Las autoridades de Perú investigan quién fue el responsable de cerrar la puerta del estrecho pasillo por el que 120 personas intentaron escapar de una discoteca cuando oficiales arribaron al lugar para realizar una redada por el incumplimiento del confinamiento y que dio como resultado 13 personas fallecidas.
Lima, Peru, 24 de agosto (AP).- Las autoridades investigaban el lunes quién cerró la puerta del estrecho pasadizo de una discoteca en Perú en la que 13 personas murieron aplastadas durante una intervención policial por violar el confinamiento para detener la propagación del nuevo coronavirus.
La tragedia, la primera de su tipo en Latinoamérica durante la pandemia, generó que la policía detenga a 23 asistentes y que el Parlamento cite a declarar el martes al Ministro del Interior, Jorge Montoya, y a Felipe Castillo, el Alcalde del distrito limeño Los Olivos, donde ocurrieron los hechos.
La fiesta se desarrollaba en la discoteca Thomas la noche del sábado cuando 20 policías ingresaron para detener a 120 asistentes. La discoteca funciona en la segunda planta de un local y la única conexión con el primer piso es un pasadizo con escaleras de apenas un metro de ancho.
Hasta el momento las autoridades han dicho que una avalancha de personas comenzó a bajar por el pasadizo, pero se desconoce quién cerró la puerta al final del mismo e hizo que los asistentes a la fiesta se aplasten unos a otros al no poder abrirla. Las normas locales indican que las puertas de las discotecas deben abrir hacia afuera.
Hasta ahora nadie se ha responsabilizado por los hechos.
El dueño del local, Leandro Montoya, y su esposa Nélida Díaz están detenidos. Pero su defensora, Misael Lijarza, afirmó que el establecimiento había sido alquilado a otra persona que aún no fue hallada.
El jefe policial de Lima, Jorge Cayas, dijo a la radio RPP que una pericia determinó que durante la intervención no hubo disparos ni bombas lacrimógenas, como aseguraron algunos familiares de los asistentes a la fiesta. Un fragmento de video grabado por las cámaras de seguridad de la discoteca y difundido por la policía muestra a agentes auxiliando a varios aplastados.
El Alcalde Castillo afirmó que su responsabilidad es “estrictamente emocional” pese a que la discoteca no tenía licencia y funcionaba desde 2016.
Mientras las autoridades buscan a los responsables, los familiares de las víctimas esperaban en las afueras de la morgue de Lima la entrega de los 13 cuerpos, de los cuáles 11 dieron positivo al coronavirus luego de una prueba a sus cadáveres. De los 23 detenidos, 15 también están infectados.
Desde el 16 de marzo está prohibido el funcionamiento de las discotecas en Perú y las reuniones, incluso las familiares, están suspendidas. El Gobierno también ha ordenado a los peruanos que permanezcan en sus casas los domingos.
Los contagios en el país sudamericano suman un promedio de 9 mil nuevos casos por día. Los hospitales están colapsados y el país acumula uno de los índices de mortalidad más elevados del mundo, de acuerdo con un relevamiento de la Universidad Johns Hopkins.
Perú suma más de 594 mil contagiados y 27 mil 663 muertos a causa del virus. El país es el segundo con más contagios en Latinoamérica luego de Brasil.