Los pobladores de Polixtepec aseguran que desde hace tres meses hombres armados han violentado la comunidad, por lo que pidieron apoyo al gobierno de Astudillo, sin embargo, les mintió, pues les dijo que mandaría a soldados de la Marina, policías federales y estatales. No ha hecho nada.
Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo/El Sur).- La medianoche del domingo hombres armados irrumpieron la comunidad de Polixtepec, Guerrero, y mataron a cuatro personas: una mujer adulta y tres de sus hijos jóvenes. También incendiaron tres casas y se llevaron a dos hombres, uno de ellos era la pareja y padre de las víctimas.
Vecinos de esta localidad han declarado que unos 40 pistoleros llegaron en varios vehículos alrededor de las 23:30 horas y permanecieron en el pueblo hasta cerca de las 2:00 de la madrugada de ayer, lunes.
Polixtepec se encuentra a unos 40 minutos al este de Filo de Caballos, en la sierra de Leonardo Bravo, Chichihualco. Este pueblo de unos 300 habitantes vivía en paz hasta hace tres meses, cuando hombres armados se llevaron una unidad del servicio público y entonces se desató una cadena de hechos violentos. Ahora los lugareños se encuentran “secuestrados” en su propio pueblo.
La violencia no sólo les ha dejado muertos, también una zozobra que los mantiene la mayoría de los días encerrados en sus casas, sin poder salir ni si quiera a trabajar al campo o a surtirse de víveres a otros lugares.
También desde entonces está cerrada la telesecundaria, la primaria, el jardín de niños y la casa de salud, porque los maestros y la enfermera del lugar se niegan a ir a trabajar por temor a la violencia, igual que los empleados de las empresas distribuidoras de productos.
“Nosotros lo que queremos es vivir en paz, como antes. La mayoría de aquí no tenemos nada que ver con los pleitos, aquí nos dedicamos a sembrar maíz, frijol, calabaza. Pero a ver, ahora no podemos ni siquiera a levantar nuestro maíz porque tenemos miedo que nos maten en el camino”, dice un hombre parado en la esquina, a unos 20 metros de donde las primeras horas de la madrugada de ayer hombres armados atacaron con granadas y con disparos de armas de grueso calibre a una vivienda que quedó hecha cenizas, igual que otras dos que estaban juntas y a las que alcanzó la conflagración provocada por la metralla y una granada.
El campesino dice que el siniestro de las tres viviendas no fue para menos, pues los disparos se escucharon durante casi dos horas y media, -de las 23:30 horas del domingo, aproximadamente, a las 2:00 de la madrugada de ayer lunes-. En uno de los incendios murieron calcinadas, o quizás antes fueron alcanzados por las ráfagas, dos mujeres y dos hombres. Eran la madre y sus tres hijos jóvenes.
Junto al campesino que cuenta la tragedia que vive este pueblo hay otros más. Uno de ellos cuenta que después de que los hombres armados se llevaron la combi para dejarlos sin el servicio de transporte público, comenzaron a irrumpir constantemente y a cualquier hora al pueblo.
“Por eso, aquí, nosotros nomás son las siete y ya todos estamos en nuestras casas, ya nadie anda en las calles”, comenta otro de los campesinos que se encuentra dentro del grupo y poco a poco los demás van tomando confianza.
Sin embargo nadie quiere hablar de la identidad del grupo agresor, “no sabemos quiénes son, no los conocemos, no son de aquí, vienen de fuera”, coinciden todos, aunque ya por separado dicen que han escuchado que les dicen Los Villalobos, “en alusión al apellido de un hombre que es de por aquí”, confiesa uno de los hombres de avanzada edad.
En tanto, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó a través de un comunicado que se inició la averiguación previa BRA/CHI/016/2015 por el delito de homicidio, y refirió que, de acuerdo con las investigaciones, las cuatro personas murieron por disparos de arma de fuego.
Sin embargo, los pobladores no sólo responsabilizan a los criminales de la violencia en Polixtepec, también a los policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Comunidades del Estado de Guerrero (UPOEG), “que nomás pasaron un día aquí, se metieron a las casas a robar, mataron a tres desconocidos a la salida del pueblo y se fueron”.
Los campesinos cuentan que entre los hechos violentos más resonantes está el del 5 de noviembre, cuando el grupo delictivo que mantiene a raya a los pobladores emboscó al comisario municipal Joaquín Romero Ríos y a su secretario, Víctor González Luna, a unos cinco kilómetros del pueblo cuando se dirigían al pueblo Campo de Aviación para abastecerse de gasolina.
Al día siguiente, el 6 de noviembre, mataron afuera del pueblo a un comandante de la Policía Rural que tenía su base en Campo de Aviación, aunque de él nadie recuerda su nombre.
Al otro día, el 7 de noviembre, policías ciudadanos de la UPOEG se enfrentaron con el grupo de sicarios que mató al comisario, a su secretario y al comandante de la Policía Rural. En el enfrentamiento, que según los lugareños duró al menos siete horas, murieron tres de los pistoleros.
La noche del domingo regresaron y con granadas y disparos de armas de grueso calibre atacaron la vivienda de Héctor Barragán Arellano y de su esposa, Cristina Vega Barragán. En el ataque murió ésta y tres de sus hijos: Gloria de 23 años, Adán de 18 e Isaél de 16.
Además los pistoleros levantaron a Héctor Barragán, quien suponen va herido, así como al joven Norberto Nava Barragán de 27 años.
“Nosotros lo que queremos es que el Gobernador o el Presidente de la República vean estos casos. Que haya seguridad y más que nada que busque a los responsables, pues”, dice en tono afligido uno de los campesinos que no se cansa de ver las casas siniestradas.
El mismo hombre se queja de que el Gobernador Héctor Astudillo Flores engañó a los pueblos de la sierra, porque les dijo la semana pasada que les iba a mandar soldados de la Marina, agentes de la Policía Federal y de la Policía Estatal para que los cuidara, “pero aquí no ha venido nadie, si hubieran estado aquí no hubiera pasado esto”.
Agrega que ayer, después del nuevo ataque que sufrieron en este pueblo, todos los habitantes ya se iban del pueblo, “pero nos pusimos a pensar, ¿y si nos atacan en el camino?, otros dijimos ¿y dónde vamos a andar con nuestros chamacos?, la verdad es que no nos salimos porque tenemos miedo”, reconoce el hombre que más habla.
Agrega que ese es el problema y explica que por eso se quedaron a correr riesgos, aunque sin escuelas para sus hijos ni enfermera ni atención médica. Lo peor, ya casi sin alimentos ni víveres para sobrevivir.
Así seguirán secuestrados en su propio pueblo, mientras el gobierno no les garantice seguridad para que vivan en paz, o para que abandonen Polixtepec sin el temor de ser emboscados en el camino.
HOMICIDIOS EN GUERRERO AUMENTAN 30% EN 2015
Guerrero continúa siendo el estado con la mayor tasa de homicidios dolosos con 46.27 asesinatos por cada 100 mil habitantes en los primeros 10 meses de 2015, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Los datos oficiales indican que de enero a octubre de este año se han registrado en Guerrero mil 651 homicidios dolosos, que superan en 383 la suma en el mismo periodo de 2014, que fue de mil 268. En los 10 primeros meses de este año, los homicidios dolosos en el estado son 30.20 por ciento más que en el mismo periodo de 2014.
Además, los homicidios contabilizados en lo que va de 2015 son más que los que se contaron en los 12 meses de 2014, que fueron mil 514, es decir, que en 10 meses de este año van 137 más que en todo el año anterior.
En octubre se registraron 167 homicidios dolosos, cifra que se incrementó en cuatro casos la registrada en septiembre, lo que suma mil 651 asesinatos en los diez meses del año.
En los datos oficiales resalta que en Guerrero los homicidios dolosos el mes pasado fueron tres más que los registrados en el Estado de México, que tuvo 164, a pesar de que la entidad vecina es la más poblada del país, y tiene más de 4.5 veces el número de habitantes que tiene el estado.
Con base en los hechos registrados en averiguaciones previas iniciadas o carpetas de investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE) al 31 de octubre, en Guerrero la dependencia reportó seis secuestros, 12 denuncias de extorsión, 151 robos de vehículo con violencia y 223 robos de vehículos sin violencia.
De acuerdo con el reporte del SESNSP, en los 10 meses del año se han registrado mil 651 homicidios dolosos, 68 secuestros, 120 casos de extorsión, mil 200 vehículos robados con violencia y 2 mil 408 sin violencia.
Agosto sigue siendo el mes del año con mayor número de homicidios dolosos con 199, en septiembre se registraron 163 y se incrementó en cuatro en octubre, registrando 167 hechos, un promedio de 5.4 asesinatos por día.
La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes se incrementó de septiembre a octubre de 42.69 a 46.27, casi cuatro veces más que la media nacional que es de 11.63.
Guerrero permaneció con la mayor proporción de asesinatos por cada cien mil habitantes en el país, le sigue Sinaloa que reporta una tasa de 27.64 puntos y Chihuahua con 22.18.