ENTREVISTA | Joselo Rangel y sus cuentos sobre personas desorientadas

24/09/2015 - 12:05 am
Joselo Rangel defiende su universo rockero y se declara fan de Peter Capusotto. Foto: Francisco Cañedo, SInEmbargo
Joselo Rangel defiende su universo rockero y se declara fan de Peter Capusotto. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

El guitarrista y compositor de Café Tacvba presenta un libro de cuentos titulado “One Hit Wonder”, con Almadía y portada de Alejandro Magallanes

Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo).- “Odio a Joselo Rangel. No sólo es el guitarrista de la mejor banda de rock de este país. Encima de todo, el sinvergüenza escribe bien. Y lo peor de todo es que adoro sus cuentos más que sus canciones, y eso que soy fan de Café Tacvba. ¡Es el Buckaroo Banzai mexicano!”, escribió el entrañable narrador e historietista BEF.

Calificaba así con altas notas la temeridad literaria de Joselo, quien presenta One Hit Wonder, un exquisito libro de cuentos editado por Almadía, donde el músico hace gala de una pluma encantadora y amena.

 

Escribe esos cuentos de personas desorientadas, temerosas o ignorantes del futuro que les espera, con una soltura que permite pensar en lo impensable: que es fácil escribir, que narrar es un asunto que todos tenemos al alcance de la mano.

Un entusiasta del rock que en un concierto le da un vistazo revelador al lado oculto del ambiente de la música. Novias que conspiran desde la sombra para llevar a la fama a la banda de sus novios, aunque a estos y sus compañeros no estén convencidos de sus métodos. Un hombre convencido  de que su destino es ser estrella porno.

Un mundo de criaturas inusitadas en el libro del guitarrista de Café Tacvba. Foto: Especial
Un mundo de criaturas inusitadas en el libro del guitarrista de Café Tacvba. Foto: Especial

Todo transcurre en una atmósfera rockera, porque esa es al fin y al cabo la savia de que está hecho este artista multifacético, nacido en Veracruz en 1967.

Junto con su hermano Quique, Rubén Albarrán y Emmanuel del Real, Joselo formó Café Tacvbsa en 1989. Es autor de canciones como “María”, “Esa noche”, “El baile y el salón”, “Rarotonga”, “Cero y uno”, “Aprovéchate”, entre muchos otros éxitos de la agrupación.

De forma paralela, como solista ha grabado los discos Oso (2002) y Lejos (2006). Ha publicado reseñas y artículos para revistas y páginas electrónicas como Sub, El foco, Día Siete, Gatopardo y Spunik.

Actualmente publica la columna “Crocknicas marcianas” en el diario Excelsior; algunos de estos textos se compilaron en un libro del mismo nombre publicado en 2011.

Publica semanalmente cuentos y artículos en textosmutantes.com.

“DAR ENTREVISTAS ES COMO UNA TERAPIA PARA MÍ”

–Todos tus personajes tienen miedo del futuro o lo ignoran…

–Siempre estoy pensando en el futuro. Creo mucho en mis agendas. Siempre estoy planeando lo que voy a hacer la próxima semana, el siguiente mes o el año que viene. Tengo todo muy acomodado en términos de tiempo, aunque al final me doy cuenta de que todo se mueve.

–¿Dirías que el futuro es una obsesión para ti?

–Sí, es una obsesión. El tiempo, en general. Me encantan las historias del viaje en el tiempo, las consecuencias de un acto determinado. Antes tenía mis agendas con un plumón, pero ahora cargo un lápiz porque sé que al final todo va a cambiar. Mi trabajo es tocar en una banda de rock que todo el tiempo que está cambiando. Es como una terapia, estos cuentos los publiqué en un blog durante 2014, llegó un momento en que la escritura se convirtió en un reto, escribir sin pensar mucho. Al leer el libro me estoy conociendo y me preguntó qué buscan mis personajes, por qué son talentosos y no lo saben.

Con Café Tacvba compone canciones para un nuevo disco, que producirá el argentino Gustavo Santaolalla. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Con Café Tacvba compone canciones para un nuevo disco, que producirá el argentino Gustavo Santaolalla. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–También es un libro sobre el éxito

–Creo que para mí también ha sido una preocupación el ser reconocido, porque sino, de otro modo, no mostraría estos cuentos. No creo en esos que dicen que hacen las canciones para ellos y que no les importa la fama. A mí me interesa comunicarme con el público. Leo mucho, cuando encuentro un autor que me gusta, leo todo lo de él y quiero compartirlo con la gente. Me pasa lo mismo con los discos, busco a la gente que tiene los mismos gustos musicales con la gente.

–No hay que olvidar que está el futbol

–No me gusta el futbol. Tampoco me disgusta. No me apasiona.

–Creo que ahí está la raíz de todos tus problemas

–(risas) Totalmente. Me pasa con los perros. Veo un perro y no siento nada. No me gusta ni me disgusta. Si hablo de futbol con un argentino, la conclusión que saca es que el futbol no me gusta, porque no siento su pasión. Si me encuentro con un adorador de los perros, le llamará la atención mi indiferencia. No odio a los perros.

–¿Tus hijos te han obligado a tener mascotas?

–Sí. Ahí voy lidiando. Todos los días, la más chiquita de mis hijas me pregunta: -¿Ya quieres a Kahli, papá? Bueno, ya me cae un poco mejor, le digo. Así voy. Me caen mejor los gatos. Los gatos me apasionan.

–Tu libro me hizo acordar a la literatura de paso estadounidense, Sam Sheppard, por ejemplo…

–Sí, tengo mucho de todo eso. He leído todo Bukowski. He leído todo John Fante. Me encantan Jim Thompson y Bret Easton Ellis. Soy muy fan de Kurt Vonnegut, que es como mi máximo. Esa visión pesimista llena de humor que tiene Vonnegut es mi modelo. Y me encanta el escenario del rock. Siempre sentí necesidad de leer ese tipo de literatura.

–Hay una moda de músicos que escriben

–Se supone que el rockero es el tipo que está fuera de la sociedad. La mamá de la chica no quiere que ande con un rockero, porque se trata de un drogadicto, mugroso, que no se baña. Resulta que ahora al rockero se le pide que hable de Ayotzinapa, que tenga una postura política, que no haga cosas incorrectas…entonces digo, pónganse de acuerdo, ¿quieren un desmadroso o quieren a una persona que tenga unas convicciones políticas inquebrantables? Pues no, ahora sí que yo soy puro rocanroll, que hagan lo que quieran, como diría el cómico argentino Peter Capusotto.

El artista se toma muy en serio su trabajo en la literatura. Foto: francisco Cañedo, SInEmbargo
El artista se toma muy en serio su trabajo en la literatura. Foto: francisco Cañedo, SinEmbargo

–Voy a llorar, es una tragedia ser rockero

–(risas) De repente, en este momento sí se permite que un músico saque un libro, como para demostrar que no somos unos tontos… Lo que más leo es ficción. Tener mi columna en el Excelsior me encanta, pero lo que yo quería es un libro. Ahí es donde quiero competir. Sacar un libro en Almadía, que no publica cualquier cosa, me entusiasma mucho. Cuando lo recibí y me puse a leerlo fue un sueño que se hizo realidad.

–Tu cara en la magnífica portada de Magallanes…

–Cuando me llegó y vi mi cara surgió un sentimiento ambivalente. Finalmente no puedo dejar de ser lo que soy y reconocer que habrá mucha gente que se acercará a comprar el libro porque soy el guitarrista de Café Tacvba. Bueno, quizás este libro sirva más que esas campañas con el lema “lee 20 minutos al día porque eso te hará mejor persona” y eso está bien.

El músico y escritor presenta hoy su libro en la ciudad de México. Foto: Especial
El músico y escritor presenta hoy su libro en la ciudad de México. Foto: Especial

–Entonces no te puedo preguntar por Ayotzinapa

–(risas) ¿Por qué no? Todo lo que vivimos ahora se expresó en El Grito reciente. Antes era una fiesta, la gente salía a la calle, se emborrachaba, era el gran pretexto para la alegría. Percibí que no, que esta vez no fue así  y que la gente se preguntaba qué estaba celebrando en realidad. Lo que creo es que hace falta preguntarnos si vale la pena ver el mundo en términos de países. México está pésimo, pero si abres la perspectiva hay otros países que están igual y que es en realidad el mundo el que está pésimo.

Hay cosas malas en todos lados y buenas también. Okey, salgamos corriendo de aquí, pero ¿adónde nos vamos? ¿dónde es ese lugar que es perfecto? Tal vez deberíamos ver las cosas no como sociedad sino como individuo y elegir ese sitio donde nos podamos desarrollar mejor como artista y como ser humano. Café Tacvba es un ejemplo de esto. Empezamos el grupo diciendo que éramos mexicanos y que había que tomar nuestra cultura para mostrarla al mundo. De repente el grupo se ha ido haciendo más universal. Hasta el mismo Rubén (Albarrán) cuando le gritan ¡Viva México!, replica con un ¡Viva el mundo! ¿Para qué sirven las fronteras? ¡Para controlarte!

–¿Quedó algo de la canción rupestre en las nuevas generaciones? Te lo pregunto cuando se cumplen 30 años de la muerte de Rockdrigo

–Quién sabe. Recién estaba sonando Jaime López aquí (librería El Péndulo de La Roma). Y lo escuchas y dices: -Por Dios, qué bueno es Jaime López. Es lo máximo. Pero estamos en México y nadie lo considera el genio que es ni le da el lugar que se merece. En otro país, Jaime López sería muy grande. Si fuera argentino, sería inmenso. Si fuera español, sería Joaquín Sabina. Quise mostrarle Jaime López al público e hicimos el grupo Jaime López y su Chilanga Banda. Tocamos en Guadalajara, en México y pensé que nos iban a llamar de muchos lados y no fue así. ¿Qué escuchan los jóvenes? No tengo la menor idea, pero a Jaime López o a Rockdrigo González seguro que no.

–¿Qué es lo que viene?

-Estamos grabando nuevas canciones con la banda y pronto iniciaremos una gira con Zoé

–Que es como unir el agua y el aceite

–No te creas, ya tocamos juntos Zoé, Babasónicos y Café Tacvba y nos fue muy bien.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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