El informe Regulación: El Control Responsable de las Drogas alerta que los esfuerzos globales del control de las drogas han traído una “dramática consecuencia no intencionada: un mercado ilícito criminal de proporciones asombrosas”. También recuerda que el mercado de las drogas ilegales escala a niveles asombrosos, pues se estima que en 2005 recaudó 320 mil millones de dólares a nivel minorista. Y abunda en que el crimen organizado es una amenaza para la seguridad de las naciones, debido a que “tienen el poder de desestabilizar a la sociedad y los gobiernos”.
Destaca que el mercado ilegal de las drogas alimenta la corrupción y la violencia. “Cuando las instituciones estatales ya están desorganizadas y carecen de fondos suficientes, la vulnerabilidad a la corrupción relacionada con el mercado de drogas solo aumenta, a medida que los grupos del crimen organizado buscan asegurar y expandir su control”, agrega.
Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo).- Un nuevo informe de la Comisión Global de Política de Drogas plantea que los gobiernos deben encaminarse a la regularización de las drogas como una estrategia efectiva para desempoderar a los grupos del crimen organizado que se ven beneficiados por el control de los estupefacientes.
La Comisión está conformada por líderes de todo el planeta; están desde Ernesto Zedillo, ex Presidente de México, hasta Richard Branson, fundador del Grupo Virgin; participan Javier Solana, Mario Vargas Llosa, César Gaviria, Fernando Henrique Cardoso, Ricardo Lagos y el ex titular de la Reserva Federal Paul Volcker, entre otros.
El informe Regulación: El Control Responsable de las Drogas, que se presenta hoy en la Ciudad de México, plantea que “existe un consenso notable – incluso entre los principales organismos de aplicación de la ley – de que la prohibición ha empoderado y enriquecido al crimen organizado. Sin embargo, no hay consensos sobre cómo enfrentar el problema”.
La Comisión, encabezada por Ruth Dreifuss, ex Presidenta de Suiza, e integrada por otros ex mandatarios, como el de México, Ernesto Zedillo, alerta que los esfuerzos globales del control de las drogas han traído una “dramática consecuencia no intencionada: un mercado ilícito criminal de proporciones asombrosas”.
El documento precisa que alrededor del mundo hay unos 250 millones de personas “que están tomando riesgos consumiendo drogas actualmente prohibidas”.
“Las drogas ahora son el mercado de productos ilegales más grande del mundo. El choque entre el aumento de la demanda y una respuesta prohibicionista inflexible ha alimentado la expansión del mercado global, controlado por defecto exclusivamente por grupos criminales”, agrega.
También recuerda que el mercado de las drogas ilegales escala a niveles asombrosos, pues se estima que en 2005 recaudó 320 mil millones de dólares a nivel minorista, comparable con el comercio mundial de textiles.
“Este inmenso comercio criminal socava las instituciones estatales y obstaculiza el desarrollo sostenible”, indica.
La Comisión abunda en que el crimen organizado es una amenaza para la seguridad de las naciones, debido a que “tienen el poder de desestabilizar a la sociedad y los gobiernos”.
“El negocio de las drogas ilícitas vale miles de millones de dólares al año, parte del cual se usa para corromper a funcionarios del gobierno y envenenar economías”, agrega.
El informe ejemplifica con los casos de los países de América Central, México y el Caribe, donde los cárteles de drogas están propagando la violencia.
El informe también explora los resto de regular las drogas, sobre todo para países en desarrollo y en regiones donde la capacidad institucional es frágil; así como un panorama de cómo proteger los intereses de las poblaciones socialmente marginadas y económicamente vulnerables y que actualmente están involucradas en una economía ilegal de drogas.
Destaca que el mercado ilegal de las drogas alimenta la corrupción y la violencia. Precisa que las organizaciones delictivas “flexibles y oportunistas” se sienten naturalmente atraídas por las comunidades empobrecidas, los estados frágiles o los países sensibles a la corrupción. En estas naciones, detalla, las amenazas a su negocio por parte del Estado se pueden mantener más fácilmente al límite, se minimizan los costos de producción o tránsito y se maximizan los beneficios.
“Cuando las instituciones estatales ya están desorganizadas y carecen de fondos suficientes, la vulnerabilidad a la corrupción relacionada con el mercado de drogas solo aumenta, a medida que los grupos del crimen organizado buscan asegurar y expandir su control”, agrega.