redes sociales, y en diversos medios, un video que muestra a ocho menores de aparentemente 10 años, armados con palos, que manejan como si fuesen armas de fuego; en la grabación, los niños amenazan con combatir a los criminales que intenten ingresar al poblado de Rincón de Chautla, uno de las zonas de Guerrero amenazadas por la violencia.
Por Luis Blancas y Zacarías Cervantes
Chilpancingo, 25de mayo (ElSur).- El comandante regional de la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitaria de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), Bertoldo Morales Hilario y el policía comunitario Isaías Xantenco Ahuejote, el primero de la comunidad de Tula y el segundo de Xicotlán, municipio de Chilapa, fueron levantados el jueves por supuestos integrantes del grupo de civiles armados Paz y Justicia.
Horas después habrían sido ejecutados y sus cuerpos desmembrados fueron hallados distribuidos en seis bolsas de plástico negras en el punto conocido como Las Antenas, a orilla de la carretera Chilpancingo-Tlapa, a unos 15 minutos de Chilapa.
En respuesta, la Policía Comunitaria de la CRAC-PF detuvo a las 8 de la mañana de ayer en Xicotlán al sobrino del líder del grupo Paz y la Justicia, Tranquilino Palatzin Tranquero, Braulio Tecorral Palatzin, a quien señala de halcón y cómplice de quienes levantaron a sus compañeros.
Ayer en la tarde, los retenes de la CRAC-PF continuaban en la carretera Chilapa- Hueycantenango para detener a más miembros del grupo Paz y Justicia, en respuesta a la ejecución del comandante Bertoldo y el policía Isaías, lo que mantenía bajo tensión a los pobladores de esas comunidades nahuas que llevan ya varios meses confrontadas.
El conflicto se conoció en todo el país debido a que la CRAC-PF difundió dos videos, en uno se ve a niños con palos que dicen que se defenderán del grupo criminal Los Ardillos, y en otro mujeres armadas con escopetas advierten que impedirán la entrada de los sicarios. A raíz de eso el Gobierno del estado acudió en cuatro ocasiones a la comunidad a dejar despensas y dar pláticas (la más reciente fue el martes pasado), pero lo que los vecinos demandan es seguridad, retenes del Ejército y la policía, pero no se cumplió su demanda y ocurrió el doble homicidio.
FUERON DE COMPRAS A CHILAPA Y LOS INTERCEPTARON CUANDO REGRESABAN
El coordinador regional de la CRAC-PF de Rincón de Chautla, David Sánchez Lucas informó vía telefónica que el comandante regional Bertoldo Morales Hilario y el policía comunitario Isaías Xantenco Ahuejote fueron levantados a la 1 de la tarde del jueves en el crucero de la comunidad del Jagüey, a unos 15 minutos de la cabecera municipal de Chilapa.
Ambos fueron de compras a Chilapa y regresaban a bordo de un vehículo de Isaías Xantenco cuando fueron interceptados en el crucero del Jagüey.
David Sánchez informó que en la noche del jueves se enteraron de que ya les habían dado muerte y que sus cuerpos los tenían en la comunidad de Colotepec.
A las 10 de la mañana de ayer el coordinador de la CRAC-PF demandó la intervención del Ejército y de la Policía Estatal, porque informó que se enteraron que les iban a ir a tirar los cuerpos cerca de Xicotlán y Tula, comunidades vecinas que están bajo el control de la Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores, y temían un enfrentamiento con la gente de Paz y Justicia.
Sin embargo, a las 11 de la mañana fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal informaron del hallazgo de seis bolsas con restos humanos en el punto conocido como Las Antenas, cerca de Chilapa, a orillas de la carretera Chilpancingo-Tlapa. Esta zona está bajo control del grupo Paz y Justicia.
Desde esa hora se corrió la versión en la Secretaría de Seguridad Pública estatal y en la Fiscalía General del Estado (FGE) que los restos encontrados podrían ser del comandante y del policía comunitario de la CRAC-PF, pero el coordinador Sánchez Luna declaró vía telefónica después del mediodía que hasta que no les presentaran pruebas y tuvieran a la vista los cuerpos confirmarían que eran sus compañeros.
Mientras tanto los restos desmembrados y hallados distribuidos en seis bolsas de plástico negras fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo.
A su vez, en Xicotlán donde tenían retenido a Braulio Tecorral Palatzin, la gente enfurecida, entre estos familiares del comandante y el policía, amenazaban con lincharlo, y exigían la presentación con vida de Bertoldo e Isaías, a quienes antes de las 6 de la tarde todavía daban por desaparecidos, pues según la coordinación de la CRAC-PF, las autoridades aún no les habían confirmado que los restos hallados en Las Antenas eran de sus compañeros.
Sánchez Luna dijo que intervino el subsecretario de Gobierno, Martín Maldonado del Moral, quien se comprometió a agilizar la identificación de los cuerpos y solicitó copias de sus credenciales.
A las 3 de la tarde el coordinador Sánchez Luna declaró que policías comunitarios de la CRAC-PF seguían con retenes en la carretera Chilapa-Hueycantenango para detener a más miembros del grupo Paz y Justicia o gente “cómplice” de este grupo.
A las 7 de la noche el coordinador informó vía telefónica que los restos encontrados en Las Antenas eran de Bertoldo Morales e Isaías Xantenco.
Los restos fueron identificados mediante las copias de las credenciales que le enviaron al subsecretario del Moral y por un estudio de Servicios Periciales de la FGE, según dijo que le aseguraron del gobierno del estado.
Sin embargo, los familiares de las víctimas y la CRAC-PF acordaron no trasladarse a Chilpancingo a reclamar los cuerpos, por temor a ser tacados en el camino.
Sánchez Luna informó que al salir de su territorio había retenes de ese grupo en el crucero del Jagüey y en Atzacoaloya hasta llegar a Chilapa, por donde tendrían que pasar para llegar a Chilpancingo.
Exigieron al subsecretario Maldonado que el Ministerio Público les llevara los cuerpos a sus comunidades para darles sepultura.
El coordinador informó que el funcionario estatal les dijo que “no se preocuparan”, que sí les llevarían los cuerpos, pero no les dijo la hora. A las 9 de la noche los cuerpos seguían en las instalaciones del Semefo y la tensión se mantenía en esos pueblos.