La disputa entre FINA y Conade ya trajo el primer episodio escandaloso de la mano de Rommel Pacheco. Sin embargo, mientras muchos aplauden el gesto del clavadista, lo cierto es que las dos partes en conflicto no tienen muchos deseos de llegar a un acuerdo.
Ciudad de México, 25 de febrero (SinEmbargo).- La postura de Alfredo Castillo Cervantes, presidente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), sobre la suspensión de la Federación Internacional de Natación (FINA) hacia México ya es de sobra conocido a estas alturas. México no paga la multa que reclama y el organismo internacional que se dedica a regular las normas de la natación a nivel competitivo está dispuesta a impedir que México participe en Río 2016.
La sanción de 5 millones de dólares impuesta por la FINA luego de la cancelación de los Campeonatos Mundiales de Natación 2017 ha sido la manzana de la discordia entre el organismo público mexicano y la federación internacional. Así mismo, las dos partes involucradas han sido tajantes en sus resoluciones. Ninguna, por supuesto, está dispuesta a ceder.
El punto máximo de escándalo se está dando precisamente en estos días, durante la Copa del Mundo de Clavados, en donde los participantes nacionales no pueden ver ondear la bandera mexicana en caso de llegar al podio. En su lugar la enseña de la FINA sería izada y en caso de que se gane medalla de oro, el himno de la propia Federación sustituiría al mexicano. Así ocurrió.
El triunfo de Rommel Pacheco en la prueba del trampolín de tres metros se convirtió en el caso ejemplar de la disputa entre Conade y FINA, luego de que el clavadista mexicano consiguiera la medalla de oro en la Copa Mundial de Clavados, en Río de Janeiro, Brasil, y tanto la bandera y el himno de la federación internacional fueron mostrados en lugar de los símbolos patrios mexicanos.
El mensaje fue claro y demostró ser más que una simple amenaza. La FINA quiere su dinero y la Conade no está dispuesta a pagar. En el proceso, la natación mexicana, los clavados y el resto de las disciplinas controlados por la federación internacional están pagando los platos rotos.
De acuerdo con Castillo la FINA amenazó a México con no ir a los Juegos Olímpicos de Río 2016 si no pagaban los 5 millones de dólares: “Estaba Carlos Padilla (presidente del COM) de testigo cuando me dijeron que pagara o no iba a Olímpicos. Analicé el contrato y ahí no está estipulado el tema”.
EL GUARDIÁN DEL TESORO… FEDERAL
Sin embargo, a Castillo no parece importarle que la Bandera mexicana ondee o que la creación de Francisco González Bocanegra y Jaime Nunó sea reemplazada por la notas impuestas de la FINA. Para el titular de la Conade es un mero asunto de dinero.
“No estoy dispuesto a regalar 275 millones de pesos para saciar los intereses de unas personas”, dijo, luego de que se le cuestionara la inusual escena en los podios durante la premiación que protagonizó Pacheco.
“A mí lo que me preocuparía no es el tema de la bandera, me preocupa el tema de las represalias contra deportistas que son los más afectados”, agregó. “¿O qué prefieren, que le regale [a la FINA] 160 millones de pesos o impulsar infraestructura deportiva? Estuve en Toronto y es una ceremonia que dura 10 o 20 minutos, hay que empezar a ver otros símbolos ya”.
No obstante, lo peor del discurso de Castillo Cervantes no es querer defender el peso como custodio de camioneta de valores o que Pacheco vista una hilarante camiseta de Popeye en lugar del uniforme del representativo mexicano. Se trata del tono personal con el que declara la negativa a pagar. Ese “no estoy dispuesto” que deja ver más terquedad que sentido común. Castillo se lo ha tomado personal y ni siquiera se trata de su dinero el que está en juego.
“Estoy litigando el asunto, durante tres años a nadie le importó hasta que salió el tema de una bandera. Yo ahorita lo tengo que litigar”, dijo el responsable de la Conade.
Castillo incluso agregó que en el litigio que entabló contra la FINA buscarán recuperar los 9.5 millones de dólares que entregó al organismo el entonces director Jesús Mena, al considerar que se trata de recursos federales.
También, aseguró que quienes firmaron ese contrato con la FINA fue el Gobierno de Jalisco y la Federación Mexicana de Natación, a quienes les deben pedir ese dinero.
“¿Por qué FINA no demandó al Comité Olímpico Mexicano y sí a la Conade?”, dijo.
Las preguntas siguen en el aire. Y mientras el organismo público mexicano se niegue a pagar, la Federación internacional de Natación seguirá aplicando la regla FINA c12.1.1, suspendiendo temporalmente a la Federación Mexicana de Natación por incumplir todas sus obligaciones contractuales relacionadas con la cancelación del Mundial de Natación 2017, en Guadalajara. Mientras tanto, esperemos más atletas mexicanos recibiendo sus medallas de manera inusual.