Una vez que el robot llega a destino, reciben una alerta y, a continuación, se reúnen con la máquina y la desbloquean por medio de la app y recogen su pedido.
Por Ricardo Segura
Ciudad de México, 24 de marzo (EFE).- Una flota de más de 25 robots autónomos Starship, con seis ruedas, ya entregan alimentos y bebidas a los estudiantes, profesores y empleados de la Universidad George Mason (GMU). Los pedidos de alimentos se solicitan mediante una aplicación para móvil y los reciben en cuestión de unos minutos en cualquier lugar del campus ubicado en Fairfax (Virginia, EU).
También en el condado de Snohomish (Washington, EU), la compañía Amazon prueba un sistema de entrega que utilizan dispositivos autónomos completamente eléctricos, también con seis ruedas y del tamaño de un refrigerador pequeño y se mueven por las aceras, para llevar paquetes a los clientes de manera segura y rápida.
Estas pruebas piloto en curso, permiten echar un vistazo por adelantado y a pequeña escala a un escenario que podría generalizarse en las ciudades en un futuro cercano: el de pequeños robots repartidores autónomos y eléctricos circulando por sus zonas peatonales y trasladando en su interior todo tipo de productos para entregarlos a los clientes en su hogar u oficina.
El servicio puesto en marcha en GMU por la firma tecnológica Starship y el proveedor de alimentos y servicios Sodexo al que se han adherido grandes cadenas como Blaze Pizza, Starbucks y Dunkin, permite que las comidas y bebidas, sean más accesibles a estudiantes y profesores, según Starship.
LA MAYOR FLOTA PARA ENTREGAS AUTÓNOMAS
Para comenzar, los usuarios de la GMU abren en su dispositivo móvil la app Starship Deliveries, eligen entre una variedad de sus alimentos o bebidas, e indican en la pantalla táctil el lugar dónde desean que se envíe su pedido, pudiendo observar cómo el robot realiza su viaje hacia ellos, a través de un mapa interactivo, informa Starship.
Una vez que el robot llega a destino, reciben una alerta y, a continuación, se reúnen con la máquina y la desbloquean por medio de la app y recogen su pedido.
Una entrega se completa generalmente en 15 minutos o incluso menos, dependiendo de los elementos pedidos en el menú y de la distancia que deba recorrer el robot, que puede transportar en su interior hasta 9 kilogramos, el equivalente a unas tres bolsas de productos, según su fabricante.
Los robots autónomos de Starship van equipados con cámaras, sensores ultrasónicos y radar, y han sido probados en más de 100 ciudades de todo el mundo, completado más de 25 mil entregas y viajado más de 240 mil kilómetros.
Aunque se conducen de forma autónoma, son monitoreados por humanos que pueden tomar el control en cualquier momento y están operando a modo de prueba también en el área de la Bahía de San Francisco (California, EU) y en Milton Keynes (Reino Unido).
INTELIGENCIA ARTIFICIAL SOBRE SEIS RUEDAS
Estás máquinas utilizan programas de aprendizaje automático e inteligencia artificial y sensores para viajar por las aceras y rodear los obstáculos que encuentren, y su sistema de navegación basado en tecnología de visión por computadora, les ayuda a disponer de una representación gráfica precisa de su entorno y su propia localización en dicho entorno, según Starship.
Estos robots pueden cruzar calles, subir y bajar bordillos, viajar de noche y operar con lluvia o nieve, y se pueden almacenar en estaciones ubicadas alrededor del campus, donde sus baterías se cambian automáticamente para que puedan continuar operando de manera independiente, sin la participación humana, apunta.
“Además de entregar alimentos, la flota de robots de Starship, la mayor en su tipo, ofrece un servicio de entrega autónoma de paquetes, lo cual garantiza a los clientes que su envío nunca se pierda, y que pueda ser entregado en el lugar que elijan, en el momento que lo deseen”, informa Suzanne Hero, representante de comunicación y relaciones públicas de Starship.
Hero señala que los consumidores “pierden actualmente una gran cantidad de tiempo, y en algunos casos de dinero, teniendo que resolver los problemas causados por las entregas que se pierden, llegan tarde o son robadas, las cuales además van en aumento”.
Por su parte, los seis robots repartidores de Amazon Scout -con un aspecto, dimensiones y tecnología similares a los de Starship- que operan en Snohomish, entregan paquetes de lunes a viernes, durante las horas diurnas, siguiendo de forma autónoma su ruta de entrega, aunque inicialmente estarán acompañados por un empleado de la firma.
“Esta compañía desarrolló el Scout en su laboratorio tecnológico de Seattle, EU, asegurándose de que estos dispositivos de color azul pueda navegar de forma segura y eficiente, esquivando peatones, mascotas, y cualquier otro elemento que encuentre en su camino a la casa del cliente”, informa Sean Scott, vicepresidente de Amazon Scout e impulsor de este proyecto.