La vacuna de Sinovac, que en Latinoamérica se produce en cooperación con el instituto brasileño Butantan, con sede en Sao Paulo, se encuentra en la última fase de ensayos en adultos a gran escala en países como Brasil, Indonesia o Turquía.
Pekín, China, 24 de septiembre (EFE).- El presidente de la farmacéutica china Sinovac, Yin Weidong, aseguró hoy que su vacuna contra el coronavirus, una de las más avanzadas del mundo, podrá comenzar a aplicarse masivamente a la población a principios del próximo año.
Durante una visita de EFE y otros medios a los laboratorios y la fábrica de la compañía en Pekín, Yin dijo que su factoría tiene capacidad para producir 300 millones de dosis anuales de la vacuna, llamada CoronaVac.
La compañía comenzó a construir en marzo una fábrica específica para producir esta vacuna contra el coronavirus, que ya está produciendo dosis desde hace varias semanas.
Yin explicó que probaron siete métodos diferentes de vacuna, pero encontraron que "la vía de la vacuna inactivada era la mejor".
Aseguró que las pruebas realizadas en la fase 3 a los mayores de 18 años "no han mostrado especiales reacciones adversas", y afirmó que su vacuna es capaz de "combatir todas las cepas del coronavirus SARS-Cov-2 existentes en el mundo".
CoronaVac se está ahora probando en Brasil, Turquía, Bangladesh e Indonesia: "Es mejor hacer los test en el exterior porque en China la pandemia está prácticamente controlada y sería difícil probar su efectividad aquí", agregó el presidente de Sinovac.
Yin indicó que también se está estudiando la posibilidad de que su vacuna se pueda fabricar en otros países.
Sinovac anunció el pasado 9 de septiembre que los resultados de los ensayos de su vacuna CoronaVac en las fases 1 y 2 habían mostrado "buena seguridad e inmunogenicidad" en adultos sanos mayores de 60 años al igual que lo hicieron entre las personas de entre 18 y 59 años.
Los niveles de anticuerpos en los mayores de 60 fueron ligeramente inferiores a los que arrojaron las pruebas con población más joven, según la compañía.
Conseguir que la vacuna se pueda aplicar a toda la población, incluidos niños y adolescentes, es una de las claves para prevenir rebrotes del virus en las escuelas y guarderías.
La vacuna de Sinovac, que en Latinoamérica se produce en cooperación con el instituto brasileño Butantan, con sede en Sao Paulo, se encuentra en la última fase de ensayos en adultos a gran escala en países como Brasil, Indonesia o Turquía.
La CoronaVac tiene aseguradas 46 millones de dosis en el país sudamericano hasta diciembre y otros 16 millones para el primer trimestre de 2012, según las autoridades brasileñas.
Cerca del 90 por ciento de los empleados de la farmacéutica china en todo el mundo y sus familias han recibido sus dosis, según la empresa.
Cuatro vacunas chinas se encuentran actualmente en la fase 3 de ensayos clínicos -entre un total de nueve en el mundo-, aunque una de las cinco restantes forma parte de un consorcio formado por la china Fosun Pharma, la alemana Biontech y la estadounidense Pfizer.
Las cuatro totalmente chinas son las de Sinovac, Sinopharm, el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan y la de Cansino Biologics, que comenzó a usarse a finales de junio en el Ejército chino.