El Necaxa ganó su primer partido en liguilla desde 2002, sin embargo todo se decidirá en Pachuca en el partido de vuelta.
Por Eduardo López
Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo/ASMéxico).- Necaxa derrotó 2-1 a Pachuca, en duelo correspondiente a la ida de los Cuartos de Final del Apertura 2016 de la Liga MX. Los goles de los Rayos fueron obra de Luis Gallegos, al 32′ y Claudio Riaño, al 85′. Víctor Guzman había puesto el empate parcial al 65′.
Necaxa sometió al Pachuca a placer en la primera mitad. “El Conejo” Pérez surgió como la última resistencia hidalguense. Primer, Isijara impactó desde la derecha y el veterano guardameta se recostó a su derecha para alejar el peligro. Después, Michel García accionó un misil de bolea que obligó al vuelo de Pérez; bestial, eterno. Pero suele pasar que tanto encomio turba a quienes lo reciben.
A Pérez se le vinieron encima los arreos del Necaxa (y los años de experiencia, que no son pocos). Gallegos disparó desde la frontal y Pérez se retacó las manos de mantequilla. El balón saltó de sus palmas, se abrió paso entre sus piernas y rebotó tras la línea de cal; como si estuviera poseído por algún espectro que quisiera atormentar al ‘Conejo’.
El público del Estadio Victoria la tomó contra Pérez. Algo injusto: nadie vilipendia a quien le ha brindado un regalo. Llovían los gritos de ‘gol’ cada que la pelota se acercaba al decano. En tanto, Pachuca seguía atascado. Diego Alonso golpeaba a su máquina, que emanaba una humareda negra. Finalmente, el mecanismo comenzó a funcionar, aunque cuando lo hizo, el rayo ya le había averiado el sistema central.
Pérez siguió recibiendo el fuego. Rayos y centellas: el misil de Iturra estalló tras la meta de Pérez y Gallegos aún creía que las manos de “El Conejo” seguían sucias. Entre tanto, Jara despertó al tuzo con un disparo que se elevó hacia los cielos de Aguascalientes y Víctor Guzmán, con una raya fulminante desde la frontal, empató el marcador. Un balazo de Hirving Lozano, encorsetado por Beckeles toda la noche, forzó a que Barovero limpiara el óxido de sus manos.
Cuando los soldados recolectaban las municiones que utilizarían para la segunda batalla, Edson Puch pisó la pelota, con la cadencia de un gimnasta rítmico, y citó a Riaño, quien definió “a-lo-Modric”: brochazo con el exterior. Golazo para el epílogo.
El Necaxa ganó su primer partido en liguilla desde 2002. Pero Pachuca aún no suelta el cetro. El Rey aún vive. Y el Rayo también.