Monterrey/Apodaca/Zuazua, 25 de mayo (SinEmbargo).– No acostumbra decir no. “Una más” se vuelven diez más, y la cuenta vuelve a comenzar. A donde va Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como “El Bronco”, se convierte en una especie de rock star: la gente lo busca para tomarse una foto con el candidato independiente que quiere ser Gobernador de Nuevo León. Y él, pese a que lleva meses sin dormir más de cuatro horas, se detiene a posar ante una cámara, un teléfono o simplemente para saludar en cada esquina, en cada semáforo, en cada restaurante y en cada evento al que asiste.
“La broncomanía va a cambiar al país”, dice.
Afirma que sólo está conduciendo un movimiento. El fenómeno comenzó como una flama que se ha propagado sin poderse apagar. Y en una cosa tiene razón: Nuevo León será el laboratorio de los candidatos independientes para la elección de 2018. Rodríguez Calderón está a punto de crear un nuevo paradigma en el país con su acelerado éxito. Las encuestas lo dicen y los diarios nacionales y extranjeros han comenzado a enfocarse en esta figura.
Pero, ¿qué hace que un hombre de tez morena, rostro duro y de botas y sombrero y que pocas veces sonríe tenga en sus manos la posibilidad de cambiar la historia reciente de México?
Representa el rencor de los votantes a los partidos, según publicó The Wall Street Journal la semana pasada. Varios analistas coinciden.
“El Bronco” mismo considera que su ascenso es porque forma parte de un movimiento emanado del hartazgo social y fomentado por alguien que quiere que las cosas sean mejores. “La gente no sigue a cualquiera. Muchos han querido hacerlo en el país, pero no lo han logrado por protagonismo personal, ambición personal; [por] creerse dueños de la verdad. Y entonces yo, aquí, en Nuevo León, lo que he hecho es conducir este movimiento. Pero no soy dueño de la verdad; es decir: la gente es la que dice qué hacer, cómo hacerle”, dice mientras se dirige en su camioneta blanca Cadillac de un desayuno en El Club de Leones de Monterrey a una cabalgata para un mitin en Apodaca.
“Siempre hago lo que nadie ha hecho porque veo lo que nadie ha visto. Tengo visión y mi visión me conduce. Yo quiero transformar el estado y lo voy a hacer”, afirma.
En las carreteras de una de las urbes más importantes del territorio mexicano, Jaime Rodríguez habla de cómo los medios están cooptados por el gobierno en el poder y se han aliado con los partidos. Por cada 20 o 30 espectaculares de Ivonne Álvarez García, candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI), hay apenas uno de “El Bronco”.
Pero “El Bronco” va dos puntos arriba de Álvarez García.
No es algo que le preocupe, tantos espectaculares del PRI. Para él, hay miles de seguidores en redes sociales que se están informando y planean darle su voto. Es su principal instrumento. Por eso trata de contestar personalmente cada mensaje, inbox, whatsapp que le llega.
No es raro que al hablar de la partidocracia mexicana o de su familia, se detenga para ver su teléfono.
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Acabar con el sistema bipartidista en el gobierno es el objetivo principal de “el ingeniero” o “inge”, como su equipo y cercanos suelen decirle.
“Los partidos pueden seguir existiendo y compitiendo, pero que el ciudadano decida quién puede gobernar”, aclara el candidato sin partido.
A eso se refiere con el empoderamiento de las personas y esa es su estrategia: todo debe ser aprobado por aquellos que dieron su voto y también por los que no. “Debe haber un consenso en la sociedad”, asegura.
Hace unos días, el candidato a Gobernador por Movimiento Ciudadano (MC), Fernando Elizondo, declinó a su favor. El acto no solo logró una ventaja de 9 puntos sobre la candidata priista sino que daría curules en el Congreso local a Jaime de llegar a estar en el poder.
Aunque ambos personajes vienen de los mismos partidos que ahora quieren sacar del gobierno, PRI y Partido Acción Nacional (PAN), “El Bronco” piensa que se vale rectificar y corregir errores.
“No soy monedita de oro. Todos en este país venimos del PRI, o la mayoría, entonces quien se salve que me diga”, reta a quienes han cuestionado sus 33 años como priista.
“Nosotros no estamos criticando a los partidos, sino a las mafias de los partidos […]. Se creen reyes de la política”, agrega en entrevista con SinEmbargo.
Dice que si no hubiera enojo de la población, no hubiera nacido el movimiento. Por eso los partidos le temen, agrega: porque se ha atrevido a hacer cosas que otros no. Porque ha desafiado al sistema y ha hecho temblar al poder.
“Siempre he usado la mano izquierda. ¡Ah!, pero con el delincuente la mano derecha. Ahí sí, sin piedad. Tolerancia cero en ese tema. A este país le falta carácter en ése tema. ¿Cómo es posible que le tengas miedo a la delincuencia? Que el delincuente te tenga miedo: tú tienes el poder. La gente te elige y te da el poder para que tranquilices a la sociedad. Pero tenemos que rescatar a los jóvenes; tenemos que ir por ellos, con la bondad con el corazón, para que ese joven tenga una oportunidad y no le importe mejor irse a la delincuencia. No hemos atacado el origen, estamos reaccionado a una acción”, dice.
UN POLÍTICO INCORRECTO
Se define a sí mismo como un político incorrecto y asegura que él ya se purificó internamente para quitarse sus “garrapatas mentales”.
–¿Cuáles eran sus garrapatas mentales? –se le pregunta.
–Mis actitudes viejas. Mis actitudes de priista disciplinado. Aguantar todo lo que tienes que hacer por la gente en quien no crees. Mis amigos, incluso mis amigos se corrompieron en el ejercicio público. Y yo soportaba. Esas eran mis garrapatas. Decidí quitarme mis garrapatas.
–¿Y se quedó sin amigos?
–Esos no eran mis amigos. Dije mis amigos políticos. Mis amigos, a quienes les dije que se fueran, les dio miedo. Entonces no eran mis amigos. Entonces me quedé y empezamos a reunirnos quienes pensamos en lo mismo.
Confía en que hará muchas cosas nuevas y se dedicará, en cuerpo y alma, a hacer que la gente recupere la confianza. Reconoce que esto lo apartará de su familia, pero que ellos lo van a entender.
“Alguien lo tiene que hacer en este país; todos los demás hemos cuidado a la familia, pero no hemos cuidado al país. Nadie cuida a la familia, nadie cuida al país y el país no tiene quién lo cuide. La Patria primero”, dice.
Explica que muchos políticos se dedican a hablar mal de él, en lugar de dar propuestas. “¿Yo quién soy para que vengan a hablar mal de mí? Me han hecho importante sin serlo. Todo mundo habla de ‘El Bronco’ como si fuera Cristo y yo me río. No soy eso”, comenta.
Agrega:
“Me atacan a mí quienes han incumplido con la sociedad. Nuevo León es un ejemplo de que la gente ya no quiere eso”.
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Cerca de medio día, Jaime cabalga a su caballo pura sangre Tornado junto a decenas de caballos por las calles de Apodaca para ir a un mitin.
Aunque el rancho de Santa Elena no luce completamente lleno, la gente vitorea a cada rato su nombre. Entonan canciones y levantan la mano a su favor.
En medio del gentío, María Olga Segundo Lucio, de 50 años, afirma que llegó sola al evento. Es decir, sin presión ni una despensa de por medio. Ella supo que el candidato independiente iba a ir y decidió ir con sus nietas.
Busca algo mejor para ella y para sus hijos. Dice que los gobiernos anteriores no han cumplido y que “El Bronco” es la mejor opción. Lo único que falta, agrega, es que diga que va a subir los salarios porque “por ejemplo, mi hermano trabaja y trabaja y no le alcanza”.
Durante su discurso, Jaime Rodríguez pide que todos se sumen a su causa. Que compartan en sus redes sociales su apoyo. Al unísono, las decenas que se encuentran ahí gritan: “El Bronco y uno más”, que es el lema que ha acompañado la campaña del candidato desde que ésta inició al superar las trabas de las autoridad es electorales para conseguir su registro.
NOSOTROS NO SOMOS PARTIDO
En caso de ganar las elecciones del próximo 7 de junio, el ex Alcalde de García afirma que no será como otros políticos que han renunciado a su partido para pertenecer a otro y ser Gobernador y después se alinearon al poder.
Al preguntársele sobre cómo será la relación con el partido en el poder, dice:
“Como debe ser. Ellos tendrán que sujetarse a que el estado funcione, trabaje. Ganamos una elección. Si la ganamos, el que gana manda y el que pierde se aguanta. Así debe ser en las democracias y tenemos que hacerlo así. Si no, entonces, ¿para qué jugamos?”.
“Yo voy a tomar en cuenta a la sociedad. Los partidos políticos deben seguir trabajando para ver si la simpatía de la gente se les da. Va a haber alcaldes del PRI del PAN o del PRD [Partido de la Revolución Democrática] y yo, si soy Gobernador, me llevaré bien con ellos. No tengo por qué pelear. Trabajaremos en el sentido del respeto a cada quien haga su trabajo y quien lo haga mejor sea premiado y el que no lo haga sea condenado y denunciado”, expone en entrevista con SinEmbargo.
El apoyo de los neoleoneses a “El Bronco” se acrecentó por las críticas al gobierno actual del priista Rodrigo Medina de la Cruz, cuestionado sobre si lo va a investigar por los casos de corrupción y conflicto de interés dice que sí, pero no solo a él sino “a todo el que ha estado en el gobierno”.
Dice que los mexicanos tienen un problema porque siempre dicen que no se puede y a todo le buscan justificación, y que en ese aspecto él es el mexicano que siempre ha podido.
“Soy un mexicano que sé vencer las adversidades y por eso estoy en este movimiento. No estoy para rascarme la panza ni para que me aplaudan, estoy para que cambiemos las cosas para bien, no para mal, para que la sociedad funcione mejor, esté más cómoda, esté tranquila. Hay que hacer muchas cosas, claro; pero para eso hay que contratar al mejor equipo, no sólo lo cuates de Jaime; al mejor equipo”.
–¿A qué le tiene miedo “El Bronco”?
–A nada. Miedo nunca he tenido. Mi mamá nunca me dijo de chiquito: “ahí viene el coco”. Y eso lo ha comprendido la sociedad. No soy valiente. No le tengo miedo a las cosas. No le tengo miedo a la muerte: la muerte es mi amiga. Si lo aceptas, vives el día de hoy chingonamente. No puedes tenerle miedo a algo que no sabes cuándo va a pasar.
Esas son las palabras de un hombre que ha sufrido dos atentados y que se atrevió a correr a todo un grupo de policías cuando estuvo al frente del municipio de García, en plena guerra contra el narcotráfico que emprendió el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
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Antes de dirigirse a Guadalupe, uno de los municipios más golpeados por la inseguridad, le avisan que el evento se canceló. Así que se relaja y disfruta del cumpleaños de un colega y compañero.
Al término, después de 10 horas desde que comenzó su día y ya acompañado de su esposa, Adalina Dávalos Martínez, se dirige a Zuazua para un último evento al final del día.
Pregunta ante cientos de personas si quieren quitar al PRI del poder y las voces responden afirmativamente.
Asegura que combatirá la corrupción y la gente se emociona. Poco a poco va cayendo el sol, pero los 29 grados de temperatura se mantienen pasando las 19:00 horas.
Ahí “El Bronco” recibe la visita sorpresa de Margarito, quien pide votar por el candidato independiente.
Al finalizar el mitin, y después de la oración que Jaime pide a los asistentes, el mar de aplausos se va desvaneciendo. Mientras, la fila para tomarse la foto crece.
Nuevamente dedica gran parte de su día a los ciudadanos que se le acercan entusiasmados. Es la última actividad pública de un personaje que está dispuesto a cambiar la historia democrática del país. O, por lo menos, que está luchando para hacerlo.
