Este problema no se debe a una sola causa sino que su aparición es multifactorial. Pueden intervenir desde procesos reactivos autoinmunes a deficiencias alimentarias, infecciones por hongos y problemas fisiológicos.
Por Jordi Sabaté
Madrid, 24 de octubre (ElDiario.es).- La caspa es un proceso natural en la regeneración del cuero cabelludo, en cierto modo normal; a todos se nos salta y se nos escama la piel muerta de las capas superiores del cuero, la llamada epidermis. Lo que pasa es que se trata de un proceso gradual y apenas imperceptible, porque generalmente se produce en escamas u hojuelas minúsculas. Así, lo normal es regenerar la epidermis del cuerpo aproximadamente cada mes.
Sin embargo en algunas personas esta regeneración dérmica se produce de un modo más acelerado, de modo que se forman escamas más grandes y visibles que saltan y quedan entre los filamentos de pelo como plaquitas blanquecinas; es lo que comúnmente llamamos caspa. En estas personas la regeneración dérmica del cuero se da cada dos semanas o incluso semanalmente, dando un efecto poco estético y de falta de higiene, a menudo falso e injusto.
CAUSAS DE LA CASPA
No obstante, la caspa como fenómeno podríamos llamarlo "problemático", no se debe a una sola causa sino que su aparición es multifactorial. Pueden intervenir desde procesos reactivos autoinmunes a deficiencias alimentarias, infecciones por hongos y problemas fisiológicos, todos ellos combinados. En general, las principales causas de la formación de hojuelas de caspa son:
· Micosis por exceso de generación de sebo capilar: hay personas que por sudor o por excrecencia de los folículos generan demasiada grasa en la base del cuero. Esta alcaliniza el medio y lo hace propicio para que prospere el hongo Malassezia furfur, que en condiciones normales no causa problemas y vive en todas las cabezas. Ahora bien, cuando encuentra un medio rico en grasas las utiliza de alimentos para crecer en exceso. Este crecimiento provoca irritación, enrojecimiento inflamatorio y desprendimiento frecuente de hojuelas grandes de piel muerta.
· Pediculosis: la presencia de piojos o liendres que nos pase inadvertida en un primer momento, puede delatarse por la aparición anormal y repentina de plaquetas de caspa, producto de la erosión cutánea al rascarnos por los picores.
· Uso de champús alcalinos: algunas personas emplean champús neutros o alcalinos porque tienen la piel sensible; el problema es que si tienen el pelo graso, facilitarán así la acción de hongos que creen micosis similares a la de Malassezia furfur y den lugar a inflamaciones. Hay que tener claro que la caspa no se produce porque la piel del cuero esté demasiado seca.
· Deficiencia de zinc: se relaciona la deficiencia de zinc con una caída en el sistema inmunitario, un incremento de los procesos inflamatorios y un aumento de la producción de sebo. Todo ello puede provocar alergias y dermatitis por aumento de micosis (infección por hongos), dando lugar en algunos casos a la caspa.
· Estrés: el estrés también puede tener consecuencias inflamatorias y de debilitamiento del sistema inmunitario, dando lugar a micosis y dermatitis seborreicas.
· Psoriasis: es raro que ocurra, pero la psoriasis, una enfermedad autoinmune, puede extenderse al cuero cabelludo y generar escamas de caspa.
CÓMO EVITAR LA CASPA
La acción única o combinada de los factores arriba expuestos puede provocar que las hojuelas sean demasiado evidentes y por tanto se nos tilde de tener caspa. Ahora bien, tal como explica Nayra Merino, dermatóloga de Dermamedicin Clínicas e integrante de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), este es un problema que en mayor medida "afecta en torno a un 50 por ciento de la población adulta en el mundo".
Para combatir la caspa existe un remedio mediante diferentes champús anti-caspa que se anuncian en los media y que se pueden encontrar en farmacias y parafarmacias. La mayoría son ácidos e incluyen zinc, antiinflamatorios y ketoconazol, un antifúngico que elimina las posibles micosis, incluida la de Malassezia furfur.
Ahora bien, podemos combinar algunas de las siguientes estrategias naturales para ver si logramos evitar o disminuir la caspa sin necesidad de cambiar de champú o comprar uno que a buen seguro será más caro:
· Lavarnos con mayor frecuencia: si tenemos el pelo muy graso debido a que generamos mucho sebo, al lavarnos el pelo a diario evitamos su acumulación y por tanto le robamos el alimento a los hongos.
· Aplicarnos vinagre: con independencia del champú que usemos podemos hacernos friegas de vinagre blanco tras el lavado para bajar el pH del cuero cabelludo. Lo dejamos unos minutos y seguidamente podemos aclararnos con agua o bien dejarlo y esperar a que se vaya el olor, ya que es un excelente acondicionador del pelo ecológico.
· Comer frutos secos: el objetivo es proveernos de suficiente zinc, aunque los frutos secos pueden darnos muchos otros oligoelementos que eviten deficiencias y alergias. Además son ricos en ácidos grasos Omega 3/6, con importantes efectos antiinflamatorios.
· Comer mayor cantidad frutas y verduras: el objetivo es fortalecer la flora intestinal mediante la fibra vegetal -su alimento- y evitar así alergias y otros procesos autoinmunes.
· Comer pescado azul con mayor frecuencia: debido a su buena proporción de ácidos grasos omega 3 y 6.
· Poner remedio al estrés: fácil decirlo, pero no por ello más cierto que si una excesiva tensión emocional persiste, la caspa puede seguir presente por mucho que apliquemos las estrategias arriba citadas. Si es necesario acudiremos a un profesional, o bien practicaremos deporte o distintas aficiones para "cambiar de chip" y descargar tensión, etc.
Si ni con estos remedios ni con un champú anti-caspa logramos hacer desaparecer el problema, la mejor alternativa será acudir al dermatólogo.