La secuela no contará con el polémico actor, que era uno de los intérpretes más populares del panorama hollywoodense cuando se estrenó la película original. Todo cambió en 2006 cuando fue detenido por conducir ebrio, momento en que pronunció varios comentarios racistas y antisemitas frente a los agentes.
MADRID, 24 de junio (EuropaPress).- 20 años después del estreno de Chicken Run (Pollitos en fuga), Netflix ha anunciado que está trabajando en una secuela de la aclamada película de animación. Sin embargo, en la nueva cinta no participará Mel Gibson, quien puso voz al personaje de Rocky.
Según Newsweek, la secuela no contará con el polémico actor, que era uno de los intérpretes más populares del panorama hollywoodense cuando se estrenó la película original. Todo cambió en 2006 cuando fue detenido por conducir ebrio, momento en que pronunció varios comentarios racistas y antisemitas frente a los agentes.
Su reputación ha sido de nuevo cuestionada, en este caso por su compañera de profesión Winona Ryder. En una entrevista concedida a The Sunday Times, la actriz de Stranger Things recordó de nuevo un desagradable encuentro con Gibson en 1995. “Estábamos en una fiesta con un montón de gente, había buenos amigos míos y estaba Mel Gibson. Estaba fumando un cigarrillo. Todos estábamos hablando, cuando le dijo a uno de mis amigos, que es gay: ‘¡Oh! Un momento, ¿voy a pillar el SIDA?'”, relató.
La artista también afirma que Gibson se refirió a ella como “oven dodger”, término despectivo que hace referencia a los prisioneros judíos que se libraron de ser incinerados en los campos de exterminio nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Pese a esta reciente controversia, Netflix no ha aclarado si la decisión de excluir a Gibson de Chicken Run tiene que ver con el testimonio de Ryder.