En las ciudades fronterizas de San Diego y Tijuana, así como en Florida y otros lugares, se realizaron protestas en rechazo de la política migratoria del Presidente Trump, que entre otras cosas ha provocado la separación de familias.
Ciudad de México, 24 de junio (SinEmbargo).-En medio de la crisis desatada por la política migratoria del Presidente Trump, habitantes de las ciudades fronterizas de San Diego y Tijuana realizaron una protesta el pasado sábado, para rechazar las medidas del Presidente estadounidense que, entre otras cosas, provocan la separación de familias.
De acuerdo con medios locales, la primera movilización comenzó en territorio de Estados Unidos, donde familias de origen latino, pero también anglosajón, se dieron cita para rechazar las políticas migratorias de Trump. Las imágenes que han circulado las últimas semanas retratan el drama que viven las familias, cuando son separadas por autoridades del ICE (Immigration and Customs Enforcement).
Las personas que protestaron cargaban letreros con consignas como: “Somos un pueblo sin fronteras”, “Sin justicia, no hay paz” y “Educación, no deportación”. Y se podía escuchar proclamas contra la deportación y la separación de familias migrantes.
El Centro Unificado de Recursos para Veteranos Deportados, de los Estados Unidos, fue el encargado de organizar la manifestación en Tijuana, donde, por la tarde, los asistentes marcharon hacia la Garita peatonal El Chaparral, donde todos los días llegan decenas de migrantes para cruzar la frontera y pedir refugio al Gobierno estadounidense.
Además, los manifestantes se dirigieron hacia la Garita San Ysidro –la más transitada a nivel mundial-, donde el director del organismo, Robert Vivar, en medio de los cientos de vehículos, dio un mensaje frente a la gente que esperaba en la fila para cruzar hacia la Unión Americana.
La concentración del sábado fue nutrida por numerosos manifestantes, que censuraron el hecho de que las autoridades fronterizas separen a padres inmigrantes de sus hijos.
La protesta en Tijuana y San Diego no fue la única, en Florida, centenares de personas se congregaron cerca de una instalación en Homestead, donde menores inmigrantes están recluidos.
En McAllen, Texas, afuera de una instalación de la patrulla fronteriza manifestantes obstruyeron temporalmente el paso de un autobús que transportaba a niños inmigrantes y gritaban a los agentes fronterizos “¡qué desgracia!, ¡qué desgracia!”.
En las últimas semanas, más de 2 mil 300 menores fueron separados de sus familias debido a la política de “tolerancia cero” en la que personas enfrentarán cargos para enjuiciarlas por ingresar en forma ilegal en Estados Unidos. El fin a la separación de las familias ha dado paso a la confusión y muchos padres desconocen el paradero de sus hijos.
Con información de AP