Los voluntarios regresarán a su vida habitual al cabo de 28 días después de la inyección y los médicos continuarán con el seguimiento de su estado de salud en los siguientes 6 meses.
Ciudad de México, 24 de junio (RT).- Los investigadores de la Universidad de Séchenov (Moscú), que trabajan en el desarrollo de la vacuna contra la COVID-19, han administrado este martes una inyección del fármaco experimental al segundo grupo de 20 voluntarios en el marco de los ensayos clínicos, informa la institución académica.
Se detalló que la primera tanda de inyecciones comenzó a aplicarse el pasado 18 de junio a otros 18 participantes, dos días después de que el Ministerio de Salud ruso autorizara las pruebas en humanos.
En las primeras horas después de recibir la vacuna por vía intramuscular, algunos de los pacientes —hombres y mujeres de entre 18 y 65 años— presentaron leves jaquecas y aumentos de temperatura corporal. Estos síntomas posvacunales desaparecieron espontáneamente en el transcurso de 24 horas.
UNA REACCIÓN CARACTERÍSTICA
“La reacción a la vacuna contra la infección por coronavirus fue normal, [la misma] es característica para otros tipos de inyecciones. En este momento todos los participantes del estudio se sienten bien”, precisó Elena Smolarchuk, investigadora principal del proyecto.
A su vez, el rector de la universidad, Piotr Glybochko, señaló que el desarrollo de esta vacuna es un objetivo “de extrema importancia” para Rusia, y que el estudio se lleva a cabo por especialistas altamente calificados en conformidad con las normativas legales del país e internacionales.
28 DÍAS DE AISLAMIENTO
Todos los voluntarios que participan en el programa se encuentran aislados en habitaciones de hospital para uno o dos pacientes, equipadas con heladeras, muebles y baños privados. De esta forma, es posible observar su respuesta inmunológica minimizando el riesgo de una infección externa.
Asimismo, se encuentran en constante comunicación con los médicos, cuentan con apoyo psicológico y realizan ejercicios de fisioterapia para compensar la falta de actividad física.
Todos los voluntarios están debidamente asegurados y tienen acceso a la información relacionada con los procedimientos clínicos, así como los correspondientes riesgos. Se detalló que regresarán a su vida habitual al cabo de 28 días después de la inyección y los médicos continuarán con el seguimiento de su estado de salud en los siguientes 6 meses.