Ciudad de México, 25 de abril (SinEmbargo).– La Comisión Anticorrupción propuesta por el Presidente Enrique Peña Nieto apuesta más por la persecución que por la prevención. Pero en un país donde se ignora de qué tamaño es el problema de la corrupción gubernamental, con un sistema corrompido, el camino debe ser el de reforzar la ética y el servicio civil de carrera de los funcionarios, planteó la integrante de la Red por la Rendición de Cuentas (RRC), Ana Elena Fierro Ferráez.
“La corrupción no es cacería de brujas, no debe ser vista nada más como persecución, implica procesos de servicio civil y hasta de ética del servidor público más que persecución per se”, dijo.
La RRC también le apuesta a la transparencia, explicó Fierro, quien además es investigadora del Centro de Investigación y Desarrollo Económico (CIDE).
“Sí, la transparencia es un gran desinfectante, hace que las cosas estén a la luz y hará más difícil que concurran las cosas corruptas”, afirmó.
De acuerdo con Fierro Ferráez, “la corrupción no se va a acabar mientras no cambiemos procesos al interior de la administración que incentivan ser corruptos, que hacen barato ser corrupto”.
La académica explicó que hay muchas cosas en las que “necesitamos más transparencia en compras públicas, de licitación de obras públicas, enfatizar y fortalecer la transparencia de todos esos procesos donde haya involucrado recursos”.
Además, destacó que “la comisión que proponemos anticorrupción, se refiere a cuestiones de carácter administrativo graves, pero no a la comisión de delitos que quedó regulada en esta nueva Fiscalía Anticorrupción que ya se creó. Nosotros proponemos que cuando la Comisión anticorrupción sea de su conocimiento o por investigaciones encuentre actos que sean delitos, pueda verlo ante la Fiscalía”.
La RRC organizó la mesa “Cambios normativos a la comisión anticorrupción: una propuesta desde la academia y la sociedad civil” para presentar un conjunto de consideraciones y propuestas para que la Comisión Anticorrupción puede ser pieza clave para la definición de un sistema nacional de responsabilidades que fortalezca la rendición de cuentas.
El 13 de diciembre del año pasado la iniciativa presidencial fue aprobada en el Senado, y está en análisis en la Cámara de Diputados. La RRC busca que la iniciativa sea fortalecida y tenga una visión sistémica para el combate a la corrupción.
“Uno de los grandes problemas es que ni siquiera sabemos de qué tamaño es el problema, el tamaño de la corrupción, en qué termino podemos hablar de algo tan extendido, común y de todos los días”, dijo Fierro Ferráez.
“La parte que nos parece más importante es entender que la corrupción no se va a abatir con el simple hecho de hacer esta persecución, es una parte y que está con más énfasis en las iniciativas actuales esta idea de perseguir los delitos. La razón por la que nosotros estamos proponiendo un órgano colegiado tipo Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) o el Instituto Nacional Electoral (INE) es que a la corrupción, hay que prevenirla a través de mecanismos como el servicio civil de carrera de auditores, de las personas que participarán en las auditorías superiores, en las contralorías y órganos anticorrupción”, abundó.
La propuesta de la Red por la Rendición de Cuentas es que haya una política de abatimiento de corrupción que empiece con la capacitación de funcionarios y una dinámica de generar ética de servicio público y convencimiento de la importancia del servicio público para la gente que requiere además tener capacitación.
La organización destacó el establecimiento de un sistema de precedentes de las resoluciones de la Comisión anticorrupción que permitirá garantizar uniformidad en el procedimiento, además mencionó que “una falla en el sistema actual es en el debido proceso que provoca que a lo mejor no puedan ser perseguidos correctamente los ilícitos”.
“Esta idea de que se ampara a los funcionarios corruptos, se ampara a la gente cuando no se les sigue un debido proceso, entonces el otro elemento que enfatizamos y cuidamos es el respeto al debido proceso, con este estándar que ha puesto la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que es alto. Estos son los puntos en los cuales hacemos propuesta alternativa con preocupación de la generación de política pública generalizada y no limitada al combate y persecución de personas corruptas, sino la posibilidad de mejorar la gestión y procesos para que incentivos en la administración sean no a conocerse, sino a actuar de manera proba, detalló.
FALTAN MECANISMOS
–Sobre que no se conoce el tamaño de la corrupción en México, ¿a qué se refiere en específico?
–Tuvimos una declaración a inicios del año de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de faltante de dinero que no se había reportado. A veces tenemos las denuncias de posibles actos de corrupción sin que tengamos los mecanismos eficientes para darle un seguimiento completo.
–¿Estos son uno de los mayores problemas: la falta de transparencia, los contratos blindados?
–No es algo que está surgiendo ahorita, desgraciadamente son prácticas que venimos arrastrando de mucho tiempo, pero sí, la transparencia es un gran desinfectante, que las cosas estén a la luz hará más difícil que concurran las cosas corruptas.
–¿Cuáles son los retos en materia de anticorrupción y transparencia?
–Lo que más urge es la parte de transparencia, en cuanto tengamos mecanismos de asignación de recursos más claros y abiertos será importante, y lo que enfatizaría la cuestión de la gestión, en la medida en que los procesos y los trámites administrativos sean más claros y automatizados posibles, esto hará que establezcamos las barreras necesarias para reducir la corrupción, porque hay que reconocer que no va a ser nula.
–¿El servicio civil está rezagado?
–Por lo menos en las otras iniciativas no parece ser el foco de atención y es una de las tareas más difíciles, es un cambio cultural, ahí estriba el reto. Las propuestas [en la iniciativa de Peña Nieto] son más persecutorias y sancionadoras.