“La pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto más negativo en la actividad en la primer mitad de 2020 de lo anticipado, y la recuperación se proyecta que sea más gradual de lo previsto anteriormente”, señaló el Fondo en su informe.
Con la reducción en horas de trabajo durante el segundo trimestre del año es probable que se pierdan más de 300 millones de empleos de tiempo completo.
Por Alfonso Fernández
Washington, 24 de junio (EFE/Europa Press).- El impacto de la Gran Reclusión por la pandemia de la COVID-19 será aún mayor de lo estimado inicialmente por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha revisado sustancialmente a la baja su previsión de caída del PIB mundial en 2020, cuando anticipa una recesión del 4.9 por ciento, la más profunda desde la Gran Depresión y mucho más severa que la contracción del 3 por ciento proyectada el pasado mes de abril, mientras que la salida de la crisis en 2021 será menos vigorosa de lo esperado, con un rebote del 5.4 por ciento, frente al 5.8 del anterior pronóstico.
“La pandemia de COVID-19 empujó a las economías a una Gran Reclusión, que ayudó a contener el virus y salvar vidas, pero también provocó la peor recesión desde la Gran Depresión”, señala la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, quien señala que estas proyecciones apuntan a que las pérdidas acumuladas durante la crisis entre 2020 y 2021 superarán los 12 billones de dólares.
De hecho, por primera vez se prevé que todas las regiones registren una contracción de la actividad en 2020, aunque el FMI señala que existen importantes diferencias entre las distintas economías como reflejo de la evolución de la pandemia y de la eficacia de las medidas de contención, así como de las diferentes estructuras productivas o la dependencia de sectores más negativamente afectados por la pandemia.
En este sentido, el FMI subraya el impacto adverso que la actual crisis está teniendo entre los más desfavorecidos y alerta de que hace peligrar los avances sustanciales en la lucha contra la pobreza cosechados desde los años 90.
No obstante, la institución apunta que sus pronósticos dependen de la intensidad de la contracción económica en el segundo trimestre de 2020, que aún no se ha completado, así como de la magnitud y duración del shock provocado por la pandemia en función de la evolución de la enfermedad y de si son necesarios nuevos confinamientos, así como del impacto de las medidas de distanciamiento social, la evolución del empleo o la reconfiguración de las cadenas de suministro de las empresas.
CATÁSTROFE EN EL EMPLEO
“El profundo declive en la actividad viene con golpe catastrófico al mercado de trabajo global”, aseveró el Fondo en su informe actualizado de “Perspectivas Económicas Globales”.
La reducción en horas de trabajo en el segundo trimestre del año es probable que sea equivalente a una pérdida de más de 300 millones de empleos a tiempo completo.
Pese a las dramáticas cifras de los pronósticos, desde el FMI se recalca la excepcionalidad de la situación actual ya que es una crisis sin precedentes.
INCERTIDUMBRE TOTAL
“Cerca del 75 por ciento de los países están ahora reabriendo a la vez que la pandemia se intensifica en muchos mercados emergentes y en desarrollo. Varios países han empezado a recuperarse. Sin embargo, en ausencia de una solución médica, la fuerza de la recuperación es altamente incierta y el impacto en los sectores y mercados es desigual”, subrayó Gita Gopinath, economista jefa del Fondo en rueda de prensa.
De las grandes economías, solo China mantendrá un crecimiento positivo del 1 por ciento, dos décimas menos de lo previsto en abril, mientras que Estados Unidos caerá un -8 por ciento este año, comparado con el -6.1 de hace tres meses; en Japón el retroceso será de -5.8 por ciento, frente al – 5.2 de abril y en el Reino Unido de -10.2 por ciento, comparado con el -6.5 estimado tres meses atrás.
“La pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto más negativo en la actividad en la primer mitad de 2020 de lo anticipado, y la recuperación se proyecta que sea más gradual de lo previsto anteriormente”, señaló el Fondo en su informe.
SE DERRUMBAN DEMANDA Y COMERCIO
El Fondo recalcó la “debilidad” en el consumo privado consecuencia de “la combinación de un gran shock adverso de demanda y un alza de precaución en los ahorros”, así como en la inversión empresarial debido “al aplazamiento de gasto de capital dada la elevada incertidumbre”.
En 2021, las previsiones son ahora de crecimiento global del 5.4 por ciento, cuatro décimas menos de lo calculado en abril.
Según las nuevas proyecciones, el próximo año Estados Unidos registrará un crecimiento positivo del 4.8 por ciento; China volverá a una elevada expansión del 8.2; Japón, al 2.4 y el Reino Unido, al 6.3 por ciento.
El comercio global será uno de los sectores más afectados, y se espera que cierre 2020 con una contracción del 11.9 por ciento, ante la considerable menor demanda de bienes y servicios, incluido el turismo, y el próximo año cerrará con un gradual repunte hasta un 8 por ciento.
Para América Latina y el Caribe, el organismo dirigido por Kristalina Georgieva anticipó que la actividad económica se derrumbará un 9.4 por ciento este año por el impacto de la pandemia del coronavirus, 4.2 puntos peor que en sus cálculos de abril.
“En América Latina, donde la mayoría de los países aún luchan por contener infecciones, proyectamos que las dos economías más grandes, Brasil y México, se contraigan un 9.1 y un 10.5 por ciento, respectivamente, en 2020”, detalló el reporte.
De cara a 2021, el FMI anticipó que la región latinoamericana crecerá un 3.7 por ciento, 3 décimas más de lo pronosticado en abril, una cifra prometedora aunque insuficiente para recuperar la actividad perdida durante el presente año.