El Servicio de Administración Tributaria informó que de 2014 a 2018, el monto de evasión fiscal por facturas fue de 2 billones de pesos, es decir, 500 mil millones de pesos al año.
La propuesta es modificar la ley contra la delincuencia organizada, a través de la equiparación de los delitos de defraudación fiscal como delitos de delincuencia organizada, informó el funcionario.
Por Laura Quintero
México, 24 de mayo (Economía hoy).- “Se convirtió en un deporte nacional el defraudar al fisco federal” porque hubo una percepción de que no pasa nada y de que no había un factor de riesgo, por lo que ahora se busca cambiar la legislación y hacer que estos delitos se castiguen como si fueran delitos de delincuencia organizada, aseguró Carlos Romero Aranda, Procurador Fiscal de la Federación.
En el marco del seminario “Corrupción y lavado de dinero: XV aniversario de la UIF, el funcionario comentó que no hasta el momento no han podido llegar hasta las cabezas de quienes cometen la defraudación porque tal como está el marco jurídico actual es imposible.
De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), de 2014 a 2018, el monto de evasión fiscal por facturas fue de 2 billones de pesos, es decir, 500 mil millones de pesos al año, “estamos hablando de la décima parte del presupuesto lo que se defrauda con estos esquemas”, detalló.
“Los delitos fiscales son delitos no graves. El marco jurídico no nos permite llegar a los beneficiarios finales”, aseguró el funcionario.
En cambio dijo que sólo llegan a las personas que prestan su nombre para cometer la defraudación, las cuales en su mayoría son muy pobres.
“Tenemos que dejar de criminalizar a la pobreza, no podemos llegar a sancionar y meter a la cárcel a las personas que por causas de necesidad firmaron como accionistas”, comentó.
En este sentido dijo que la propuesta es modificar la ley contra la delincuencia organizada, a través de la equiparación de los delitos de defraudación fiscal como delitos de delincuencia organizada, por lo que en el Senado se está analizando modificar la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, el Código Nacional de Procedimiento Penales y la Ley de Seguridad Nacional.
“Queremos al delincuente peligroso, al que hace de la defraudación fiscal su modo de vida, que viven de esos esquemas, esos defraudadores encantadores que vemos jugando golf, que vemos en los helicópteros, en los Ferrari, esos no los que queremos en la calle. Debemos tenerlos en la cárcel y catalogarlos como delincuentes peligrosos”, precisó.
Dijo que lo que buscan es tener un equilibrio en la parte criminal y la parte recaudatoria “las persona que se dedican a esto deben entender que se acabó la fiesta”, aseguró.