Los datos no actualizados que presentó sobre su efectividad son el último episodio que puso en la mira al fármaco de AstraZeneca, que por su precio y almacenaje es una gran esperanza para ser utilizada en las campañas en los países en desarrollo.
Por María Cheng
LONDRES (AP) – Los repetidos errores de AstraZeneca al dar datos sobre su vacuna, junto al temor de coágulos de sangre, podrían causar un daño duradero a la credibilidad de la vacuna que es el eje de la estrategia global para detener la pandemia de coronavirus, lo que podría incluso socavar la confianza de la vacuna en general, dicen los expertos.
El último tropiezo de la vacuna se produjo el martes, cuando los funcionarios estadounidenses emitieron una declaración inusual expresando su preocupación de que AstraZeneca había incluido “información obsoleta” cuando informó resultados alentadores de un ensayo estadounidense el día anterior. Eso pudo haber proporcionado “una visión incompleta de los datos de eficacia”, según el comunicado.
AstraZeneca respondió que los resultados, que mostraron que su inyección fue efectiva en un 79 por ciento, incluían información hasta el 17 de febrero, pero parecían ser consistentes con datos más actualizados. Prometió una actualización dentro de las próximas 48 horas.
Un panel independiente que supervisa el estudio regañó a la compañía en una carta el lunes por seleccionar esos datos, según un alto funcionario de la administración. El panel escribió a AstraZeneca y a los líderes de salud de EU que le preocupaba que la compañía eligiera usar datos desactualizados y potencialmente engañosos en lugar de los hallazgos más recientes, según el funcionario, quien discutió los contenidos bajo condición de anonimato dada la sensibilidad del asunto.
“Esto probablemente provocará más dudas sobre las vacunas“, dijo el doctor Paul Hunter, profesor de medicina en la Universidad de East Anglia.
Incluso si el daño se limita a la propio AstraZeneca, tendría efectos de gran alcance, ya que la inyección es más barata y más fácil de almacenar que la de muchos de sus rivales y, por lo tanto, se espera que se utilice ampliamente en los países en desarrollo. Las agencias internacionales de salud han dicho en repetidas ocasiones que la vacuna es segura y eficaz, pero no es la primera vez que la empresa tiene problemas con la confianza del público.
Los resultados parciales de su primer ensayo importante, que Gran Bretaña utilizó para autorizar la vacuna, se vieron empañados por un error de fabricación que los investigadores no reconocieron de inmediato. Los datos insuficientes sobre qué tan bien la vacuna protegía a las personas mayores llevó a algunos países a restringir inicialmente su uso a poblaciones más jóvenes antes de revertir el curso. Los funcionarios estadounidenses suspendieron un estudio de AstraZeneca durante seis semanas mientras buscaban detalles sobre los problemas reportados en Gran Bretaña antes de decidir que la vacuna no era la culpable. Mientras tanto, la Unión Europea se ha quejado de retrasos en las entregas de vacunas de la empresa.
Luego, la semana pasada, más de una docena de países detuvieron temporalmente el uso de la inyección de AstraZeneca después de informes de coágulos de sangre en algunas personas que la recibieron. La Agencia Europea de Medicamentos concluyó que la inyección no aumentó la incidencia general de coágulos, pero la atención no deseada parece haber dejado una marca.
En Noruega, un alto funcionario advirtió el lunes que es posible que no ase pueda reanudar el uso de la vacuna porque muchas personas la rechazan.
“La gente dice claramente que no quiere la vacuna AstraZeneca”, dijo a la emisora NRK Marte Kvittum Tangen, que dirige una asociación de médicos noruegos.
La semana pasada en Bucarest, Rumania, el coordinador de vacunación Valeriu Gheorghita dijo que se cancelaron 33 mil citas de inmunización de AstraZeneca en 24 horas y que alrededor de un tercio de las 10 mil personas programadas para recibir la vacuna no se presentaron. En Belgrado, Serbia, un extenso centro de exposiciones creado para que las personas recibieran la vacuna AstraZeneca estaba prácticamente desierto el lunes.
“Desafortunadamente, se trata más de percepción que de ciencia”, dijo el doctor Bharat Pankhania, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Exeter de Gran Bretaña.
“Ahora hemos visto, en varios parámetros, que la vacuna AstraZeneca brinda protección y es segura”, dijo. “Pero la narrativa para el público no ha sido tan clara”.
Francia es un excelente ejemplo de confusión.
El Presidente francés, Emmanuel Macron, sugirió inicialmente que la vacuna no era efectiva para las personas mayores, antes de dar marcha atrás. Aún así, Francia sólo autorizó la vacuna de AstraZeneca para su uso en adultos de 65 años o menos, citando la falta de datos. Luego, el Gobierno cambió de opinión, basándose en nuevos datos, y dijo que podía aplicarse a todos los adultos. Pero cuando hubo informes de coágulos de sangre raros en algunos receptores de la vacuna, el Gobierno suspendió el uso de la inyección por completo. Cuando Francia reinició la aplicación de AstraZeneca, prohibió la inoculación para cualquier persona menor de 55 años.
Los mensajes llegan en un momento en que Francia, como gran parte de la Europa continental, está luchando por acelerar su campaña de vacunación y, al mismo tiempo, enfrenta un aumento en los casos que está cerca de saturar sus hospitales y generar amenazas de nuevos cierres.
En un comité del Parlamento Europeo el martes en Bruselas, Sandra Gallina, directora de la dirección de salud de la Comisión Europea, describió la situación con AstraZeneca como “una vergüenza”. Dijo que las campañas de vacunación que luchan en toda Europa se “hicieron mucho más difíciles por el mal desempeño de AstraZeneca”.
La empresa ha atribuido los retrasos en sus entregas a problemas de producción.
Incluso si la farmacéutica aclara el último malentendido, podría tener un impacto duradero.
Julian Tang, virólogo de la Universidad de Leicester, recordó la controversia de décadas sobre la vacuna contra el sarampión como advertencia.
“No hubo absolutamente ninguna evidencia para probar que la vacuna (contra el sarampión, las paperas y la rubéola) causó el autismo”, dijo. Pero a pesar de la retractación del documento que hizo esa afirmación, Tang dijo que algunas personas todavía se preocupan por la vacuna.
El tibio apoyo a la vacuna AstraZeneca en Europa contrasta con los gobiernos de los países en desarrollo que están desesperados por suministros.
El doctor Bruce Aylward, asesor principal de la Organización Mundial de la Salud, dijo que la agencia de la ONU tiene una larga lista de países “muy interesados” en recibir la vacuna lo antes posible. “Simplemente no podemos tener suficiente”, dijo.
Pero a algunos expertos les preocupa que el escepticismo en Europa eventualmente pueda ensombrecer la vacuna en todo el mundo. Sugirieron una medida que podría tranquilizar a un público nervioso: una luz verde de la Administración de Drogas y Alimentos de EU.
“Si el regulador estadounidense analiza estos datos y autoriza a AstraZeneca, eso tendrá mucho peso”, dijo Jimmy Whitworth, profesor de salud pública internacional en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
AstraZeneca dijo que enviaría sus datos a la FDA en unas semanas.
Todavía es posible que la vacuna pueda enterrar las dudas. En un centro de vacunación en Lisboa, Rui Manuel Martins, de 68 años, desestimó las preocupaciones y dijo que millones habían sido inmunizados con muy pocos efectos nocivos.
“Siempre hay algunos casos de personas que rechazan cualquier medicamento”, dijo antes de recibir su primera dosis. “Es mejor estar vacunado que no estar vacunado”.
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Los periodistas de The Associated Press Jan M. Olsen en Copenhague, Angela Charlton en París, Stephen McGrath en Bucarest, Rumania, Jamey Keaten en Ginebra, Dusan Stojanovic en Belgrado, Serbia, Helena Alves en Lisboa, Samuel Petrequin y Raf Casert en Bruselas y Lauran Neergaard en Washington contribuyeron a este informe.