El Presidente Enrique Peña Nieto expuso que durante su sexenio se ha generado la cifra histórica de 2.7 millones de empleos formales y, agregó, el salario promedio que cotizan los trabajadores en el IMSS ha aumentado 3.6 por ciento. Sin embargo, los 9 mil 942 pesos mensuales que gana un trabajador contrastan con el costo de la canasta alimentaria y de servicios para una familia promedio de cuatro integrantes, la cual vale 7 mil 252 pesos, en la zona rural, y 11 mil 276 pesos en la urbana. Además, en los primeros quince días de abril, la tasa de inflación se elevó a 5.62 por ciento, lo cual “impactará” el poder adquisitivo de las familias y podría aumentar la pobreza, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
Ciudad de México, 25 de abril (SinEmbargo).– Durante este sexenio se han generado 2.7 millones de empleos formales, la cifra más alta registrada en cualquier administración previa, dijo el Presidente Enrique Peña Nieto. Además, aseguró, son “mejor remunerados”. El salario promedio que cotizan los trabajadores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha aumentado 3.6 por ciento y el salario mínimo ha tenido una recuperación de 12.2 por ciento durante su sexenio, expuso el mandatario ante la nueva dirigencia del Congreso del Trabajo.
Sin embargo, tan sólo en 2016 el número de asegurados en el IMSS aumentó 3.8 por ciento, mientras que el salario medio real de cotización subió 0.9 por ciento, aseguró el analista económico Jonathan Heath.
“El crecimiento del salario medio real de cotización de los asegurados del IMSS ha sido verdaderamente pobre en los últimos ocho años. El crecimiento más acelerado en el empleo registrado en el IMSS coincide con el estancamiento del salario real”, dijo.
El economista Diego Castañeda, de la London School of Economics and Political Science, afirmó que aunque siempre es mejor tener un trabajo al desempleo, aunque “la mayoría son de mala calidad: con pagas de entre uno y dos salarios mínimos”.
Castañeda destacó que el aparente aumento en la cifra de creación de puestos formales se debe a la estrategia de formalización implementada por el Gobierno hace unos años, la cual incentiva a los negocios -con facilidad en el pago de impuestos- a registrarse ante el IMSS y ante Hacienda.
“No son empleos nuevos, ya existían”, afirmó.
Con datos hasta febrero de 2017, el salario promedio de cotización al IMSS es de 331.4 pesos diarios (9 mil 942 al mes), los cuales reciben en promedio 18 millones 994 mil 318 de trabajadores mexicanos, frente a los 29 millones 911 mil millones que laboran en la informalidad sin prestaciones de la seguridad social reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Los informales representan el 56.9 por ciento de todos los que trabajan, es decir, más de la mitad.
Además, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que los niveles que alcanzó el tipo de cambio (actualmente en 19 pesos), tanto por las elecciones de Estados Unidos como por el aumento de la deuda pública a casi 50 por ciento del PIB, provocan un incremento de la inflación y ello “impactará” el poder adquisitivo de las familias, lo cual podría incrementar los niveles de pobreza.
El efecto en precios, coincidió el economista Diego Castañeda, afecta al poder adquisitivo, “sobre todo a los más pobres y vulnerables, porque son quienes destinan la mayoría de sus ingresos a los alimentos; el golpe es más rápido”.
Alrededor de 8 millones 017 mil mexicanos ganan el salario mínimo, reporta el Inegi. Aunque pasó de 68.84 pesos en 2013 a 80.04 pesos en 2017, el poder adquisitivo ha perdido 71 por ciento en los últimos 40 años.
Eso se suma a que en esta primera quincena de abril, presionada por los gasolinazos y el dólar en 19 pesos, la tasa de inflación (precios de bienes y servicios) subió a 5.62 por ciento, un nivel no registrado desde junio de 2009, la época de la crisis financiera mundial.
“El debilitamiento del tipo de cambio ha sido parte importante del origen del repunte reciente de los precios en la economía. La mejor manera de enfrentar este problema es evitar que la deuda siga aumentando como proporción del PIB, lo que implica seguir haciendo esfuerzos en reducción del gasto y del fortalecimiento de fuentes de ingresos recurrentes”, determinó el sector privado.
Este tipo de mercado laboral nacional se refleja en la pobreza laboral, es decir, cuando el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para alimentar a todos sus miembros. Ante ello, algunas familiares recurren a las remesas, transferencias o acceso a programas sociales. Al cierre de 2016, el 40 por ciento de la población no pudo adquirir la canasta básica con su salario, documenta México, ¿Cómo Vamos?
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reporta que, por persona, la canasta alimentaria y no alimentaria –que también contempla transporte, cuidados de la casa, educación, recreación, ropa y salud– cuesta mil 813 pesos mensual en la zona rural y 2 mil 819 pesos en la zona urbana.
Ese monto es individual, por lo que si se considera que una familia mexicana promedio tiene cuatro integrantes, según el Inegi, el costo aumenta a alrededor de 7 mil 252 pesos y 11 mil 276 pesos, respectivamente.
PRÉSTAMOS QUE NO RECIBEN 30 MILLONES
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El lunes pasado, durante un encuentro con integrantes del Congreso del Trabajo, el Presidente Enrique Peña Nieto recordó que en uno de sus primeros eventos como Presidente de la República se comprometió a ser “un incansable promotor del trabajo formal” porque, dijo, la formalidad laboral mejora el ingreso de los trabajadores y la calidad de vida de sus familias, además de elevar la productividad de las empresas y de la economía en su conjunto.
Tener un empleo formal, del que carecen casi 30 millones de mexicanos, brinda acceso a las prestaciones de la seguridad social, entre las que destacan seguros que protegen a los trabajadores en casos de enfermedad y maternidad, riesgos de trabajo e invalidez, retiro y vejez.
Asimismo, ofrece la posibilidad de contar con vacaciones, con guarderías para la atención de sus hijos y con créditos para vivienda en condiciones preferenciales.
Para hacer valer el derecho de los trabajadores y sus familias a una vivienda digna y decorosa, destacó el mandatario, el INFONAVIT y el FOVISSSTE han entregado más de 2.8 millones de créditos para vivienda durante el sexenio.
Respecto al acceso a crédito para el consumo a tasas preferenciales, el INFONACOT ha entregado más de 4.2 millones de créditos por un valor superior a los 55 mil millones de pesos.