Naciones Unidas, 24 Oct (Notimex).- El trabajo sin remuneración, como las labores domésticas, perpetua la pobreza y la exclusión social de las mujeres, advirtió la Relatora Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la Pobreza Extrema, Magdalena Sepúlveda.
En un último informe, presentado la noche del miércoles a la Asamblea General de la ONU, Sepúlveda llamó a los Estados a reconocer el trabajo de cuidado no remunerado “como un importante problema de derechos humanos”.
“Cuando los Estados no proporcionan, financian, valoran y regulan debidamente el trabajo doméstico, las mujeres asumen, inevitablemente, gran parte de esas responsabilidades, en detrimento del disfrute de sus derechos humanos”, señaló.
La relatora expuso que labores como cocinar, limpiar la vivienda y cuidar de niños y ancianos perpetuan la pobreza y la exclusión que sufren las mujeres, y que pese a su importancia social y económica esos trabajos son en general ignorados por el Estado.
“El cuidado debe ser una responsabilidad colectiva, en vez de caer por completo en los hombros de las mujeres. Llamo a todos los Estados a reconocer el trabajo no remunerado como un asunto mayor de derechos humanos”, insistió la relatora en un comunicado.
El informe precisó que tanto en países desarrollados como en desarrollo las mujeres trabajan más que los hombres en labores no remuneradas, aunque reciben menores ingresos y menos reconocimiento, en especial cuando viven en condición de pobreza.
Sepúlveda explicó que para empoderar a las mujeres es preciso garantizar que el trabajo no remunerado sea más apreciado y apoyado, y que se comparta tanto con los hombres como por el Estado, que debe reconocerlo en sus acciones y políticas.
Recordó que deber de los Estados es “garantizar el acceso a los servicios públicos y a la infraestructura necesaria para apoyar este tipo de trabajo, tales como guarderías, atención médica, acceso al agua potable y suministro de energía”.
“Si se quiere lograr el disfrute de los derechos humanos y un desarrollo sostenible y con equidad, no podemos permitirnos el lujo de ignorar el trabajo de cuidado no remunerado”, advirtió Sepúlveda.
Señaló que la agenda de desarrollo después de 2015 debe incluir el tema del trabajo de cuidado no remunerados.
“Lograr una distribución más equitativa de la carga de trabajo no remunerado entre hombres y mujeres es un paso esencial hacia el logro de la igualdad de género”, destacó la Relatora Especial de la ONU.