Nazaria Irais Simón Aguilar era maestra de bachilleres por las mañanas y en las tardes ofrecía el servicio de taxi a fin de obtener más recursos para su hijo menor de edad. La madre, de 35 años, fue atacada sexualmente y asesinada por tres clientes la tarde del 24 de septiembre de 2017.
Ciudad de México, 25 de mayo (SinEmbargo).– Nazaria Irais Simón Aguilar, maestra de bachilleres y taxista, fue atacada sexualmente y asesinada el 24 de septiembre de 2017, después realizar un traslado en el estado de Puebla. Las autoridades capturaron a tres presuntos responsables, que aún no han sido condenados y uno hasta podría ser liberado. La familia de la víctima denunció que el Ministerio Público cometió omisiones en las diligencias y eso podría afectar para el fallo de la sentencia.
Luis Elías Simón Encarnación y Juana Narazaria Aguilar Tlaltecalt, padres de la maestra, pidieron justicia para su hija.
“Hasta ahorita no se ha hecho justicia, sí están detenidos los asesinos, pero no hemos tenido justicia, y uno de los que estuvieron en el lugar va a ser liberado. Yo lo que quiero es que se haga justicia porque no se vale lo que le hicieron a mi hija. Yo pido castigo para quienes la mataron. Mi hija no le hacía daño a nadie, tenía muchas amistades, era muy buena gente”, expresó Juana.
En México han sido asesinadas 12 mil 694 mujeres desde el año 2015 a marzo de 2019. De esos casos, en total 2 mil 865 asesinatos son reconocidos e investigados como feminicidios.
MAESTRA Y TAXISTA
Nazaria tenía de 35 años de edad cuando fue privada de la vida. Era madre de un niño de 11 años. Por las mañanas impartía clase en el bachillerato Gral. Josefa Ortiz de Domínguez en San Juan Cuautlancingo, y por las tardes ofrecía el servicio de taxi en San Gerónimo, Tecuanipan, Puebla, para obtener mayores recursos económicos porque sólo quería sacar adelante a su hijo.
La profesora cumplía cuatro meses con el vehículo de alquiler, pues recientemente había adquirido su automóvil, un Nissan March color azul.
“Mi hija era muy trabajadora, le encantaba trabajar, tenía muchos proyectos, se acababa de comprar su carro, lo estaba pagando, le gustaba mucho trabajar, incluso le ayudaba a su papá en el campo, porque ella quería algo mejor para su niño, por eso en las tardecitas hacía viajes de taxi,” comentó la señora Juana Nazaria, madre de la víctima.
La tarde del 24 de septiembre de 2017, Nazaria se encontraba en una reunión familiar por el bautizo de una sobrina. La profesora avisó a su madre que dejaría por un momento del convivio porque iría por el regalo para la menor. Esa fue la última vez que la vieron.
“Pasó un rato y ella no llegaba, pero como iba a ser la fiesta del pueblo y habría una misa, nosotros los papás dejamos la fiesta y nos fuimos a misa, eran como las 7:10 de la tarde. La misa se hacía en la explanada, entonces yo estaba viendo si veía el carro de mi hija, pero no llego”, platicó la madre.
El hijo de Nazaria le marcó varias veces, pero no tenía respuesta, lo que generó preocupación a la familia. La tarde era lluviosa, pero los padres y hermanos de la víctima salieron a buscarla de inmediato.
Los parientes la buscaron hasta el día siguiente cuando les notificaron que el cuerpo de Nazaria había sido encontrado sin vida sobre el Paraje Los Frailes, municipio San Gerónimo Tecuanipan.
“A mi hija la ahorcaron. Estaba muy maltratada, estaba ahí tirada como un animal tirado, cerca del carro. Si no fuera por el carro no la encontrábamos, porque el carro se quedó atorado en el camino”, dijo la madre de la víctima.
EL SERVICIO DE TAXI
La última persona que tuvo comunicación con Nazaria fue una señora que la apoyaba a la víctima en el servicio de taxis: era quien recibía las llamadas y solicitudes.
La trabajadora informó a los padres que ese día, alrededor de las 19:00 horas, recibió una llamada de unos jóvenes que pedían el servicio hacía la población de Santa María Acuexcomac, municipio de San pedro Cholula. Nazaria acudió a brindar el traslado.
“La señora fue la pista para encontrar y esclarecer el caso”, platicó Juana.
Isaac Naxi Cuamani, asesor jurídico de la familia, comentó que dos grupos de agentes ministeriales iniciaron con las investigaciones para ubicar a las personas que solicitaron el servicio de taxi.
La ayudante de Nazaria narró que la voz del cliente correspondía a la de un joven y se presumía que eran conocidos de la víctima.
Los agentes revisaron la computadora de Nazaria y se percataron que la mujer empezaba a interactuar con jóvenes, entonces descartaron a la población que tuviera más de 25 años. Ahí dieron con Juan Manuel “N”, uno de los presuntos asesinos, según platicó el abogado.
“Cuando los agentes ven a Juan Manuel y quieren entrevistarlo, éste se echó a correr y se escurrió. Los abuelitos de esa persona van a preguntarle al Presidente Municipal qué pasaba y por qué había personas que querían 'secuestrar' a su nieto”, narró.
El Alcalde acudió a la casa de Juan Manuel y comentó a los abuelos que los agentes querían entrevistarlo porque aparecía como cliente frecuente de Nazaria, víctima de feminicidio.
Juan Manuel fue entrevistado; pero en sus primeras versiones negó el crimen y brindó nombres de varias personas.
“Los agentes fueron por una de estas personas, un equivocado, le dijeron que irían a la Fiscalía para levantar la declaración, pero en el traslado al joven se asustó y acusó a tres jóvenes de nombres Pedro, Dylan y Juan. A partir de ahí es como la policía ministerial sigue con la investigación y pide el cateo a la casa de Pedro”, detalló el entrevistado.
Con la declaración los ministeriales trabajaron para obtener mayores indicios y así pedir una orden de cateo.
El 1 de octubre de 2017 catearon la vivienda de Pedro y ahí localizaron los dos teléfonos celulares de la víctima. Después del cateo y otras diligencias detuvieron a Juan Manuel, Dylan y Juan.
IMPUTADOS NARRAN EL ASESINATO
Isaac Naxi Cuamani, asesor jurídico de la familia de la víctima, platicó que, por el relato de los imputados, ahora que sabe que los tres le pidieron que los llevara a la población San Gregorio Atzompa, Puebla.
Nazaria llegó al domicilio para ofrecer el servicio de taxi, se subieron al vehículo en los asientos traseros, Juan Manuel (N) atrás del piloto y Dylan Tlapa, atrás del copiloto, y Pedro “N” se colocó en el asiento delantero, según narraron los imputados en su declaración.
“Cuando circulaban por un terreno de terracería, ubicado en la población Santa María Acuexcomac, Juan Manuel “N” tomó un dinero que tenía en el portavasos”, comentó el litigante.
La profesora se percató del robo y le reclamó a Juan, pero el hombre –según narraron en su declaración– sacó una cuerda blanca que tenía en el pantalón y la colocó alrededor del cuello de la víctima, para asfixiarla.
La mujer trató de defenderse y el automóvil se detuvo, pero Pedro, que iba adelante, empujó los pies de la víctima y ayudó a Juan a pasarla a los asientos traseros.
Pedro bajó del auto y tomó el volante mientras Juan continuaba jalando la cuerda con Nazaria; sin embargo, como Pedro no pudo manejar, intercambió lugar con Juan Manuel, quien condujo el auto mientras que Pedro era quien tomaba la cuerda y pisaba la cabeza de la víctima, además de golpearla.
“Por el relato de los imputados sabemos que después de circular por media hora se estacionaron en un camino de tercería y bajaron el cuerpo de la víctima del automóvil”, narró Naxi Cuamani.
Pedro amagó a Nazaria y la violó mientras seguía ahorcándola con una agujeta al cuello. El sujeto les dijo a los dos hombres que “seguían ellos”, pero se negaron. Posteriormente subieron el cuerpo de la joven a la cajuela y avanzaron por el tramo Camino Real a Nealtican-Tianguismalco.
“No contaban con que se quedaran atorados por lo accidentado del camino. El vehículo se atascó a la altura del Paraje Los Frailes, municipio San Gerónimo Tecuanipan”, señaló el abogado.
Pedro y Juan Manuel bajaron el cuerpo de Nazaria, lo aventaron en el paraje, abandonaron el automotor y se fueron a pie.
Isaac Naxi Cuamani especificó que Pedro antes de huir hurtó los dos celulares que tenía la joven.
El cadáver de Nazaria fue localizado alrededor de las 2 de la tarde del día siguiente, pero duraron varias horas para su levantamiento, denunció la familia.
En la escena fueron localizados una bola de hilo coló amarillo con la que ahorcaron a Nazaria, dos trozos de estambre colaron amarillo y azul y una cinta color gris.
LOS ERRORES DE LA FISCALÍA
El abogado Isaac Naxi Cuamani, asesor jurídico de la familia, platicó que la Fiscalía General de Puebla no realizó un trabajo minucioso y no se obtuvieron pruebas que pudieron ser contundentes, por ejemplo, no sacaron el ADN o pruebas de la víctima.
“La verdad estamos molestos con la autoridad porque hay negligencia de los peritos en cuanto a que no hicieron su trabajo para encontrar huellas”, dijo el abogado.
En el rastreo en el vehículo, explicó, tanto en puertas, volantes y la cajuela presuntamente no hallaron huellas de los inculpados. El asesor también reprochó que los peritos no lograron obtener evidencia genética de los raspados que realizaron en los desgarres que presentó la víctima tras la violación.
“Tenía más de 30 lesiones en todo el cuerpo y que no haya datos, huellas, vestigios o indicios en donde puede haber ADN de los agresores, es difícil que no hayan encontrado nada”, recriminó.
El Ministerio Público ha pedido al Juez que otorgue el criterio de oportunidad a uno de los tres detenidos, Dylan “N”, quien el día de los hechos iba en la parte de atrás junto con Juan Manuel, y le den un tratamiento como testigo para que declare contra los otros dos imputados.
“Literal les echa toda la culpa a las otras dos personas y la postura de la Fiscalía es que van a sacar a dos personas con sentencias, según ellos, estándares muy buenos, pero quieren dejar libre a uno de ellos, que al final creemos tiene tanta culpa como los otros”, dijo.
El juez ha negado dar ese criterio de oportunidad, pero el Ministerio Público ha insistido en ello, agregó Naxi Cuamani.
“Si bien es cierto que no hizo nada, también hubo una omisión de su parte de que no trató de evitar que violaran y mataran a la joven. Incluso, al parecer sí hay una ligera participación de estas personas", señaló.
La familia teme que los imputados no sean juzgados y no obtengan el castigo ejemplar.
“El Ministerio Público no ha hecho su trabajo como debe de ser, con perspectiva de género, y la verdad estamos un tanto desconcertados porque las pruebas son mínimas, para una sentencia definitiva estamos en el limbo para saber que hacer”, expresó el abogado.