La muerte del Pacto por México

25/03/2013 - 12:03 am

Hace escasas semanas se aprobó la reforma educativa y está a punto de seguir el mismo camino la de telecomunicaciones. En la cocina se encuentran también las que tienen que ver con el combate a la corrupción, la rendición de cuentas y la transparencia gubernamental, así como la que limita el fuero de los políticos.

Todas estas transformaciones son fruto del Pacto por México –suscrito el pasado mes de diciembre por los principales partidos políticos, con el objetivo de encarar una ambiciosa agenda de reformas–. Hasta el momento hay que reconocer que ha sido bastante exitoso en poner de acuerdo a nuestra clase política.

La percepción general es que –a diferencia de los últimos 15 años, en donde prácticamente no se aprobó ninguna reforma de importancia–, en el escaso tiempo que lleva la nueva administración priista pareciera que se está avanzando a gran velocidad en la agenda de transformaciones pendientes.

Sin embargo, el Pacto por México tiene los días contados.

Según el calendario establecido en el propio Pacto, en el segundo semestre de este año toca abordar las dos cuestiones más espinosas y de mayor importancia para el país –y que afectan los intereses de infinidad de grupos–. Me refiero a la reforma energética y a la fiscal.

El asunto del petróleo y de Pemex sigue siendo un gran tabú en la sociedad mexicana (y en sus partidos). Representa el último mito del nacionalismo revolucionario del siglo veinte. El tema fiscal –incluida la discusión sobre el IVA a alimentos y medicinas– también va a convertirse en un gran punto de discordia.

Si todo ello se mezcla con la discusión sobre el dinero para el próximo año –me refiero a la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2014– el resultado es un coctel verdaderamente explosivo.

Desde un punto de vista estratégico, creo que primero va a presentarse (y discutirse) la reforma hacendaria. En ese rubro podría mantenerse el acuerdo entre los tres grandes partidos (con el voto en contra del PRD en algún tema, como el mencionado del IVA), aunque el consenso empezaría a crujir seriamente.

La reforma energética es el asunto que acabaría de darle la puntilla al Pacto. Por ello creo que se va a presentar lo más tarde posible, y antes se le dará prioridad a algunas propuestas de perfil más bajo, como la nueva ley minera, la relativa a la gendarmería o el código penal único.

Con la reforma energética se va a producir una gran movilización de la izquierda (incluido el PRD) y va a terminar siendo aprobada únicamente con los votos del PRI y del PAN (quien va a exigir algo más a cambio, como puede ser la reelección de los legisladores y alcaldes).

A partir de ese momento, se acabó el Pacto. Cada uno a ver por sus propios intereses y va a perfilarse hacia las elecciones intermedias de 2015. De tal forma que cualquier acuerdo va a resultar realmente complicado de alcanzar.

Con la muerte del Pacto, es cuando realmente va a comenzar el gobierno de Peña Nieto. A partir de ahí es cuando vamos a poder ver de qué madera están hechos él y su equipo.

 

Twitter: @jose_carbonell

http://josecarbonell.wordpress.com

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