En mayo pasado, la Procuraduría de Ríos Garza fue duramente criticada por dar a conocer detalles de la vida personal de la joven Lesvy Berlín Osorio, asesinada en Ciudad Universitaria. A esto se le sumaron los reproches por el aumento de violencia en la capital del país en los últimos meses, y por la incapacidad de la dependencia para dar resultados en las investigaciones de otros polémicos casos, como el multihomicidio en la Narvarte.
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Ciudad de México, 24 de junio (SinEmbargo).- Rodolfo Ríos Garza renunció este día a su cargo como Procurador General de Justicia de la Ciudad de México, informó el Gobierno capitalino.
En un comunicado se informó que el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, aceptó la renuncia de Ríos Garza, a quien agradeció por su desempeño al demostrar “en todo momento responsabilidad, honestidad, lealtad y eficacia”.
El Gobierno de la Ciudad de México adelantó que Edmundo Porfirio Garrido Osorio, subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, será quien ocupe de manera provisional el cargo que deja Rodolfo Ríos.
En días pasados, el semanario Proceso dio a conocer que Miguel Mancera había solicitado la renuncia de todo su Gabinete, sin embargo, el Jefe de Gobierno no confirmó ni desmintió el rumor.
Rodolfo Ríos asumió la titularidad de la Procuraduría capitalina el 5 de diciembre de 2012.
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En mayo pasado, su dependencia fue duramente criticada por dar a conocer detalles de la vida personal de la joven Lesvy Berlín Osorio, asesinada en Ciudad Universitaria.
“El Procurador Rodolfo Ríos es el paradigma del funcionario misógino y machista que pulula por las instituciones mexicanas, son funcionarios carentes de perspectiva de género, sensibilidad y sentido de la ética y el honor”, escribió en este portal la periodista Sanjuana Martínez por el caso de Lesvy Berlín.
La consecuencia de revictimizar a Lesvy fue la renuncia de Elena Cárdenas a la Secretaría de Comunicación Social de la PGJ-CdMx.
A este caso se le sumaron otros feminicidios cometidos en la capital del país, el más reciente fue el de Luz Adriada, de 19 años y cuyo cuerpo apareció ocho días después de reportada su desaparición (31 de marzo).
A inicios de agosto de 2016, el cuerpo de la modelo colombiana Stephanie Magón Ramírez, de 23 años de edad, fue encontrado en medio de la calle en la colonia Nápoles. Presentaba severos golpes y fractura en la mandíbula.
Casi dos meses después, Paola, una transexual de entre 20 y 29 años de edad, fue asesinada a tiros por un hombre en el cruce de Insurgentes Norte y Puente de Alvarado, en la colonia Buenavista. A mediados de octubre, Alessa Flores, defensora de los derechos de las personas transexuales y sexoservidoras, también fue asesinada en la habitación de un hotel en la colonia Cuauhtémoc.
Otra de las críticas que recibió Ríos Garza como Procurador fue por negar la operación de cárteles en la Ciudad de México, pese al evidente aumento de homicidios dolosos (952 en 2016 y 438 en lo que va de este año, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública).
En octubre de 2015, la capital del país amaneció con un cuerpo colgando de un puente en Iztapalapa y un mensaje claro para Mancera, quien también negó la presencia de cárteles del narco.
Ese mes, tres hechos hicieron evidente lo que Miguel Ángel Mancera negó por años, incluso desde que era Procurador capitalino.
El 19 de octubre, el cuerpo de un hombre fue hallado colgado en el puente vehicular de La Concordia, en la Delegación Iztapalapa. La víctima estaba sostenido con una soga al nivel del tórax y presentaba dos disparos de arma de fuego en la cabeza.
Al día siguiente, la Procuraduría capitalina encontró otro cuerpo sin vida dentro de un tambo y con signos de tortura en las calles de la misma demarcación.
La DEA identificó en noviembre de ese año la “presencia creciente” de cinco cárteles: Los Beltrán Leyva, el Cártel del Golfo, Los Zetas, el Cártel de Sinaloa y los Caballeros Templarios.
A inicios de este mes, un hombre que viajaba en un Corvette color amarillo cargado de dinero en la colonia Peralvillo, recibió hasta 15 disparos de un comando que se retiró del lugar sin llevarse nada.
En días recientes, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) pidió a la PGJ-CdMx una investigación exhaustiva sobre la posible presencia de una organización delictiva denominada Cártel de Tláhuac, la cual, de acuerdo con reportes de la prensa nacional, opera en las instalaciones de CU.
Lesvy no fue la única que perdió la vida dentro de la máxima casa de estudios del país. Cinco días después del feminicidio, el cuerpo de un joven fue hallado dentro de un estanque en La Cantera de Los Pumas.
El pasado 13 de junio, un alumno de la UNAM apareció muerto en la Facultad de Filosofía y Letras; las autoridades capitalinas dijeron que se trató de un suicidio, igual que con Lesvy.
Otro crimen que indignó a la opinión pública y por el que sólo hay tres personas detenidas, fue el cometido en la colonia Narvarte el 31 de julio de 2015, donde los cuerpos de cinco personas, con signos de tortura, fueron hallados en un departamento de la calle Luz Saviñón.
Las víctimas: Mile Virginia Martin, de 31 años y de nacionalidad colombiana; Yesenia Quiroz Alfaro, de 18 y originaria de Baja California; Olivia Alejandra Negrete Avilés, de 40 años y originaria de la Ciudad de México, así como Nadia Dominique Vera Pérez, de 32 años, nacida en el estado de Chiapas, y Rubén Espinosa Becerril, de 31 años y originario de la Ciudad de México.
El pasado miércoles, a casi dos años del multihomicidio, cuya investigación fue abandonada por la Procuraduría de Ríos Garza, la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México, concluyó que el Ministerio Público capitalino incurrió en violaciones a diferentes derechos de las víctimas, como al debido proceso –en relación con la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión–, a la verdad y acceso a la justicia, a la integridad personal y el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
Tanto Vera como Espinosa Becerril –la primera dedicada a la defensa de los derechos humanos y la promoción cultural, y el segundo fotoperiodista–, de acuerdo con denuncias que ambos hicieron públicamente, se habían trasladado a la Ciudad de México para escapar del clima de hostigamiento y amenazas que vivían en la ciudad de Xalapa, Veracruz, donde eran abiertos críticos del entonces Gobernador priísta Javier Duarte de Ochoa.
Pero ninguno de estos contextos, documenta ahora la CDH, fueron tomados en cuenta de manera inicial por los agentes ministeriales encargados de la indagatoria del crimen.
Desde un inicio, la PGJ-CdMx enfocó su indagatoria alrededor del circulo de la colombiana Mile Virginia Martin, a quien no sólo revictimizó, también la relacionó con la delincuencia organizada. Esta indagatorio tampoco arrojó más resultados.