En declaraciones a los periodistas, el Primer Ministro Japonés dijo que ese aplazamiento lo planteó en una conversación telefónica que mantuvo con el presidente del COI, Thomas Bach, y que éste aceptó la propuesta.
Tokio, 24 mar (EFE).– El Comité Olímpico Internacional (COI) y el Gobierno de Japón acordaron hoy aplazar alrededor de un año los próximos Juegos Olímpicos, ante el impacto generado en la preparación de los atletas por la pandemia de coronavirus.
Así lo decidieron el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, y el presidente del COI, Thomas Bach, en una conversación telefónica que mantuvieron hoy, en la que estuvieron presentes otros representantes de las autoridades deportivas y políticas de Japón.
“Japón, como país anfitrión, bajo las actuales circunstancias, ha propuesto que (el COI) estudie si se pueden aplazar cerca de un año (los JJOO) para que los atletas puedan tener las mejores condiciones”, dijo Abe en declaraciones a los periodistas.
“Bach me respondió que está de acuerdo en un ciento por ciento”, agregó, y señaló: “Así que hemos llegado al acuerdo de celebrar los JJOO en Tokio no más allá del verano de 2021″.
After his telephone talks with IOC President Bach, PM Abe spoke to the press and explained that the two have agreed that the Tokyo Olympic Games would not be cancelled, and the games will be held by the summer of 2021. pic.twitter.com/ihe8To2g3R
— PM's Office of Japan (@JPN_PMO) March 24, 2020
Distintas federaciones deportivas y comités olímpicos nacionales han venido pidiendo en los últimos días el aplazamiento de Tokio 2020 debido a la extensión del COVID-19 y la imposibilidad de que los atletas puedan prepararse adecuadamente.
El pasado domingo el COI dijo que comenzaba a analizar la posibilidad de un aplazamiento, pero fijó un plazo máximo de cuatro semanas para adoptar una decisión final.
Sin embargo, según lo que informó Abe tras su conversación telefónica con Bach, ya existe una decisión de las dos partes para aplazar por un año las competiciones olímpicas.
LAS VENTAJAS Y LAS DESVENTAJAS
La posibilidad de aplazar los Juegos Olímpicos de Tokio fue admitida por primera vez el domingo pasado por el COI, lo que abrió un periodo de cuatro semanas para que el organismo deportivo y sus socios japoneses pusieran en una balanza las ventajas e inconvenientes de las distintas opciones y comprobar qué es lo que pesa más.
Con la salud y la seguridad de deportistas y público como premisa principal, las dificultades de los atletas para entrenar y para desplazarse, las entradas ya vendidas, los hoteles ya reservados y los contratos multimillonarios firmados con televisiones y patrocinadores fueron los principales factores que se tomaron en cuenta.
Joint Statement from the International Olympic Committee and the Tokyo 2020 Organising Committeehttps://t.co/XNcaa4Gvx8
— Olympics (@Olympics) March 24, 2020
MANTENER LOS JUEGOS EN LAS FECHAS PREVISTAS
A FAVOR: Era la opción preferida de Tokio 2020, que hicieron fuerza para que, en la medida de lo posible, los Juegos se inauguren el 24 de julio. “Nosotros somos Tokio 2020…así que esa es nuestra posición”, dijo todavía este lunes el presidente del comité organizador, Yoshiro Mori. Tanto él como el director ejecutivo Toshiro Muto insistieron en que el cambio de fechas es solo “una posibilidad” que se contempla y que aún no está decidida. Ya se han vendido cinco millones de entradas para los Olímpicos y 1,7 para los Paralímpicos, por valor de 83 millones de dólares. El COI habló también el domingo de “millones” de habitaciones de hotel ya reservadas.
EN CONTRA: Todo estaba en contra de mantener las fechas: la evolución de la pandemia, con 339 mil contagiados y más de 14 mil muertos; las peticiones de aplazamiento, cada vez más, de comités olímpicos, federaciones y deportistas; la decisión de países como Australia y Canadá de no participar si los Juegos son en julio; y, sobre todo, la suspensión de todos los torneos de clasificación, de los que aún están pendientes más del 40 por ciento de los 11 mil participantes previstos. Cualquier aplazamiento obligaría a renegociar contratos con patrocinadores, televisiones, aseguradoras… un reto legal ingente para los servicios jurídicos del COI.
APLAZAR LOS JUEGOS UNOS MESES, A FINALES DE 2020
A FAVOR: El contrato firmado por el COI, el comité organizador y el comité olímpico japonés, las tras partes que se hacen responsables de los Juegos, habla de la organización de los Juegos “en 2020”, por lo que la renegociación de cláusulas y condiciones sería más sencilla si no se cambia de año. Pero esa indefinición obedece a que el contrato se firma en el momento en que se conceden los Juegos, en este caso fue en 2013, cuando aún no se han concretado las fechas exactas. Con un retraso de solo algunos meses las infraestructuras deportivas requerirían unos mínimos gastos de mantenimiento. La preparación de los deportistas se vería afectada, pero de manera relativa. Y se esquivaría el problema del calor, que obligó a llevarse el maratón y la marcha a Sapporo.
EN CONTRA: En una situación cambiante de hora en hora, es imposible afirmar que en octubre o noviembre la pandemia de COVID-19 estará ya controlada. Un aplazamiento de unos meses no descarta un nuevo aplazamiento cuando pasen esos meses. Por otra parte, muchas de las infraestructuras preparadas para los Juegos deben pasar a manos de terceros en septiembre, en cuanto acaben los Juegos Paralímpicos. Entre ellas, las dos más importantes: el Estadio Olímpico y la Villa Olímpica en la que residirán los 11 mil participantes.
APLAZAR A 2021
A FAVOR: Es lo que han hecho la UEFA y la CONMEBOL con la Eurocopa y la Copa América de futbol, por lo que las tres grandes competiciones volverían a estar alineadas en el calendario. Los deportistas podrían seguir su ciclo natural de preparación, con su pico de forma en la temporada alta, coincidiendo con el verano en al hemisferio norte. Aquellos que pensaban poner fin a su carrera deportiva en Tokio tendrían que prolongarla “sólo” un año más.
EN CONTRA: El calendario de las federaciones internacionales está cerrado desde hace años. En julio de 2021 están previstos mundiales de natación en Fukuoka (Japón); en agosto, de atletismo en Eugene (EU), sólo por citar dos ejemplos. Mover los Juegos a ese año complicaría enormemente la vida de muchas federaciones, que tienen sus propios contratos con las ciudades organizadoras y los patrocinadores.
APLAZAR A 2022
A FAVOR: Los Juegos se disputarían en año par, menos sobrecargados en la programación federativa, máxime cuando el Mundial de futbol, en Catar, se jugará entre noviembre y diciembre por el calor.
EN CONTRA: Dos años pueden ser un mundo en la carrera de un deportista. Aquellos que ya se hayan clasificado para los Juegos pueden estar en 2022 fuera de forma, lesionados o retirados. O pueden ser apartados del equipo olímpico por sus propios países porque hayan surgido otros deportistas con más posibilidades de ganar medalla. Cabe pensar en posibles demandas por daños y perjuicios. Además, en 2022 ya se disputarán otros Juegos, los de invierno en Pekín. Y el siguiente ciclo olímpico, entre Tokio 2022 y París 2024, quedaría reducido a la mínima expresión.