Científicos han asegurado que no existe ninguna evidencia de que la vacuna para combatir la COVID-19 afecte los ciclos menstruales.
Madrid, 24 de julio (Europa Press).- En las últimas semanas, mujeres de diferentes estados de todo el mundo están reportando cambios en sus ciclos menstruales, alteraciones hormonales, e incluso crecimientos de pecho tras haber sido vacunadas contra la COVID-19, tanto en una primera dosis como con las pautas completas.
¿Hasta qué punto existe una correlación? Para ello preguntamos desde Infosalus a las dos principales sociedades científicas que pueden respondernos sobre esto, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y la Sociedad Española de Inmunología (SEI) y ambas coinciden en lo mismo: Tranquilidad porque, actualmente, no hay relación ni evidencia científica entre ellas, más allá de los nervios, el estrés o la ansiedad que pueda generarse con la vacunación, pero por el acto de vacunarse, como puede suceder con cualquier otro evento de nuestra vida, y que puede llegar a ocasionarnos en las mujeres alteraciones menstruales. Así que tranquilidad.
A este respecto, el miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General asociado Universitario de Requena (Valencia), el doctor Ezequiel Francisco Pérez Campos, quiere dejar claro que las principales sociedades científicas internacionales del ramo (entre las que se encuentran la estadounidense o la canadiense), así como diferentes autoridades sanitarias a nivel internacional, han tranquilizado al respecto y advertido de que “no hay, a día de hoy, evidencias de la asociación entre la vacuna de la COVID-19 y las alteraciones menstruales”.
Según subraya el ginecólogo, la falta de regla, una regla más abundante y sangrados entre reglas son los síntomas que se están notificando, si bien aclara que “este tipo de alteraciones son muy frecuentes entre las mujeres y pueden estar motivadas por causas muy diversas, entre ellas, el estrés”.
Es más, reitera que, dada la enorme cantidad de mujeres vacunadas y la escasa notificación de este tipo de alteraciones, “por el momento, no existe evidencia de relación causal, con las reservas que requiere una nueva vacuna de la que estamos aprendiendo cada día”.
Preguntado por si en el caso de los hombres se estaban notificando igualmente alteraciones hormonales, el miembro de la SEGO subraya que no ha encontrado ninguna notificación en este sentido. “Y, por el mecanismo de acción de las vacunas, no parece probable la interferencia con cambios hormonales, ni en el hombre ni en la mujer”, insiste.
NO SE PRODUCEN ALTERACIONES HORMONALES CON LA VACUNACIÓN
Eso sí, desde Infosalus le hemos interpelado sobre si estas alteraciones menstruales o hormonales que están notificando algunas mujeres sí tienen antecedentes con otras vacunas, a lo que el experto responde que no le constan este tipo de efectos con otras vacunas previas a la de la COVID-19.
“No podemos olvidar los millones de mujeres que se están vacunando en poco tiempo y, por tanto, la posible coexistencia de alteraciones muy frecuentes en las mujeres con sus ciclos. En cualquier caso es pronto para afirmar nada definitivo. Con la evidencia actual, la relación causal no se puede establecer”, resalta el miembro de la SEGO.
Mientras, Carmen Martín-Alonso, vocal de la SEI, coincide con el ginecólogo durante otra entrevista con Infosalus que ante estos casos suceden dos cosas: hipervigilancia y ansiedad.
“Hipervigilancia y la ansiedad, algo que provoca cambios hormonales nada despreciables. Tiene más que ver con esto que con la propia vacuna. Cuando la gente se vacuna se pone en estado de hipervigilancia. ‘Voy a prestar mucha atención a lo que sucede con mi cuerpo en las próximas semanas’. Pero hay que tener claro con los ciclos menstruales que no hay dos idénticos, y por ejemplo uno te duele mucho mientras que otro menos, con otro sangras más y con otro menos, con uno estás más irritable etc. No hay dos iguales”, afirma la doctora Martín-Alonso.
Por otro lado, hace hincapié en que la propia ansiedad de la hipervigilancia crea también alteraciones hormonales. “Se requieren aún estudios más detallados y no una mera serie de observaciones para llegar a una conclusión. También hay que dejar claro que la vacunación nada tiene que ver con la fertilidad ni va a afectar a la fertilidad como también se ha dicho”, quiere dejar claro la especialista en Inmunología.
QUÉ HACER EN ESTOS CASOS
Con todo ello, y si se notificaran este tipo de alteraciones, el jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General asociado Universitario de Requena destaca que estas suelen ser “frecuentes” entre las mujeres y a día de hoy “lo que no está demostrado es que sean más frecuentes en relación con las vacunas de la COVID-19”.
Si la alteración es leve (retraso menstrual, manchado en la mitad del ciclo, pequeño aumento del flujo menstrual, por ejemplo) se debe esperar, según prosigue el especialista de la SEGO, y en caso de persistir o ser de mayor entidad, tratarse del reinicio del sangrado tras la menopausia, por ejemplo, asegura que se debe consultar con el ginecólogo.
“Incluso en presencia de estas alteraciones, el beneficio obtenido por la vacunación en una pandemia de tan deletéreas consecuencias supera con creces la posible aparición de las mismas. En cualquier caso, sí es importante, si llegara a constatarse la evidencia, que se incluyera en ficha técnica y se avisara a la población. Se debe transmitir tranquilidad a las mujeres sobre la seguridad y conveniencia de la vacunación”, concluye el doctor Ezequiel Francisco Pérez Campos.