La Catedral de Notre-Dame recuperará la voz de su órgano luego del incendio de 2019

24/09/2021 - 3:52 pm

Tras el incendio de la Catedral de Notre-Dame en 2019, el famoso órgano está en proceso de restauración y sonará, no como antes del incendio, sino como hace 200 años, cuando estaba limpio y no había hollín que afectara su acústica.

Por Orlando Torricelli

París, 24 de septiembre (RFI).– El incendio que sufrió la Catedral de Notre-Dame en 2019, además de provocar enormes daños en el edificio, apagó la voz de su órgano, joya del Patrimonio Nacional. Ahora se encuentra en un lugar seguro y deberá sufrir un largo proceso de restauración. Conversamos con Mario D’Amico, afinador uruguayo que coordinó su desmontaje y que probablemente también contribuya a devolverle su voz original para 2024.

Apasionado por el órgano desde niño, Mario D’Amico viajó brevemente a Alemania y luego se trasladó a Barcelona, donde durante veinte años aprendió y se perfeccionó en el oficio.

Actualmente instalado en Francia como responsable del taller Atelier Quoirin, D’Amico asumió la compleja tarea de desmontar uno a uno los ocho mil tubos que conforman el instrumento para ponerlos en un lugar seguro. “Con los mismos tubos -que son miles- se pueden hacer mil órganos, con diferentes sonidos”, explica.

“Afortunadamente sufrió relativamente poco, porque con un incendio la tubería puede fundirse a temperatura relativamente baja. Nos esperábamos lo peor, pero no había tubos derretidos. Había algunas trazas de agua, pocas respecto a la increíble cantidad que tiraron los bomberos”, recuerda el organista.

El órgano estaba sucio del polvo de la piedra cuando cayó la aguja que perforó la nave en abril de 2019 y del plomo sublimado. Ahora el trabajo más importante es la descontaminación. Después de un año expuesto a la intemperie, la canícula y las altas temperaturas, hace falta una revisión y restauración completa de todos los mecanismos.

El incendio de 2019 consumió gran parte de la Catedral de Notre Dame. Foto: AP

La próxima etapa será limpiarlos cuidadosamente, haciendo las reparaciones necesarias. La principal dificultad reside en conservar la armonía del instrumento. De todos modos, después de haber sido montados nuevamente hay que calcular unos seis meses de armonización. Lo cual implica, como detalla D’Amico a RFI, “largas horas de trabajo diurno y nocturno, porque para hacer la armonización se necesita un silencio total, es decir la catedral cerrada”.

“Toda la historia de la organería francesa está resumida en el órgano de Notre-Dame”.

EL ÓRGANO DE NOTRE-DAME RECUPERARÁ SU VOZ

“El órgano va a sonar igual porque ha sido desmontado de forma muy cuidadosa y los tubos almacenados de forma que no se deformen”, explica el organista.

Puede, sin embargo, que cambie la acústica, muy ligeramente, tras la restauración de la Catedral. “Esto tampoco es un problema porque es un edificio que vive, sufre los cambios del tiempo. Cuando se instaló el órgano en siglo XIX la piedra de Notre-Dame estaba 200 años menos sucia de lo que está hoy día; esa capa de hollín que cubre la piedra modifica la acústica”, detalla D’Amico.

Básicamente con el órgano restaurado, se escuchará a Notre-Dame limpia. “Y dentro de 200 años, la escucharemos como estaba antes del incendio. Hay que vivir con ello, no podemos bloquear un momento en la historia o crear una falsa acústica de iglesia sucia”, reconoce.

“El órgano de Notre-Dame seguirá siendo fabuloso con la piedra limpia o sucia, será siempre un instrumento emblemático que por lo menos hay que escuchar una vez en la vida”.

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