Buenos Aires, 25 feb (EFE).- Los diseños para la nueva temporada del otoño/invierno austral se abren paso desde hoy en la Semana de la Moda de Buenos Aires (Bafweek), a pesar de las dificultades por las que atraviesa la industria.
Con colores intensos como protagonistas, las marcas más importantes y los diseñadores emergentes de Argentina introducen sus nuevas propuestas, en las que el estilo “grunge” se impone en una suerte de vuelta a los años 90.
Prüne dio el puntapié inicial en un íntimo desfile donde presentó su última colección llamada The Traveller (La Viajera), donde el “nude” y el “animal print exótico” dominaron la escena.
“Nos inspira la mujer independiente, elegante y abierta a nuevas experiencias”, aseguró a Efe María Eugenia Farrell, la diseñadora de esta marca, especializada en carteras, zapatos y prendas de cuero.
El cuero es “un material súper noble. Puede ser lujoso y moderno a la vez, tiene todas las características ideales y está de moda desde hace muchos años. Este año, todavía más”, añadió.
Las dificultades económicas que atraviesa Argentina no pasaron desapercibidas para la organización y para los diseñadores, que a pesar de todo intentan adaptarse a materias primas más caras y un peso recientemente devaluado.
En ese sentido, Farrell agregó que “Bafweek ha transitado por todas las dificultades que ha tenido el país”, al igual que toda la industria de la moda, pero que igualmente “mucha gente tiene mucha fe en este evento”.
“Este año, el cuero subió porque está dolarizado. Esa es la dificultad con la que lucha toda la industria, pero siempre la creatividad nos permite llegar a tener un producto interesante y de calidad en un precio razonable”, concluyó.
En la misma línea, Ana Bizet, de la marca Clan Issime, explicó a Efe: “en Argentina siempre nos enfrentamos a nuevas reglas y los diseñadores nos vamos adaptando a los materiales que nos quedan disponibles. Por eso hay que anticiparse, prever y armar un stock propio con el que trabajar”.
En el principal recinto del evento que se realiza esta semana en el tradicional predio de La Rural, en el barrio porteño de Palermo, distintas marcas, como Clan Issime, exhiben las prendas de sus nuevas colecciones.
El azul marino, el rojo intenso y oscuro, además del clásico negro, conforman la paleta elegida para protagonizar todos los espacios.
También hay pequeñas salas para las prendas tejidas, los accesorios, objetos de decoración como lechuzas y muñequitas japonesas y hasta una máquina de algodones de azúcar para las más pequeñas que acompañan a sus madres o tías a la Bafweek.
Entre los sitios más concurridos del evento se ubican los espacios de Natura Una, la compañía oficial de cosméticos del evento, donde seis maquilladoras permiten a las asistentes sentirse como las modelos de los desfiles.
Precisamente es detrás de escena donde Verónica Mendoza, la maquilladora principal de Natura Una, prepara a una de las chicas que desfilará en la pasarela y un equipo atento sigue cada uno de sus movimientos, para después replicar el mismo estilo en las demás modelos.
“Estamos presentando dos looks de maquillajes que se adaptan muy bien al día y a la noche, con estilos muy intensos. Destacamos los ojos a través de colores metalizados y en los labios usamos rojo y vino”, planteó Mendoza a Efe.
“A través de nuestros productos, expresamos que cada mujer pueda descubrir su mejor estilo y su mejor versión”, agregó.
Este año, la campaña de la Bafweek se titula “Territorios argentinos” y, en las cuatro jornadas del evento, los diseñadores vestirán el espíritu de cada rincón del país con sus creaciones.
Así, habrá diseños dedicados a Buenos Aires, a la región cuyana, a la zona centro, a la Patagonia, al noroeste y al noreste e incluso la flor nacional, el ceibo, tendrá su representación sobre las pasarelas.
El gran evento de la moda porteña seguirá hasta el viernes, con desfiles de marcas como Desiderata, AY Not Dead y Bolivia, en una celebración de estilo y diseño para un invierno que, lejos de ser gris, promete brillo y colores intensos.