Tomando distancia del cine fantástico y sus ya comunes monstruos, Guillermo del Toro regresa a la cartelera del cine en México con El callejón de las almas perdidas, una adaptación de la novela negra del mismo nombre escrita por William Lindsay Gresham.
El filme, que no podría estrenarse sin el toque mexicano, llegará a salas del país el 27 de enero con copias además para la Cineteca de la Ciudad de México y Guadalajara a blanco y negro.
Ciudad de México, 25 de enero (SinEmbargo).– Guillermo del Toro está de vuelta en el cine con El callejón de las almas perdidas (Nightmare Alley), una película con la que el director mexicano se aleja de su distinguido cine fantástico para volcarse en uno de los lados más oscuros del ser humano.
La cinta, adaptación de la novela homónima del escritor estadounidense William Lindsay Gresham, pone el foco en una feria ambulante a finales de los años 40 a la que llega Stanton Carlisle (Bradley Cooper), un hombre que gracias a su carisma logra ser parte de ésta al ganarse la simpatía de varios de sus integrantes como de una vidente (Toni Collette) y su esposo y exmentalista (David Strathairn), de los que logra aprender sus conocimientos.
Las nuevas habilidades de Stanton lo hacen crecer su ambición y al conocer a una misteriosa psiquiatra (Cate Blanchett) decide dar el salto y aprovecharse junto con ella de la élite neoyorquina del momento, al menos hasta que se topa con un peligroso magnate (Richard Jenkins).
Aunque en esta ocasión los monstruos no tienen cabida en la cinta de Del Toro, asegura que uno de los lados más oscuros del ser humano como lo es la demagogia representan a ese temible ser:
“Lo que me preocupó, lo que nos atrajo a Kim Morgan (coguionista) para que hiciéramos la película fue el tema de la verdad, la mentira, el resurgimiento de la demagogia en todo el mundo, una demagogia vacía llena de promesas, la insulación de la verdad y la mentira en sistemas que creamos todos ahora, desde políticos, líderes sociales, artistas, a nivel personal, a nivel espiritual. Estamos viviendo un momento en el que hay una crisis entre la verdad y la mentira a nivel casi epistemológico, y es un momento el que el personaje este de Stanton Carlisle, que es un arribista que sólo busca subir, me parecía muy pertinente para ahora”, comentó Del Toro durante una charla con medios.
El director nacido en Guadalajara, Jalisco, en 1964, hace una analogía sobre el mundo contemporáneo con el de la novela a través de su personaje principal, Stanton Carlisle, un hombre al que no le importa manipular a la gente con tal de que alcanzar sus deseos. Un ser vacío con una idea equivocada sobre lo que es el éxito.
“Es una película que aunque esté situada a finales de los 30 y principios de los 40 habla de cosas muy actuales para mí. Esta idea de la fama como algo vacío, la idea del éxito como algo vacío, como dice el personaje de ‘Peter’ en la película ‘si estás roto, no hay un éxito que te vaya a llenar”.
El galardonado Del Toro que ha alcanzado el reconocimiento internacional al ganar el Óscar a Mejor película y Mejor director por La forma del agua (2017), y ser aplaudido con El laberinto del fauno (2006), siendo estas sus cintas más recordadas, reflexiona sobre el éxito que también lo ha tocado, pero que en sus palabras podría resultar muy peligroso.
“El éxito es una sustancia adictiva y vacía. Yo digo que el éxito es de las cosas que más tienes que parar y pensar. Si te pasa te hace más daño que un fracaso, porque en el fracaso todo el mundo lo sabe procesar. En el fracaso toda la gente de tu alrededor se une y el éxito se empieza a vivir una separación”.
Aunque Bradley Cooper ha sumado en su carrera grandes actuaciones como en Nace una estrella (2018) o American Sniper (2014), que le han valido nominaciones a premios, para del Toro su trabajo en El callejón de las almas perdidas es la mejor. Admite que aunque Leonardo DiCaprio y no el actor fue su primera opción, la actuación que dio para el filme le ayudó a darle un sentido diferente.
“La siguiente persona que para mí fue el ideal para hacerlo fue Bradley Cooper que creo que hizo el mejor papel de su carrera. Un papel al que se dedicó en cuerpo y alma, realmente una extraordinaria labor de construcción, de composición de personaje. Se volvió un socio y amigo entrañable ya para el resto de mi vida. Me ayudó a descubrir y crear a este personaje de una mera muy completa”.
EL TOQUE DE MEXICANO
Del Toro se ha visto seducido desde inicios de su carrera por la novela negra, y aunque ha tenido acercamientos con ella en cortometrajes, es la primera vez que la aborda completamente para un largometraje. Asegura que los exponentes mexicanos de este género son los que lo han inspirado para seguir contando sus historias, sin embargo, señala que no ha encontrado la oportunidad de narrar sus cintas desde sus voces:
“Yo siempre he estado enamorado de la literatura negra, la literatura policiaca. En México se ha hecho gran literatura negra, y de hecho casi por azares del destino la película que yo quería hacer antes de Cronos era una adaptación de la novela No habrá final feliz de Paco Ignacio Taibo II, y hablé con Taibo, hice un corto que se llamaba Doña Lupe, que era una comedia de cine negro en la provincia en Guadalajara y conversé con Taibo haber si me permitía adaptar la novela, pero no se pudo hacer. Después conocí a Bertha Navarro, le gustó la idea de Cronos ahí empezamos. Pero desde muy joven mis intereses han ido entre el cine negro, la literatura policiaca y el género de terror entre otros”.
Eso sí, aunque está basada en una novela estadounidense, esta nueva cinta no se salva de llevar el toque mexicano:
“Yo siempre he dicho, la capacidad para encontrar la humanidad en lo extraño, es totalmente mexicana”.
El callejón de las almas perdidas ya había sido llevada al cine por el director Edmund Goulding en 1947. Por supuesto ambas adaptaciones son narradas desde diferentes perspectivas y momentos. En el caso de Guillermo del Toro deja volar su imaginación, piensa que de haberla hecho hace unos años tal vez la cinta hubiera estado cerca de ser un carnaval oscuro al cine de horror, como era el sello de su cine algunas décadas atrás.
Tomándose justo esta libertad en la creación, Guillermo del Toro no dejó de lado el toque pintoresco en su cinta y uno de los personajes que surgen de la feria fue basado en uno de la vida cotidiana del México de los 70.
“La mujer araña no está en el libro, la saqué literalmente de la mujer araña que vi en el Parque Agua Azul cuando era yo chiquito. Fuimos al Parque Agua Azul y nos fuimos a una feria, entramos y estaba la mujer araña bajo un foco rojo y decía ‘¡ay de mí, miren mi tragedia, quedé así por desobedecer a mi padres’ y eso está en la película (ríe)”.
El callejón de las almas perdidas llega a salas de México este 27 de enero, y por petición de la productora de cine Bertha Navarro, con la que Del Toro ha trabajado de cerca, el filme también llegará en formato blanco y negro de forma especial para México.
“Me comprometo ahorita mismo a que vamos a hacer disponible en la Cinética en Ciudad de Mexico y Guadalajara para se vea en blanco y negro”, culminó el director.