Trump anunció una serie de represalias contra las ciudades que no cooperen con las autoridades migratorias, prometiendo despojarlas de apoyos económicos federales. Pero el gobierno podría encontrar desafíos legales a cualquier esfuerzo por forzar una cooperación. Algunas cortes federales han fallado que las jurisdicciones locales no pueden retener a los inmigrantes más allá de su sentencia de prisión ni negarles la fianza basándose únicamente en una solicitud por parte de las autoridades migratorias. En octubre, una corte federal de Illinois decretó que el gobierno necesitaba de una orden judicial para tomar la custodia de los inmigrantes retenidos en prisiones locales.
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Miami (EU), 25 ene (EFE).- Un grupo de cien alcaldes de ciudades y jurisdicciones municipales de Estados Unidos se reafirmó hoy en su "compromiso de mantener ciudades inclusivas", tras la firma de dos ordenes ejecutivas en materia de inmigración por parte del presidente Donald Trump.
"Las órdenes ejecutivas de hoy no cambian quiénes somos ni cómo gobernamos nuestras ciudades y lucharemos contra los intentos de socavar nuestros valores y la seguridad de nuestras ciudades", señaló la coalición Ciudades en Acción.
Trump firmó hoy dos órdenes ejecutivas para ordenar la construcción "inmediata" de un muro en la frontera con México y el retiro de fondos federales de las llamadas "ciudades santuarios", en las que las fuerzas locales se niegan a colaborar con las autoridades federales en la deportación de los indocumentados.
La medida ha disparado el rechazo no solo de decenas de organizaciones sociales y civiles, sino también de alcaldes de las principales ciudades del país como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Miami.
"Trabajaremos para continuar construyendo la confianza entre los residentes de la ciudad y las fuerzas de seguridad", destaca el comunicado.
La orden firmada por Trump que corta fondos federales a las "ciudades santuario" pretende perjudicar a ciudades como Nueva York, Chicago o Los Ángeles, que se han comprometido a proteger a los inmigrantes indocumentados de las amenazas de que puedan ser deportados por nuevas decisiones presidenciales.
El Alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, advirtió hoy que acudirá "inmediatamente" a la Justicia si la Administración de Donald Trump decide poner en marcha la orden ejecutiva para cortar fondos federales a las "ciudades santuario".
"Defenderemos a nuestra gente no importa de dónde vengan ni su estatus legal", afirmó De Blasio en una comparecencia ante los periodistas, horas después de que Trump firmara una orden ejecutiva.
Esta orden "no cambia lo que somos, una ciudad de inmigrantes", afirmó el alcalde de la mayor ciudad de Estados Unidos, mientras en distintos puntos de Nueva York centenares de vecinos se manifestaban en las calles en apoyo a los inmigrantes.
De Blasio aseguró que esa orden ejecutiva que niega los fondos federales a estas ciudades pone en riesgo las relaciones entre la Policía y las comunidades.
Entre las agencias impactadas negativamente con la orden ejecutiva está el Departamento de la Policía, que entre esos fondos federales recibe dinero para su unidad contra el terrorismo.
De Blasio señaló que eliminar esos fondos es una "acción injusta" que pone en riesgo la seguridad.
La ciudad también recibe fondos para un programa de vivienda que beneficia a neoyorquinos de escasos recursos económicos, así como para servicios de protección a niños y para el Departamento de Salud.
De Blasio aseguró además que esa orden ejecutiva enfrentará resistencia en todo el país, y reiteró que esta ciudad continuará defendiendo a inmigrantes.
"Nueva York ha sido un lugar inclusivo desde antes de que el Presidente firmara su orden ejecutiva y lo seguirá siendo. Una orden no puede cambiar lo que somos, una ciudad de inmigrantes y de oportunidades", sostuvo el alcalde.
En 2003 el Concejo aprobó una resolución declarando a Nueva York como "ciudad santuario", lo que implica que no comparte información confidencial de inmigrantes con agencias federales a menos que haya una orden de un juez, y ofrece diversos servicios a esta comunidad, entre ellos asistencia legal.
"No deportaremos a neoyorquinos respetuosos de las leyes, no separaremos familias, no dejaremos niños sin sus padres, no dejaremos a las familias sin su sostén económico", dijo enfático De Blasio.
Por su parte, el jefe de la Policía, James O'Neill, aseguró que continuarán trabajando como hasta ahora con las agencias federales para mantener a Nueva York como una ciudad segura y reducir la criminalidad, pero advirtió que no se pondrá en riesgo la confianza de las comunidades en los cuerpos de seguridad.
Después de que se conocieran las medidas de Trump, centenares de neoyorquinos se lanzaron a las calles para expresar su rechazo a las políticas de Trump con concentraciones en Queens, Brooklyn y en el bajo Manhattan.
Una de las principales organizaciones de defensa de inmigrantes, Se Hace Camino Nueva York, también dejó escuchar su voz para rechazar "la xenofobia de Trump y sus esfuerzos por denigrar a familias inmigrantes".
"Tenemos un mensaje para el Presidente: estamos aquí para quedarnos y nos mantendremos firmes en nuestro esfuerzo para mantener las familias juntas", afirmó Javier Valdez, copresidente de la organización comunitaria.