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¿Qué horror vivió Zitlala? Confirman 32 cuerpos y 9 cabezas humanas. Y siguen buscando...

24/11/2016 - 9:33 pm

El Grupo de Coordinación Guerrero  detalló que de las 20 fosas ubicadas, en 17 de ellas se encontraron restos humanos y hasta el momento ningún cuerpo ha sido identificado. Además de que no hay detenidos como probables responsables. La zona donde fueron encontradas las fosas es tierra que se disputa la banda criminal de Los Ardillos y Los Rojos, y ha sido tiradero de cadáveres desde 2014.

Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo/El Sur).– 32 cuerpos fueron exhumados de las fosas clandestinas halladas en Zitlala, Guerrero, informó hoy el Grupo de Coordinación Guerrero.

De acuerdo con un comunicado, este jueves finalizaron las excavaciones en 20 fosas clandestinas, en las que se recuperaron 32 cuerpos y 9 cabezas en el Cerro Tenanchitla.

El Vocero de Seguridad del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, informó que peritos de la Fiscalía General del Estado y personal del Semefo, recuperaron cuerpos y los restos humanos,y fueron trasladados a Chilpancingo para iniciar las diligencias necesarias y lograr su identificación.

El Grupo de Coordinación Guerrero  detalló que de las 20 fosas ubicadas, en 17 de ellas se encontraron restos humanos y hasta el momento ningún cuerpo ha sido identificado. Además de que no hay detenidos como probables responsables.

En el documento se precisa que aunque las excavaciones terminaron, los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional continuarán recorriendo la zona en busca de indicios de más fosas clandestinas en la zona.

La FGE inició la Carpeta de Investigación 120401902200196211116 por el delito de Homicidio en contra de quien resulte responsable.

La zona donde fueron encontradas las fosas es tierra que se disputa la banda criminal de Los Ardillos y Los Rojos, y ha sido tiradero de cadáveres desde 2014.

En los últimos dos años, según cifras del colectivo de familiares de desaparecidos y asesinados Siempre Vivos de Chilapa, han desaparecido o asesinado a más de 17 personas y han desplazado a unas 20, como consecuencia de la violencia provocada por los dos grupos criminales.

Independientemente de las cifras que tiene el colectivo Siempre Vivos, hay denuncias de otras agrupaciones civiles como el Centro de Derechos Humanos José María Morelos (Centro Morelos) que revela que en menos de cuatro años en esa zona han ocurrido al menos 80 desapariciones y 120 asesinatos como consecuencia de la pugna entre los dos grupos criminales.

Versiones de vecinos informaron que las cabezas encontradas en una hielera en Zitlala son de los nueve cuerpos decapitados hallados el pasado martes en la carretera de Tixtla que va a Chilapa. Según las versiones, los cuerpos pertenecen a sicarios de la banda criminal de Los Ardillos los cuales fueron levantados en pueblos de Zitlala y Chilapa por Los Rojos.

El martes una patrulla del ejército y la policía recibió la denuncia de que había cautivos en un campamento rural cercano al cerro. Los efectivos acudieron a investigar, liberaron a una persona secuestrada, encontraron restos humanos en una hielera y encontraron las fosas.

En las primeras excavaciones encontraron siete cuerpos. El miércoles hallaron cinco cuerpos más. Y hoy se dio el balance final.

Desde el 2014, las autoridades han localizado decenas de fosas clandestinas con cadáveres en diversas zonas del municipio de Zitlala y en los limites con los municipios de Mártir de Cuilapan (Apango) y Chilapa.

En noviembre del 2014, en un cerro cercano a la comunidad de Ocotlán fue localizada una fosa clandestina con 10 cadáveres, uno de ellos fue identificado como el sacerdote ugandés Jhon Ssenyondo.

El 29 de abril del 2014 el cura había sido levantado por integrantes del grupo delictivo de Los Rojos cuando salía de oficiar una misa en la iglesia de la comunidad de Santa Cruz, del municipio de Chilapa.

El clérigo, quien en sus misas le decía a la gente que denunciara el acoso que sufrían por parte de la delincuencia organizada, se negó a hacer un sacramento bautismal al hijo de un líder de este grupo delictivo, contaron después sus feligreses.
Esto motivó que el jefe de la banda criminal ordenara el secuestro y la privación de la libertad del religioso.

Hace una semana el dueño de una tortillería, Nahúm Miranda Astudillo, fue ejecutado junto con su chofer. El empresario era hermano de la directora del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de ese municipio, Cecilia Miranda Astudillo.

Un mes antes, una familia integrada por Mario García Capistrán de 58 años, su esposa María Feliciano Diego de 48, sus hijos Félix de 25 años, Santa de 23 y Marco Antonio García Feliciano de 18, y la madre de Mario, Florencia García Capistrán de 80 años, desapareció en la carretera cerca de Tlaltempanapa, Zitlala. Hasta el municipio siguen desaparecidos.

El 27 de enero, los gobiernos federal y estatal implementaron una operación con 5 mil militares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Policía Federal (PF). Ese día se informó que iban en busca de los principales capos del grupo criminal de Los Rojos.

En ese tiempo ese grupo criminal mantenía una férrea confrontación con el grupo adversario Los Ardillos el cual a la fecha tiene presencia en los municipios de Quechultanango, Mochitlán, Tixtla, Chilapa y pretende llegar a Zitlala y a Mártir de Cuilapan, en donde se han incrementado las ejecuciones y desapariciones en los últimos días.

El 22 de noviembre pasado, militares, policías ministeriales y estatales entraron a Tlaltempanapa, una comunidad que está cercana a donde fueron encontradas las fosas clandestinas el lunes. Los policías y militares iban en busca de los seis integrantes de la familia García Feliciano que desaparecieron cuando regresaban de Tlalcozotitlán, municipio de Copalillo, e iban a Ixcatla, en Zitlala, de donde son originarios. Tlaltempanapa es una comunidad nahua de unos mil habitantes que está a unos 20 minutos al norte de Zitlala. La cabecera municipal se encuentra bajo el resguardo de civiles armados del grupo autoproclamado Paz y Justicia, cuyos integrantes irrumpieron del 9 al 14 de mayo del 2015 en Chilapa, donde según el colectivo de Siempre Vivos fueron levantados 16 vecinos en esa cabecera municipal. A los civiles armados los relacionan con el grupo criminal Los Ardillos.

En noviembre del 2016, cerca de este mismo lugar fueron privadas de su libertad 21 personas, entre ellas dos mujeres y fueron asesinadas cuando menos seis, denunció entonces José Díaz Navarro, vocero de la organización Siempre Vivos.

 

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