Los 325 a 561 muertos, cientos de desaparecidos, centenares de presos torturados, miles de heridos, decenas de miles en el exilio y cientos de miles en el desempleo, son un resumen de lo que vive Nicaragua desde el estallido social de abril pasado, en medio de protestas contra el Presidente Daniel Ortega.
Por Wilder Pérez R.
Managua, 25 de marzo (EFE).- El novelista y periodista Arquímedes González, ganador del Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinán 2011-2012, escribió la primera novela sobre la crisis sociopolítica que todavía vive Nicaragua y lo que salió fue una "increíble" obra "de terror".
Se trata de una novela reportaje titulada Como esperando abril, que el autor clasifica de "realismo trágico", por cómo la mala experiencia de todo un país supera la imaginación desde el estallido social de abril de 2018.
Los 325 a 561 muertos, cientos de desaparecidos, centenares de presos torturados, miles de heridos, decenas de miles en el exilio y cientos de miles en el desempleo, son un resumen de lo que vive Nicaragua desde el estallido social de abril pasado, en medio de protestas contra el Presidente Daniel Ortega.
"Esto que ha sucedido en Nicaragua supera la ficción, es ya un realismo trágico que vivimos los nicaragüenses, en una telenovela de terror que no termina", dice González, en entrevista con Acan-Efe.
El autor de Clases de natación narra en su más reciente obra casos como el de un grupo de universitarios atacados con armas de guerra por más de 10 horas en una iglesia, un adolescente ejemplar que sobrevivió a la bala de un francotirador en su garganta pero murió porque le negaron la atención médica, o el de una familia con dos bebés quemada viva por supuestamente negarse a colaborar con la Policía.
Cada uno de los hechos está comprobado y documentado, pero el que fueran ordenados por las autoridades los hace tan atroces, que al mismo González, finalista del IV Concurso de Novela de Crímenes Medellín Negro 2015, le parecen increíbles, incluso después de haberlos escrito con rigor periodístico.
"Yo a veces pensaba que nadie lo podía creer (...) cuando vos lo plasmas, vos decís: será posible que un Gobierno que se llama socialista, que llama al amor, a la paz, mande a grupos de choque y a policías armados a atacar a la población civil", comenta el autor de La muerte de Acuario, uno de los libros más exitosos de Amazon en 2012.
Precisamente exponer la realidad y contribuir a la memoria histórica de Nicaragua, fue una de las razones por las que González tomó un reto que no siempre toman los escritores: hacer una novela sobre un evento en desarrollo.
"Desde 2007 (retorno de Ortega al poder) en Nicaragua se instauró una postverdad que estaba dispuesta a mostrar solamente una parte de un país que no existía, y eso se demostró en abril, era un país que estaba exigiendo un montón de cosas, era un país pobre, lleno de injusticia social, de arbitrariedades, sólo era una olla de presión", señala.
Fue el 13 de julio pasado, tras el ataque a los universitarios, que el autor de Dos hombres y una pierna, decidió escribir sobre la crisis de Nicaragua.
"Yo veía un discurso que trataba de falsear la realidad, y que todavía está, pero creo que la gente debe saber y conocer la verdad de lo que ha sucedido en este país", insiste el escritor, quien compara a la administración de Ortega con la de Augusto Pinochet en Chile o la de Alfredo Stroessner en Paraguay.
González también explica que la tragedia de Nicaragua no fue repentina, ya que durante años "hubo abusos, lo que pasa es que todo el mundo se calló, a mucha gente le convenía hacer negocios, tener conexiones políticas".
"Los nicaragüenses hemos vivido una parte de la historia oscura de la humanidad, donde se manda a matar a los seres humanos", lamenta un autor que ganó el IV Premio Internacional de Relato Negro, 2011.
Pero esta es una historia inconclusa, al final, aquel mes de abril en que los nicaragüenses pensaron que caería Ortega, continúa pendiente, y es la razón por la que González trabaja en la trilogía.
La primera parte ya se puede comprar en Amazon, y en marzo saldrá la versión impresa en las librerías.
El libro de González se identifica fácilmente por su pasta azul, y en blanco la frase desgarradora del adolescente Álvaro Conrado antes de morir: "Me duele respirar".