El filme, estrenado en septiembre pasado en el Festival Internacional de Cine de Toronto, ha contribuido a refutar algunas ideas preconcebidas sobre China entre el público de Estados Unidos, donde el filme fue lanzado en diciembre por MTV Documentary Films.
Por Elena Garuz
Berlín, 25 de enero (EFE).- Las imágenes de Wuhan, foco inicial de la pandemia del coronavirus, al año del inicio de su confinamiento contrastan con aquellos dos meses de encierro en los que esta ciudad china quedó completamente paralizada, con la “línea de combate” en los hospitales, como recuerda el filme 76 days (76 días).
“Cada vez que tenemos una pandemia, cuando acaba, simplemente seguimos adelante como si nada hubiera ocurrido, al igual que con la crisis económica. Mi trabajo es seguir recordándole a la gente, que no se olviden de esto”, explica Hao Wu en una entrevista con Efe al hablar de su filme, cuya autoría comparte con otros dos directores.
Su primer instinto, junto a Weixi Chen y un tercer colega, que permanece en el anonimato, era “investigar”, pero no lograron “encontrar nada que no hubiera sido ya descubierto o debatido”.
Por eso decidieron centrarse en aquellos aspectos que hacen “tan único” su material, un enfoque “muy empático” y con mucho respeto, en el que los dos codirectores, desde Wuhan, trataron de captar “los pequeños detalles humanos en la línea de combate, en la zona de guerra”, es decir, en los hospitales, indica.
Una vez dentro de la “zona de contaminación”, el personal del hospital no tenía energía ni recursos para controlar lo que se filmaba, por lo que, en ese aspecto, hubo total libertad a la hora de captar esos ejemplos de resiliencia en medio de la tragedia.
Según Wu, el filme, estrenado en septiembre pasado en el Festival Internacional de Cine de Toronto, ha contribuido a refutar algunas ideas preconcebidas sobre China entre el público de Estados Unidos, donde el filme fue lanzado en diciembre por MTV Documentary Films.
Muchos asocian China y Wuhan al coronavirus y al mercado de animales vivos de esa urbe de once millones de habitantes, considerado el origen de la COVID-19, pero en el filme ven que tras el “caos inicial”, la ciudad fue capaz de gestionar la situación.
“EL CONFINAMIENTO ACABÓ TRAS 76 DÍAS. EN EU NO HAY FINAL A LA VISTA”
Ven hospitales bastante modernos y se sorprenden de la eficiencia de los mismos, algo que no asocian con China, y “se preguntan por qué aquí no está ocurriendo igual”, señala.
“El confinamiento acabó tras 76 días. En Estados Unidos, no hay final a la vista y sencillamente estamos esperando a que la vacuna nos salve, pero no sabemos si la vacuna realmente nos puede salvar. Están impactados al ver lo bien que China gestionó el confinamiento y lo mal que Estados Unidos maneja su respuesta”, agrega.
Para explicar el gran contraste en la gestión de la pandemia en las diferentes partes del mundo, “la clave está en una actuación pronta y decidida, con un fuerte liderazgo y una población dispuesta a escuchar a científicos y al gobierno”.
Pero también puede deberse a “diferencias culturales”. Así, los países del este asiático, con una gran influencia del confucianismo, como Corea, Japón y Singapur, lo están haciendo bien, “mucho mejor que algunos países occidentales”.
En general, Asia y África lo están haciendo bien, porque están tan acostumbrados a brotes y pandemias, que “la gente sabe que cuando te golpea un brote, sigues las órdenes” del gobierno y “te pones la mascarilla”, resume.
En China, donde la película se hizo viral hace unas semanas después de que un “influencer” con 19 millones de seguidores se percatara de que el filme era candidato a los Oscar, el público reaccionó de manera positiva ante este documento que refleja la “pérdida colectiva” y la “experiencia traumática” que ha supuesto la pandemia.
Rodar en Wuhan supuso para los dos colegas de Wu un “desafío extremo” desde el punto de vista físico, ya que tenían que cubrirse “con las mismas múltiples capas” que el personal médico.
Pero lo más importante fue el “estrés mental”, sentirse “completamente indefensos, observando deteriorarse a la gente, viendo como morían”.
DOCUMENTANDO HISTORIA
Fue un “trauma emocional” para ellos, reconoce; él, para quien era obviamente “más fácil” porque se encontraba en Nueva York, sólo podía decirles que se cuidaran, pero que siguieran filmando, porque estaban “documentando historia”.
El cineasta señala que de manera consciente no quería hablar sobre la respuesta oficial a la pandemia, porque “China no es sólo el gobierno o el partido”.
“La gente no es sólo un mero engranaje en la máquina, la gente tiene capacidad de actuar de manera independiente, puede tomar decisiones para ser amable con los demás o no serlo”, afirma.
En ese sentido, agrega, dentro del hospital, las historias eran en su abrumadora mayoría positivas, lo que hace de este documental un filme “tan esperanzador” para todos.
De momento, 76 días está disponible desde hace unos días en la plataforma bajo demanda Dogwoof y a partir de marzo podrá verse también en Apple TV, iTunes y Vice.