De acuerdo con las asociaciones que integran la Alianza por la Salud Alimentaria, industrias como Coca-Cola utilizan los eventos deportivos para maquillar la imagen de su marca.
Ciudad de México, 24 de julio (SinEmbargo).- Miembros de diversas organizaciones de la sociedad civil que forman parte de la Alianza por la Salud Alimentaria se manifestaron la tarde del martes a las afueras del Comité Olímpico Mexicano, con el objetivo de exigir al Comité Olímpico Internacional (COI) que ponga fin al convenio publicitario que tiene con la empresa Coca-Cola.
A través de un comunicado, la Alianza informó que dicha protesta se realizó como parte de la campaña global “Kick Big Soda Out of Sports”/”Saquemos a la gran industria de bebidas endulzadas del deporte”, cuyo fin es alertar a la población sobre los daños a la salud y el medio ambiente que provocan las industrias de ese tipo y la forma en que utilizan los eventos deportivos para lavar su imagen.
De acuerdo con las organizaciones, la presencia de refresqueras en eventos deportivos de la magnitud de los Juegos Olímpicos representa un gran problema debido a la enorme exposición que genera para las marcas y las audiencias a las que pueden llegar, incluyendo a niñas y niños, en quienes puede generarse una normalización del consumo de sus productos.
Según se indicó en el comunicado, Coca-Cola se ha publicitado en las justas olímpicas desde 1928. Esto a pesar de los múltiples estudios que demuestran que el consumo de bebidas azucaradas, como las que produce dicha compañía, están asociadas al desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión arterial.
La Alianza por la Salud Alimentaria criticó el uso “perverso” del deporte, y de las y los deportistas profesionales para promocionar productos que no sólo son nocivos para la salud, sino también una enorme fuente de contaminantes plásticos.
“Se estima que Coca-Cola produce más de 134 mil millones de botellas de plástico [según su propio informe de negocios y sustentabilidad de 2022], de las cuales sólo una minoría logra ser reciclada”, señaló la asociación.
Del mismo modo, citaron estudios realizados por Greenpeace y universidades mexicanas, en los cuales se menciona que las empresas refresqueras son “las principales generadoras de contaminación plástica en México y el mundo”, provocando graves daños a la biodiversidad y a la salud pública.
“No podemos permitir que estas empresas sigan lavando su imagen al patrocinar eventos tan importantes como las Olimpiadas, es tiempo de desenmascarar los daños que causan a la salud y al planeta”, apuntó Ornela Garelli, campañista de Océanos Sin Plásticos en Greenpeace México.
📢 La acción de hoy frente a @COM_Mexico es parte de la campaña global #KickBigSodaOutofSport.
Junto con @AguaParaTodxsMX @PODERlatam @inspmx exigimos el fin del convenio del Comité Olímpico Internacional con la refresquera Coca-Cola.🚫#JuegosOlímpicos https://t.co/I1elNMgtiJ pic.twitter.com/EIO0yA0WXX— Actúa por la salud (@actuaporlasalud) July 24, 2024
Las organizaciones que conforman la Alianza también señalaron el enorme problema que representan las industrias refresqueras en cuanto a explotación de recursos hídricos se refiere.
Al respecto, la organización Agua para todos mencionó que, tan sólo en 2023, “Coca-Cola utilizó el agua de 950 mil 531 personas en México”, y añadió que, mediante campañas publicitarias muy agresivas, “le han quitado su papel al agua como fuente de hidratación, poniendo sobre ella a sus productos dañinos a la salud humana y de nuestro planeta”.
Por otra parte, se abordó el tema de cómo las industrias como Coca-Cola han utilizado su poder económico para influir en la toma de decisiones políticas para su beneficio. El investigador Daniel Castrejón apuntó que la refresquera ha incidido en los congresos locales “de manera directa o bien mediante ejércitos de equipos consultores destinados a hacer cabildeo para promover modificaciones legislativas de reducción de impuestos o bien obstaculizar iniciativas en los congresos que busquen limitar su venta, regular los plásticos de un solo uso, la publicidad y distribución en los territorios que opera”.
Las organizaciones concluyeron que no hay lugar para la promoción de refrescos en el deporte, por lo que debe presionarse a las autoridades deportivas internacionales para eliminar los patrocinios de dichos productos y de otros que causan daños a la salud y al medio ambiente.