Javier Salomón Gastélum, de 25 años; Daniel Díaz, de 20, y Marco Ávalos, también de 20, fueron interceptados por hombres armados que se identificaron como miembros de la Fiscalía General del Estado de Jalisco el pasado lunes 19 de marzo en Guadalajara, Jalisco.
Por Mariana González
Guadalajara (México), 24 de marzo (EFE).- La rabia y el descontento de estudiantes y sociedad civil marcaron hoy una marcha en Guadalajara, capital del estado mexicano de Jalisco, para exigir justicia ante la desaparición de cuatro jóvenes universitarios, sucesos que evidencian la crisis de inseguridad que se vive en la región.
Alumnos y profesores de tres universidades de Guadalajara, familiares de víctimas de desaparición y organizaciones civiles exigieron la aparición con vida de Javier Salomón Aceves Gastélum, de 25 años, Marco Ávalos, de 20 años y Daniel Díaz, de 20 años, los tres alumnos de Cine en la Universidad de Medios Audiovisuales (Caav).
Así como de César Ulises Arellano Camacho, de 18 años y estudiante de Medicina de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Vestidos de blanco y con pancartas con consignas como “Es un peligro ser estudiante” o “¿Sigo yo?”, los manifestantes recorrieron las calles cercanas al centro de la ciudad hasta las oficinas de la Fiscalía de Derechos Humanos de Jalisco.
Rafael Benítez, profesor del Caav y de la Universidad Jesuita de Guadalajara (ITESO), dijo a Efe que el caso ha tocado a la comunidad de maestros y ha generado un sentimiento de impotencia e indignación.
“El crimen organizado está tomando las riendas de algo que le debería corresponder al Estado. Puede hacer y deshacer a su gusto y tener a gente infiltrada dentro de la policía y dentro del mismo gobierno”, expresó.
Los tres estudiantes de cine desaparecieron el pasado lunes en el municipio de Tonalá, perteneciente a la zona metropolitana de Guadalajara, luego de ser secuestrados por hombres armados que se identificaron como miembros de la Fiscalía General de Jalisco y los obligaron a subir a una camioneta a punta de pistola.
La retención de cinco policías de Tonalá que fueron llamados a declarar por agentes de la fiscalía y los continuos operativos en la zona han dado indicios de que elementos de esa corporación policiaca podrían estar involucrados en los hechos, aunque ninguna autoridad ha confirmado tal versión.
Estefanía Arellano, hermana de Ulises, el alumno de la UdeG desaparecido, aseguró a Efe que la fiscalía ha respondido “a la presión que se está haciendo”, pero temen que el caso pierda visibilidad paulatinamente.
Afirmó que lo último que se supo del joven fue que el lunes se subió al transporte público de Guadalajara tras regresar de pasar el fin de semana en la localidad de Las navajas, a unos 11 kilómetros de la ciudad. Desde entonces se desconoce su paradero.
Cristian Salgado, estudiante de Derecho de la UdeG, contó a Efe que su primo Carlos Magaña está desaparecido desde hace un año sin que haya ningún progreso en las investigaciones, por lo que entiende “la situación de inseguridad” que viven los jóvenes todos los días.
En un acto previo y de manera simbólica los manifestantes bautizaron a la rotonda de los Niños Héroes como la glorieta de las y los desaparecidos y colocaron pancartas y fotografías de personas desaparecidas en los últimos años.
En menos de tres días, se registraron seis casos de desaparición de jóvenes entre 18 y 25 años de edad en este estado.
Aunque dos de ellos -Susana Carolina Gutiérrez y el menor de edad Alejandro-, fueron localizados el jueves, el hecho ha desatado las alarmas y el descontento entre la sociedad civil.
Desde que se conoció la noticia, los universitarios y colectivos han salido a las calles para celebrar diversos actos de protesta que han tenido eco en instituciones nacionales e internacionales.
Entre ellos la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas en México, que emitió un comunicado para mostrar su solidaridad y exigir a las autoridades que encuentren a las víctimas.
En un intento por bajar la presión social, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, ofreció el viernes hasta un millón de pesos (unos 54.000 dólares) de recompensa para quien aporte información para hallar a los estudiantes.
Dos días después de conocerse la desaparición de los jóvenes, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco emitió una recomendación alertando de que en el estado hay 14.000 casos registrados en cuatro años y diez meses.
La entidad es una zona bajo el control del Cartel Jalisco Nueva Generación, considerado como uno de los más poderosos por el gobierno mexicano.