El guardia y los ejidatarios reconocen que las productoras de la serie aún pretenden filmar una segunda temporada, por lo que muchos de los pedazos de escenografía siguen en los campos del área protegida.
La grabación en Áreas Naturales Protegidas no está prohibida, pero se necesita tramitar un permiso para realizarla ante la Secretaría de Gobernación.
Por Arturo Contreras Camero
Ciudad de México, 24 de noviembre (Pie de Página).– Entre los invernaderos y los ejidos de San Gregorio Atlapulco y Xochimilco se yergue un viejo pueblo mexica, las réplicas del palacio donde se albergó Hernán Cortés hace 500 años, una maqueta de lo que parece un juego de pelota y un tzompantli (una estructura llena de cráneos humanos) falso.
Todo es parte del set de filmación de la serie de televisión Hernán, una megaproducción de Televisión Azteca que recrea la llegada de las tropas de Hernán Cortés a México Tenochtitlán hace cinco siglos. La serie recrea los paisajes de la ciudad acanalada, construida en medio del lago de Texcoco por el imperio mexica.
Para lograrlo, las productoras Dopamine y Onza Entertainment pidieron permisos a los ejidatarios que controlan este pedazo de tierra. Los ejidatarios aceptaron.
Sin embargo, la zona es un Área Natural Protegida en la que sólo se permite la creación de infraestructura apta para la producción agrícola o para el ecoturismo de bajo impacto.
De acuerdo con un reportaje de la Revista Proceso, la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno de la Ciudad de México clausuró el lugar el 19 de marzo pasado y ordenó el retiro inmediato de las instalaciones, pero las grabaciones continuaron hasta finales de mayo.
En el lugar, un guardia de la empresa Adamantium Seguridad, vinculada a Ricardo Salinas Pliego, porque brinda continuamente servicios de seguridad a sus empresas patrulla la zona.
“No dejamos que la gente se acerque a tomarse fotos”, dice mientras camina lejos de los restos de escenografía que quedan en el ejido. “Con cámaras si no los dejamos, por eso de que vayan a filtrar imágenes de la serie, que aún no se estrena”.
El guardia y los ejidatarios reconocen que las productoras de la serie aún pretenden filmar una segunda temporada, por lo que muchos de los pedazos de escenografía siguen en los campos del área protegida.
“La producción sacó los permisos de medio ambiente correspondientes, ellos hicieron todo el trámite y sacaron todos los permisos necesarios”, asegura el doctor Armando Ibarra, uno de los ejidatarios del lugar. “Se fueron felices, porque van a regresar a hacer una nueva película, o una segunda parte. Al parecer autorizaron también los ejidatarios, porque ellos también están sacando los permisos”.
La grabación en Áreas Naturales Protegidas no está prohibida, pero se necesita tramitar un permiso para realizarla ante la Secretaría de Gobernación.
Rodolfo Telésforo, otro de los ejidatarios, reconoce que al principio hubo “un par de detallitos” con la producción y el Gobierno, pero aseguró que “ya se encuentra todo bien y resuelto”.
El lugar, que ahora se ve abandonado, llegó a estar lleno de cientos de actores, automóviles, tráilers de producción y todo lo que una megaproducción como esta implica. De acuerdo con los realizadores, cada episodio tuvo un costo de producción cercano al millón y medio de dólares.
Para recrear la vida de la ciudad que estaba en el ombligo de la luna, la empresa El Ranchito, prestó su servicio de efectos visuales, esta empresa también trabajó en algunos capítulos de la serie Game of Thrones. En esta ocasión fue la encargada de desarrollar los escenarios donde se escenificaron las batallas que se retratan en la serie.
