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Greenpeace

25/02/2019 - 12:03 am

Personas transformando ciudades...

En cada ciudad donde hay talento hasta por debajo de las piedras y donde las mentes creativas en ocasiones emigran a otros lados en búsqueda de oportunidades, existe una amplia y muy extensa oportunidad de transformar la movilidad y modificación de los espacios públicos para uso de las personas, esas pequeñas modificaciones a corto plazo que hagan cambios significativos a largo plazo. Cual creatividad de un “Banksy” local expresado en una línea de cebra, en una parada de autobús creativa, en un parque trasformado en una playa temporal.

"En todas as ciudades de la República la mancha urbana crece y alcanza lugares donde antes era inimaginable; por lo mismo las necesidades en una ciudad creciente se van acumulando y no siempre son atendidas al ritmo que se requiere". Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro

Ernesto Muro*

Muy a menudo suelo sentarme con mi padre a compartir nuestro pasatiempo de observar mapas, recorrerlos con la mirada y ubicar los monumentos, edificios, museos, avenidas principales, mercados, sitios históricos, imaginar en ellos el andar de las personas y a manera de viaje imaginario situarnos en aquellas plazas, en esos puestos de comida como una afición inexpugnable.

Dentro de todas aquellas cosas que hemos visto al pasar de los años hay una en específico que nos ha llamado poderosamente la atención y es el crecimiento a paso acelerado de las ciudades en periodos no tan largos de tiempo. A mayor población mayor demanda de vivienda y mayor demanda también de espacios para la adecuada movilidad dentro de las urbes, sin embargo, algo importantísimo y que en muchas de las ocasiones sucede es la poca planeación para la construcción de ciudades en las cuales las personas sean los actores principales y no actores de reparto como antesala de los automóviles.

En todas as ciudades de la República la mancha urbana crece y alcanza lugares donde antes era inimaginable; por lo mismo las necesidades en una ciudad creciente se van acumulando y no siempre son atendidas al ritmo que se requiere. Desde el urbanismo táctico se encuentra una oportunidad para que al igual, las personas nos apropiemos de la ciudad, de los espacios, de los parques, semáforos, paraderos de autobuses, para que construyamos y complementemos la forma de diseñar las ciudades.

En cada ciudad donde hay talento hasta por debajo de las piedras y donde las mentes creativas en ocasiones emigran a otros lados en búsqueda de oportunidades, existe una amplia y muy extensa oportunidad de transformar la movilidad y modificación de los espacios públicos para uso de las personas, esas pequeñas modificaciones a corto plazo que hagan cambios significativos a largo plazo. Cual creatividad de un “Banksy” local expresado en una línea de cebra, en una parada de autobús creativa, en un parque trasformado en una playa temporal.

Tengo el sueño de ver mapas con mi papá en un futuro no muy lejano y que las modificaciones que veamos sean de ciudades llenas de ciclovías, en donde si no hay espacio destinado en los proyectos de obras públicas, sean las mismas personas quienes las marquen y las usen, ciudades donde las personas no sufran por el pésimo (y caro) servicio del transporte público y que al contrario sean más solidarias en el uso compartido del automóvil; donde haya mayor seguridad para peatones y que el caminar las calles sea un disfrute que invite a los individuos a recorrer distancias a pie y sin usar máquinas por el simple hecho del disfrute y del goce resultante de llenarse los pulmones de aire limpio y no de contaminantes. Quisiera ver ciudades unidas y no apáticas, más limpias, más sanas, quisiera ver esta ciudad llena de cambios continuos, creativos, innovadores, donde todos participemos y sintamos que las calles en verdad nos pertenecen, donde seamos las personas quienes marquemos la pauta para adecuar la ciudad actual, a esa ciudad que en verdad necesitamos.

*Ernesto Muro es voluntario de Greenpeace

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