A 11 años de que autoridades declararan la emergencia sanitaria por la influenza H1N1, Hugo López-Gatell confirma que desde la Presidencia, entonces ocupada por Felipe Calderón Hinojosa, se ordenaron compras que olían a corrupción.
Ciudad de México, 24 de abril (SinEmbargo).– El diario mexicano La Jornada publica hoy una entrevista con Hugo López-Gatell. En ella le confiesa sus sospechas de corrupción desde Presidencia de la República hace 11 años, cuando el 23 de abril de 2009 se declaró la emergencia por la influencia, el virus H1N1.
Felipe Calderón Hinojosa se ha convertido en el gran detractor de las decisiones gubernamentales en la presente pandemia por el COVID-19. El 23 de abril se cumplen 11 años de una crisis similar, la del virus de la Influenza H1N1, vivida en su Gobierno. Aquella vez y mediante un decreto presidencial, la llave de dinero público se abrió a borbotones. Uno de los gastos fue la publicidad oficial. Sin ojo crítico, ni freno, se beneficiaron las grandes televisoras; pero también empresas fantasma. Del episodio, hasta ahora, no hay rendición de cuentas.
En aquél entonces, el ahora Subsecretario de Salud López-Gatell era director de Epidemiología. La periodista Ángeles Cruz Martínez, de La Jornada, le pregunta: ¿Le sirvió la experiencia de la pandemia de influenza H1N1? “Muchísimo. Hoy 23 de abril, hace 11 años, empezó la pandemia de influenza en México y las lecciones son varias: la coordinación y comunicación dentro del gobierno. El contraste hoy es impresionante. Tenemos como cualquier grupo social, de gobierno o no, desfases de coordinación y comunicación, pero es mucho mejor que hace una década y tiene que ver con el respaldo del Presidente a la técnica y a la ciencia”.
Luego le dice: “Eso no lo tuvimos en 2009, y no fue culpa del doctor José Ángel Córdova, quien era el Secretario de Salud. Él nos pidió trabajar técnicamente, pero de ahí para arriba, puf, el desorden. El protagonismo venía de todos los actores políticos del sistema federal y gobiernos estatales”.
El rostro del combate al COVID-19 en la actualidad agrega: “Lo segundo: que hoy no haya corrupción hace una diferencia inmensa. Está documentado que en 2009 hubo presión política para que se compraran pruebas rápidas. Tuvimos la misma discusión que ahora: se hablaba de marcas, supuestas aprobaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), que la OMS las recomendaba, pero era falso. Ni la Ssa ni el Indre las recomendaban”.
“Luego nos enteramos que la presión era porque desde Presidencia ya se habían comprado miles de pruebas. Otro fue el enjambre de empresas que vendían plataformas informáticas. La requeríamos para la vigilancia epidemiológica. Lo que había no servía y, de hecho, en los primeros días de la epidemia el secretario Córdova reconoció que no se sabía lo que pasaba en los estados”.
Hugo López-Gatell además señala: “Teníamos la presión de Los Pinos, de las compañías que eran de algún amigo de... o estaban recomendadas por alguien más. En la SSA nos resistimos y lo resolvimos con la adopción de la plataforma del ISSSTE, donde se colectaban los datos de las secretarías de Salud estatales y del IMSS, que tiene su propio sistema. Esa solución de servicios web sigue funcionando y nos permite integrar en tiempo real la información de los tres organismos”.
EMPRESAS FANTASMA
SinEmbargo reportó que durante la crisis por el virus de la Influenza H1N1 las grandes televisoras y empresas fantasma se beneficiaron, episodio porque el que, hasta ahora, no hay rendición de cuentas.
El 25 de abril de 2009, el ex Presidente Felipe Calderón emitió el decreto DOF: 25/04/2009 por el que ordenó diversas acciones en materia de salubridad general para prevenir, controlar y combatir la existencia y transmisión del virus de la Influenza estacional epidémica. En el artículo 2 del documento, facultó al entonces Secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, a gastar en equipo médico, agentes de diagnóstico, material quirúrgico y de curación, así como en productos higiénicos. También se le permitió comprar “todo tipo de mercancías” y “bienes y servicios” por las cantidades o conceptos necesarios sin necesidad de licitación pública.
Así, hasta ahora, no hay rendición de cuentas sobre el costo del mensaje especial “Estadísticas de la Influenza”, transmitido el 18 de diciembre de 2009. Por esta campaña, TV Azteca del empresario Ricardo Salinas Pliego recibió 28 millones 750 mil pesos y Televisa de Emilio Azcárraga Jean otros 28 millones 736 mil 121 pesos.
Tampoco, jamás, hubo una explicación de parte del Gobierno de por qué el tema de la Influenza sirvió para brindar contratos a empresas fantasma. La auditoría 005/13 realizada a la Secretaría de Salud del ejercicio 2010 reveló que los domicilios fiscales proporcionados por Humberto Cervantes Bravo, Créalo Producciones y Especialistas en Imagen Pública – que recibieron en conjunto por campañas de vacunación 832 mil 480 pesos- no fueron encontrados sin que la anomalía fuera subsanada, consta en un documento archivado en la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Los auditores de la SFP encontraron deshabitada la sede de Especialistas en Imagen Pública, en Luz Saviñón 13, despacho 701, colonia del Valle de la Ciudad de México, que signó el contrato 034-DGCS-2010 por 500 mil pesos (unos 737 mil 991 pesos de ahora).
Tampoco fue exitosa la visita a Créalo Producciones en Juan Sánchez Azcona 1603, interior 303, en la Colonia del Valle en la delegación Benito Juárez. A Humberto Cervantes Bravo tampoco se le localizó en Manuel Ávila Camacho 48, lote 20, colonia Lázaro Cárdenas, ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México.
MÁS CONTRATOS
Conforme se agravó la epidemia, los mexicanos empezaron a sentir el rechazo mundial. Argentina y Cuba prohibieron los viajes provenientes de México. Antes de entrar a Estados Unidos había que someterse a una revisión médica. En Japón era necesario solicitar visas especiales de hasta seis meses. Aquí, los hoteles se vaciaron al registrar una ocupación de entre 5 por ciento y 10 por ciento.
En la erogación en publicidad localizada por SinEmbargo, sólo hay un contrato que se refiere a la estrategia del Gobierno federal para reposicionar la imagen de México en el extranjero. A la empresa Unidad de Asuntos Públicos se le pagó 50 mil pesos (unos 73 mil 799 pesos de ahora) por una asesoría para reposicionar al país.
En cambio, las campañas fluían en una diversidad de escaparates. No sólo gastó el sector Salud; también otros organismos y dependencias.
Hasta la Secretaría de Seguridad, a cargo de Genaro García Luna, participó en este gasto cuando mandó a imprimir material de difusión sobre la Influenza a la Impresora y Encuadernadora Progreso por 159 mil 850 pesos (unos 235 mil 913 pesos de ahora).
El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, por su parte, pagó 143 mil 639 pesos (unos 212 mil pesos de ahora) por publicar dos artículos. Uno, titulado “Avian Influenza in the Migratory Waterfowl”, fue contratado en la Sociedad de Biología de Chile y apareció en la revista Historia Natural. El otro fue cabeceado como “Avian Influenza Survey in Migrating Waterfowl in Sonora, Mexico” y fue editado por American Journal Experts.
Por su parte, la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos contrató a Editorial Santillana por la publicación “¡Saaalud! Hablemos de Influenza” con 203 mil 128 pesos (unos 299 mil 813 pesos de ahora).
Uno de los contratos más caros -ocupa el cuarto sitio de mayor a menor- lo otorgó la Comisión Nacional del Agua a Comercializadora Siete de México para difundir la campaña “Uso eficiente del agua durante la emergencia” y fue el único que se sometió a licitación pública.
Otros medios que obtuvieron parte del pastel fueron Radiorama, Editorial Ovaciones, Organización Editorial Mexicana, Infórmula, Radiorama, el periódico El Universal, Foreign Information y La Crónica Diaria.
–Con información de Linaloe Flores.