A la orilla del río también hay bolsas de plástico, papeles con propaganda, productos de unicel, envolturas e infinidad de productos que los transeúntes arrojan a su paso. Debido a esto, la zona presenta mal olor y esto se ve reflejado directamente en la salud de las personas.
Por Iván Rivera
Puebla/Ciudad de México, 24 de mayo (PeriódicoCentral).- Aunque Puebla superó la contingencia ambiental con la llegada de las lluvias, la cuenca del Río Atoyac continúa contaminada debido a que gran cantidad de empresas textiles arrojan sus desechos tóxicos y a que las personas continuamente tiran basura.
Durante un recorrido que Periódico Central realizó en el río a la altura del circuito Juan Pablo segundo y 7 sur, justo a un costado de Plaza América, se pudo corroborar que el agua tiene un tono entre rojo y café, además de espuma blanca.
No obstante, el afluente no es el único que se percibe contaminado. A la orilla del río también hay bolsas de plástico, propaganda comercial, productos de unicel, envolturas e infinidad de productos que los transeúntes arrojan a su paso por esta avenida.
Derivado de lo anterior, la zona presenta mal olor y esto se ve reflejado directamente en la salud de las personas.
Esta no es la primera ocasión que el río presenta este grado de contaminación. En abril de 2017, la escritora Ángeles Mastretta denunció que la contaminación del Atoyac había provocado un color rojo debido a las descargas de pigmentos contaminantes de las textileras poblanas.
Central publicó en marzo de ese mismo año que la textilera Maritex era una de las que había contaminado el río Atoyac. Dicha empresa se ubica en el municipio de San Salvador El Verde y ha ocasionado que el agua que usan los campesinos de la zona sea inservible para cualquier consumo.
Desde hace 13 años y en total impunidad, Industrias Unidas Maritex descarga sus desechos en el río Acotzala, cuyo cauce se convierte en el Atoyac, el tercero más contaminado del país. La alerta sobre los contaminantes que genera esta empresa maquiladora de toallas regresó el 22 de febrero de ese año, cuando el agua del río se tiñó de rojo y así cada día el agua cambiaba de color según lo que se estaba maquilando.
Esto también provocó que la comunidad de Villa Alta, Tlaxcala, se haya plagado de cáncer, puesto que son frecuentes los casos de leucemia en niños. En una población de menos de 6 mil habitantes se han suscitado en sólo 5 años, 15 defunciones por este mal, y actualmente hay 5 casos de niños que padecen la enfermedad.
La contaminación del Atoyac se da luego de que la Comisión Ambiental de la Megalópolis activó la contingencia ambiental en Puebla, Ciudad de México, Hidalgo, Querétaro, Morelos y Tlaxcala, debido al alto índice de contaminación de partículas menores a 2.5 micras (PM2.5)