Nairobi, 25 mar (EFE).- El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA) celebra hoy una reunión para analizar el golpe de Estado dado ayer por los rebeldes de la coalición Séléka en la República Centroafricana (RC) y para adoptar medidas.
En un comunicado emitido desde la sede de la UA en Adis Abeba, el organismo expresó su “firme condena” de la toma del poder por medios violentos en la República Centroafricana, y adelantó que la reunión pretende “examinar la situación y tomar las medidas necesarias”.
La presidenta de la Comisión de la UA, Nkosazana Dlamini Zuma, se mostró “muy preocupada” por la crisis en el país, y subrayó que “la toma del poder por la fuerza constituye una violación flagrante” de los principios democráticos que defiende el organismo panafricano.
En ese tipo de casos, Zuma recordó que la Unión Africana prevé medidas como “la suspensión de la participación del país en las actividades de la UA, el aislamiento total de los autores del cambio inconstitucional y la adopción de sanciones contra éstos para lograr la restauración completa de la legalidad”.
Los milicianos de Séléka tomaron ayer la capital Bangui, donde el líder rebelde Séléka, Michel Djotodia, se proclamó nuevo presidente, tras la huida del hasta ahora jefe del Estado, François Bozizé, a la vecina República Democrática del Congo.
En una declaración hecha en un hotel de la ciudad, Djotodia anunció la instauración del toque de queda en todo el territorio nacional.
El pasado viernes, la UA ya condenó los enfrentamientos armados y rechazó cualquier vía violenta de acceso al poder.
En enero, se inició en Gabón un proceso negociador entre el Gobierno centroafricano y la Séléka, que culminó con la firma de unos acuerdos de paz el día 11 de ese mes, y que contemplaban un alto el fuego y una transición de un año con un gobierno de unidad nacional que no ha satisfecho las exigencias de la rebelión.
Sin embargo, los rebeldes reanudaron su actividad el pasado miércoles, después de haber dado un ultimátum a Bozizé para cumplir una serie de reivindicaciones -retirada de las tropas extranjeras del país y la liberación de presos políticos, entre otras- que expiró el día 20, y avanzaron rápidamente hasta Bangui.
La coalición Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país el pasado mes de diciembre al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.
Estos tratados contemplaban -entre otros asuntos- la integración de combatientes rebeldes en el Ejército centroafricano, la liberación de una serie de presos políticos, y el pago a los milicianos sublevados que optaran por el desarme. EFE