Desde la Cámara de Diputados, la oposición (PAN, PRD, PT, Morena y PES) intentó frenar en cada oportunidad que tuvo el avance y la aprobación de esa ley elaborada por el PRI. De las distintas críticas que ha recibido esa minuta, sobresale que no toma en cuenta las propuestas de las organizaciones civiles, por lo que no garantiza cambios sustanciales en la compra de publicidad oficial.
Ciudad de México, 25 de abril (SinEmbargo).- Fueron cuatro horas en las que la oposición en el Senado de la Republica recurrió en varias ocasiones a la frase de José López Portillo de “no te pago para que me pegues” y a todas las explicaciones posibles sobre la violación a la libertad de expresión, del exceso de dinero que se gasta en publicidad oficial y en la violencia hacia los periodistas y los medios que esa práctica ha provocado.
El PRI y los suyos, el Verde y el Panal, se concentraron en un sólo argumento: “cumplir con el mandato ineludible de la Corte”.
Con 60 votos a favor y 46 en contra, quedó aprobada en lo general, la Ley de Comunicación Social que la SCJN ordenó legislar al Congreso desde noviembre pasado.
Desde la Cámara de Diputados, la oposición (PAN, PRD, PT, Morena y PES) intentó frenar en cada oportunidad que tuvo el avance y la aprobación de esa ley elaborada por el PRI. De las distintas críticas que ha recibido esa minuta, sobresale que no toma en cuenta las propuestas de las organizaciones civiles, por lo que no garantiza cambios sustanciales en la compra de publicidad oficial.
De los 40 senadores que hicieron uso de la palabra en el Pleno, la mayoría estaba en contra y siempre dejaron en claro que frente a sus argumentos, estaba la mayoría que tenía la orden de aprobar la ley.
Alejandro Encinas señaló que el dictamen es la regresión final que limita los derechos y libertades de los mexicanos.
“Durante seis años vimos cómo se impusieron medidas para limitar el pluralismo en la información: se dotó de dinero al duopolio televisivo, se echaron atrás los derechos de las audiencias y está la violencia hacia periodistas y comunicadores; México es el segundo país más violento con los periodistas. Con este dictamen se legaliza un modelo de comunciación que se ha caracterizado por el gasto excesivo de dinero de un presidente que quiere legitimarse a partir del dispendio de dinero”, comentó.
Dio la cifra: son 40 mil millones de pesos los gastados, de los que 28 mil millones han sido por la vía del sobreejercicio. El 65 por ciento del gasto de publicidad se destinó a 20 medios de comunicación, entre los que Televisa y Tv Azteca concentran el 20 por ciento.
“Ese es el modelo que quieren legalizar. No se atiende ni lo discutido por la SCJN ni las propuestas de la sociedad civil. Es una propuesta regresiava que instaura un modelo autoritario”, agregó.
Silvia Leticia Martínez Elizondo del PAN comentó que quienes se dieron el tiempo de estudiar la minuta se podía dar cuenta que no cumple con lo establecido por la Corte. Por su parte, Jorge Aréchiga del Partido Verde dijo que no es solo cumplir con la Corte, sino con todos los mexicanos. “Es expedir una ley indospensable para la democracia”, comentó.
Luego, Angélica de la Peña del PRD, sostuvo que “el régimen presidencialista” atrapó a los medios de comunicación.
“La minuta, del PRI y sus aliados, abona a legalizar este estado de cosas. Por eso, en su inconformidad, las organizaciones nombraron a esta minuta Ley Chayote. Este documento debería contener los más altos estándares en la matería, debió contar con el formato de congreso abierto con organizaciones, periodistas y empresarios. El PRI quiere legalizar con su mayoría un mercado negro de propaganda disfrazada de publicidad”, señaló.
Jesús Casillas Romero criticó que había gente que podía encontrar en esta minuta las bondades o los defectos y malas intenciones, pero que gracias a esta ley, la comunicación social de todas las entidades públicas deberán someterse a un control.
El petista Manuel Bartlett dijo al respecto: “¿Por qué esa voluntad de imponer cosas grotescas? Han gastado tanto dinero en comprar medios y además creen que con el cumplimiento del amparo van a cerrar el capítulo de la brutal corrupción de la administración de Peña Nieto (…) Los senadores se suman a una estupidez cínica cuando le deberían decir a Peña Nieto: oye, ya te vas”.
Pasaron las horas. Isidro Pedraza Chávez definió la argumentación como “intentar picar piedra”.
Gerardo Flores, del Verde, se indignó porque los llamaron “los chayoteros más grandes” y que no entendía cómo es que ocurrían esos actos en el Pleno del Senado.