“Cine sí, muerte no”, es la consigna desde el Ángel de la Independencia, en la Ciudad de México, y la Glorieta de los Niños Héroes, en Guadalajara. 43 meses después de que 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecieran en las tierras de Iguala, Guerrero, el país vuelve a cimbrarse: otra vez jóvenes, otra vez una verdad histórica, otra vez la violencia, esta vez contra Javier Salomón Aceves Gastélum, Daniel Díaz y Marco Ávalos.
Ciudad de México, 24 de abril (SinEmbargo) .- Entre la indignación, impotencia y repudio, cientos de ciudadanos se manifestaron en la Ciudad de México y en Guadalajara, Jalisco, por el trágico desenlace de los estudiantes Javier Salomón Aceves Gastélum, Daniel Díaz y Marco Ávalos, plagiados cuando realizaban un proyecto fílmico escolar en Tonalá, Jalisco, en una locación aparentemente vigilada por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Después de que la Fiscalía de la entidad gobernada por Aristóteles Sandoval Díaz, múltiples sectores del país se movilizaron bajo el hashtag #nosontressomostodxs. Cineastas, productoras de cine independientes, actores, cantas, politólogos, periodistas y académicos repudiaron los hechos, manifestaron tristeza y exigieron justicia.
Mientras la gente se manifestó en redes y en las calles, se destacó la ausencia del Presidente Enrique Peña Nieto, quien hasta esta tarde ha emitido un mensaje al respecto.
“El atroz homicidio de Javier, Daniel y Marco nos lastima e indigna a todos los mexicanos. Mis sentidas condolencias y solidaridad a sus familiares, amigos y compañeros por tan terrible e irreparable pérdida’’, escribió en Twitter el mandatario.
“Las autoridades de los tres órdenes de gobierno debemos combatir al crimen con eficacia para responder a la legítima exigencia de la sociedad mexicana de vivir en paz y tranquilidad.
“El Gabinete de seguridad del Gobierno de México seguirá a apoyando a la Fiscalía para que haya justicia y esto hechos aberrantes no queden impunes'', profundizó.
Las palabras de Peña Nieto llegaron 24 horas después. Lo hicieron a distancia de estudiantes de la Universidad de la Comunicación, quienes colocaron mantas blancas con los nombres de los tres estudiantes para demandar justicia y pedir con la mejora de las condiciones de seguridad para todos.
A distancia de Daniel Escobedo, un joven universitario, que expresó que “es un insulto para la comunidad cinematográfica que ni siquiera puedan hacer su trabajo de forma tranquila y más que todos eran estudiantes.”
“Nos sentimos derrotados más que nunca porque pasó entre nuestra comunidad. Se siente más que nunca porque son nuestros hermanos cineastas , porque no es sólo porque era cineastas , sino porque eran estudiantes, jóvenes que trabajaban en un proyecto, en algo que nunca creyeron los iba a llevar a este final”, expresaron Karen, Camila, Lorenza y Rebeca, del Centro de Imagen y Estudios Cinematográficos.
“Cine sí, muerte no”, clamó la calle hoy.
El reclamo de justicia y freno a la violencia en las calles fue precedido por el exigido en redes sociales, donde miles de usuarios expresaron la impotencia ante las circunstancias en que desaparecieron y asesinaron a los jóvenes, ante una de las caras de un país en el que se ha privado de la vida de manera intencional a más de 200 mil personas en los últimos 12 años.
"Las palabras no alcanzan para entender la dimensión de esta locura. 3 estudiantes son asesinados y disueltos en ácido. El ¨porqué¨ es impensable, el ¨como¨ es aterrador”, escribió en su cuenta de Twiter Guillermo del Toro, director mexicano ganador del Óscar. Otras celebridades se unieron al reclamo y enviaron condolencias a la familia de las víctimas.
A ocho meses de que concluya el sexenio priista de Peña, la cifras por homicidios dolosos en México ya superan a las de Felipe Calderón Hinojosa, quien acumuló 102 mil 859 asesinatos durante sus seis años de Gobierno, cuando se inició con la llamada “guerra contra narcotráfico”.
El contingente marchó del Ángel de la Independencia por Reforma.
La protesta aglomeró al menos 500 personas, la mayoría estudiantes de cine del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), la Universidad de la Comunicación, Centro de Capacitación Cinematográfica y la Escuela Superior de Cine.
“No somos tres somos todos”, retumbó cuando el continente pasó por las instalaciones de la Procuraduría General de la República. Ahí cada representante de las escuelas leyó su posicionamientos, los cuales coincidían en repudiar el crimen y demandar el esclarecimiento con base científica de los hechos.
María del Carmen Lara, directora de la CUEC denunció que los estudiantes cada vez se enfrentan a más mayores situaciones de riesgo, que van desde los robos, asaltos y hasta amenazas cuando salen a firmar.
“Un país que mata a sus artistas y a sus estudiantes se carcome asimismo”, sostuvo la representante de la Escuela Superior de Cine.
La protesta llegó a las instalaciones de la SEGOB, donde una barrera colocada en la calle Bucareli y impidió que la protesta llegará hasta la puerta de Segob.
Tres integrantes de la comunidad cineasta, representantes de las escuelas que se manifestaron, ingresaron a las oficinas de Gobernación para entregar a los funcionarios un pliego petitorio.
La solicitud principal es que el estado brinde seguridad no solo a quienes van a la calle a filmar o grabar sino a todos los estudiantes.
“Ya basta de tanta sangre”, recriminó María del Carmen Lara, representante del CUEC.
Javier Salomón Aceves Gastélum tenía 25 años de edad, era originario de Mexicali, Baja California; Daniel Díaz, de 20 años, era procedente de Los Cabos, Baja California; mientras Marco Ávalos tiene 20 años y es de Tepic, Nayarit. Los tres eran alumnos de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV) en Jalisco.
El 19 de marzo acudieron al municipio de Tonalá, Jalisco, a realizar unas grabaciones para un cortometraje, que era parte de un proyecto escolar.
Cerca de las 18:00 horas, según narró una testigo, los tres estudiantes de cine circulaban por Periférico y la calle Colina Central en el fraccionamiento Colinas de Tonalá, cuando dos camionetas les interceptaron el paso. Varios hombres armados bajaron de los vehículos amenazaron a los chicos, les ordenaron tirarse al piso y subirse a una de las camionetas.
En un estado que en cuatro años y 10 meses suma al menos 14 mil casos de desapariciones, según datos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, no se supo más de los tres jóvenes por más de un mes.
Familiares y amigos realizaron protestas en Guadalajara para exigir la aparición de Javier, Daniel y Marco. Amigos, compañeros y parientes clamaban a las autoridades para dar con el paradero de los alumnos, que aspiraban a convertirse en cineastas.
De acuerdo con la Fiscalía de Jalisco, dos hombres fueron arrestados en relación con el caso y hay órdenes de arresto para otros cuatro.
Las autoridades dijeron que desde el momento de la privación de la libertad, los jóvenes fueron trasladados a una finca ubicada en Tonalá en donde Javier fue golpeado e interrogado por integrantes del grupo delictivo. Derivado de las heridas, el joven perdió la vida, por este motivo, los sicarios decidieron ejecutar a los otros dos estudiantes.
El mes de marzo cerró con 2 mil 346 expedientes por homicidio, los cuales se sumaron a los 4 mil 207 casos de enero y febrero. El primer trimestre de 2018 se colocó como el más mortífero en dos décadas con 6 mil 553 investigaciones abiertas, según la estadística mensual presentada este sábado por el Gobierno mexicano.
A ocho meses de que concluya el sexenio priista de Peña, la cifras por homicidios dolosos en México ya superan a las de Felipe Calderón Hinojosa, quien acumuló 102 mil 859 asesinatos durante sus seis años de Gobierno, cuando se inició con la llamada “guerra contra narcotráfico”.
