El Presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó este lunes la reunión con familiares de personas desaparecidas, el evento se celebró en el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional. Ahí retumbó, una vez más, el grito de desesperación bajo la interrogante ¿dónde están?, la súplica por la localización de miles de personas desaparecidas y el reclamo de justicia de sus familias.
Ciudad de México, 24 de junio (SinEmbargo).- “Señor Presidente: ¡No queremos morir sin encontrarlos!”, se escuchó de entre el público mientras el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, emitía su discurso frente a decenas de madres y familiares de personas desaparecidas.
El grito de desesperación bajo la interrogante ¿dónde están?, la súplica por la localización de miles de personas desaparecidas y el reclamo de justicia de sus familias retumbaron nuevamente hoy en Palacio Nacional, durante la presentación del informe de trabajo del Sistema Nacional de Búsqueda.
El evento estuvo encabezado por Andrés Manuel López Obrador, Jefe del Ejecutivo; la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas y la Comisionada Nacional de Búsqueda (CNB), Karla Quintana, quienes reconocieron la crisis de desaparecidos y en materia forense, y anunciaron diversas acciones, entre ellas, la instalación de cinco centros regionales forenses.
Los invitados -familiares de personas desaparecidas en su mayoría- llegaron al menos con dos horas de anticipación. Cerca de 200 parientes y víctimas ingresaron al salón Tesorería en donde aguardaban con las fotografías de sus seres queridos en sus manos. Otros llevaban lonas con imágenes e información de personas desaparecidas.
Las consignas no se hicieron esperar: mientras las autoridades entraban al recinto, los presentes empuñaron sus fotografías a lo alto y entonaron el unísono: “¿Dónde están, Donde están, nuestros hijos, dónde están?. Hoy se hace indispensable, presentación con vida y castigo a los culpables. Señor presidente: ¡Fuera la Marina!”
Con la pregunta “¿Qué es lo que nos van a dar como Gobierno?” los invitados recibían a las autoridades federales y daban inicio al evento. Es así como el evento se convirtió en un reclamo constante por verdad y justicia.
“¿Qué está pasando con México; qué está pasando con nuestros hijos? ¿Se los tragó la tierra? ¡No!, porque no se los ha tragado la tierra, queremos saber dónde están. No es una, somos miles de madres llorando esta pesadilla”, gritó María Ignacia González Vela.
María Ignacia, de Puebla, busca desde hace ocho años a su hijo Andrés Ascensión González, desaparecido junto con un amigo hace 8 años en Nuevo Laredo.
La madre de Andrés afirmó estar cansada de que las autoridades no avancen en las investigaciones, acusó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos de ser una institución llena de simulación, y también se lamentó por que la desaparición de personas se cometa a diario.
El Subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, el primero en hablar, reconoció que el país está sumergido en una profunda crisis, no sólo de violencia y desaparecidos sino en materia forense.
“El número de homicidios superó por mucho la capacidad de los servicios forenses para atender la magnitud del problema. Hay que replantear el rumbo”, dijo.
Encinas informó que se invertirán 410 millones de pesos para la identificación de los miles y miles de cuerpos regados en fosas, comunes y clandestinas, y en servicios médicos forenses por todo el país.
El funcionario federal también notificó sobre la instalación de cinco institutos regionales en materia forenses.
Estos nuevos centros se construirán en Coahuila, Nuevo León, Sonora, Veracruz y Ciudad Médico, y se destinarán 230 millones de pesos para su instalación. Además, dijo el titular, se abrirán 15 cementerios forenses en estados como Veracruz, Sinaloa, Jalisco, Guerrero, Michoacán, Baja California, Nayarit y Tamaulipas.
Encinas Rodríguez también adelantó que van a homologar la Ley Forense para la identificación profesional de los cuerpos.
“Queremos un trato digno a los cuerpos, garantizar el derecho a las familias de que las personas que desaparecieron puedan regresar a sus casas”, comentó el funcionario.
Una voz de entre el público recriminó “pero qué pasa con mi hija? Ustedes hablan de cuerpos y cadáveres. Muchas de estas madres están esperando encontrar a sus hijos vivos, no solo busquen en fosas”.
“Vivos se los llevaron, Vivos los queremos”, gritaron varias más.
MÁS FOSAS
Karla Quintana Osuna, Comisionada Nacional de Búsqueda, informó que de diciembre de 2018 a 14 de junio se han localizado al menos 426 fosas clandestinas con 551 cuerpos.
La Comisionada detalló que en todo el territorio nacional se detectaron 207 sitios de inhumación clandestina.
Las entidades federativas con mayor índice de fosas son Veracruz, Colima, Sinaloa, Sonora, Guerrero y Chihuahua.
En tanto que los municipios con más fosas so Úrsulo Galván, Veracruz; Tecomán, Colima; Cajeme, Sonora; Mazatlán, Sinaloa y Acapulco, Guerrero, detalló la funcionaria.
La cifra oficial de personas desaparecidas se mantiene en 40 mil víctimas y el corte es hasta abril del 2018.
La comisionada indicó que actualmente están trabajando en la sistematización de una base de datos.
Además, anunció que el próximo mes iniciarán los trabajos para la creación de un plan regional de búsqueda, el cual, se realizará de la mano con colectivos y familias.
VAMOS A SACIAR EL HAMBRE DE JUSTICIA
La ceremonia se volvía así un espacio de catarsis: las madres lloraban mientras alzaban pancartas, posters con fotos de desaparecidos, sobre todo mujeres jóvenes.
“Hijo, escucha, tu madre está en la lucha; Hermano, escucha, tu hermana está en la lucha. Esposo, escucha, tu esposa está en la lucha. Padre, escucha, tu hija te busca”, cantaban las invitadas recurrentemente, entre cada intervención de los funcionarios.
Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad, quién también estuvo en el templete, no ofreció ningún dircurso.
La militarización y la presencia de soldados, ya como Guardia Nacional, en las calles fue otros aspectos que reprocharon los presentes.
“¡Fuera los Marinos!” gritaron constantemente.
Y es que precisamente, el alto número de desaparición forzada es atribuible a fuerzas armadas y a su incremento a raíz de la llamada Guerra contra el Narcotráfico que inició el ex Presidente panista, Felipe Calderón Hinojosa.
El Presidente, Andrés Manuel López Obrador inició su intervención con la promesa de que no iba a evadir la crisis de desaparecidos en México.
“Por difícil que sea, por doloroso que sea y por incómodo que sea voy a estar siempre dando la cara y tratando con ustedes este lamentablemente asunto. Quiero decirles que es la peor herencia que nos dejaron los gobiernos anteriores, y vaya que nos dejaron muchos pendientes”, aseguró el mandatario.
“¡Quiero a mi hijo! ¡Queremos a nuestros hijos”, respondió una de las víctimas!
López Obrador hablaba fuerte y prometía atender la crisis de desaparecidos, al tiempo en que las familias no dejaban de alzar el clamor.
El discurso del Ejecutivo fue interrumpido varias veces por los gritos de justicia, y en algún momento, parecía más una interlocución.
“No me importa que griten, tienen todo el derecho que es legítimo. Puedo enfrentar esta situación porque no tengo problema de conciencia”, les respondía.
Las familias le replicaban: “Queremos justicia. Si nosotros no los buscamos nadie los busca”, exclamaban familiares desde su lugar.
El mandatario nacional reiteró que el recorte y ajuste presupuestal no deberá de impactar ni afectar a las víctimas, pues calificó como una “vil columna” la versión de que se recortarán recursos para la búsqueda de personas desaparecidas, “no vamos a escatimar en recursos”, afirmó.
“Señor Presidente: ¡No queremos morir sin encontrarlos”, le suplicó una de las presentes.
Andrés Manuel López Obrador insistió que la problemática era una herencia de gobiernos anteriores, se dijo ser diferente a las anteriores administraciones y prometió que él si lograría que las víctimas tengan acceso a la justicia.
“No somos iguales no somos los mismos no somos encubridores queremos que se haga justicia. Vamos a saciar esa hambre y sed de justicia. Lo puedo gritar a los cuatro vientos: va a haber justicia”, aseguró.
