El Semáforo Delictivo Nacional destacó que este año cerrará con más de 24 mil homicidios y 18 mil ejecuciones, cuando en 2011 hubo 17 mil ejecutados por el crimen organizado. Lo que preocupa más, dijo Santiago Roel, director de la ONG, es que México se encuentra inmóvil ante el gran fracaso de la estrategia de seguridad.
Ciudad de México, 24 de octubre (SinEmbargo).- Con 18 mil 505 homicidios dolosos registrados de enero a septiembre, 2017 corre a ser el peor año en inseguridad en la historia de México, reveló este día la organización Semáforo Delictivo Nacional.
En conferencia de prensa, Santiago Roel, director de la ONG, detalló que el número de homicidios dolosos registrados en lo que va del año representa un aumento del 23 por ciento con respecto al mismo periodo de 2016 (22 mil).
“Lo grave no son tanto los números, preocupa más que México se encuentra inmóvil ante el gran fracaso de la estrategia de seguridad”, lamentó el activista.
De acuerdo con los datos del sistema de seguridad del tercer trimestre, de 18 mil 505 homicidios dolosos registrados hasta septiembre, 14 mil 513 corresponden a ejecuciones del crimen organizado, un crecimiento de 53 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Roel calculó que, de seguir la tendencia, este año cerrará con más de 24 mil homicidios y 18 mil ejecuciones, cuando en 2011 hubo 17 mil ejecutados por el crimen organizado.
“Por mucho, [este es] el peor año de la historia reciente en materia de seguridad”, dijo Santiago Roel.
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Los estados que están en doble rojo por homicidios son: Colima, Guerrero, las dos Baja California y Chihuahua; pero hay un incremento de este delito en 27 de los 32 estados.
Los cinco estados con mayor índice de violencia son Nayarit, con 346 por ciento; Baja California Sur con 153 por ciento, Aguascalientes con 121 por ciento, Quintana Roo con 101por ciento y Baja California con 72 por ciento.
Refirió que se incrementó la extorsión y el robo de auto en 16 por ciento en el año, las lesiones dolosas 14 por ciento; el secuestro, 9 por ciento; y el robo a casa 3 por ciento.
Santiago Roel urgió al Gobierno federal aceptar el fracaso de la guerra contra el crimen organizado– implementado en 2006 por el entonces Presidente Felipe Calderón–, y terminar con el mecanismo de cooperación con Estados Unidos para paso a una política de regulación de drogas.
"Seguimos enfrascados en una guerra estéril que nos han impuesto los Estados Unidos, una guerra que nada resuelve. Sólo hemos atomizado a los cárteles de la droga, son tantos que ya no sabemos quiénes se compiten la plaza.
"El incremento de violencia a partir del Plan Mérida es muy claro. Todo lo malo se ha incrementado desde el inicio de este plan: ejecuciones, secuestros, extorsiones, corrupción de alto impacto y consumo de droga, y todo por obedecer fielmente a la DEA", concluyó.