Jornaleros mexicanos en Canadá y EU trabajan en condiciones precarias, denuncian ONG’s

24/03/2013 - 12:00 am

Ciudad de México, 24 de marzo (SinEmbargo).- Con un sueño en la mente, miles de jornaleros mexicanos viajan cada año a Estados Unidos y Canadá para encontrar mejores oportunidades de vida. Sin embargo, cientos de ellos han visto su camino truncado por las irregularidades en las leyes que los amparan en los países vecinos del norte.

“En Canadá el trabajador migrante es denominado peón, como si aún se viviera en la época de la colonia”, aseguró Adriana Pérez, miembro directivo de organización Justice for Migrant Worker (Justicia para los trabajadores migrantes), quien denunció que 19 mil jornaleros agrícolas mexicanos viven en Canadá en condiciones de esclavitud.

La activista urgió al Gobierno de México renegociar el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT). Pidió al Secretario de Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, así como al canciller José Antonio Meade Kuribreña,  estudiar el acuerdo bilateral que forma parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

También refirió que la situación de los trabajadores mexicanos se debe a que el acuerdo PTAT no se respeta. La situación de los jornaleros crece “sin que las autoridades de ambas naciones atiendan la exigencia de revisar a la brevedad un acuerdo que data de la década de los 70″, dijo.

LOS MODERNOS OLVIDADOS

La situación no es exclusiva de Canadá. De acuerdo con el informe “Jornaleros mexicanos en EU con visa: los modernos olvidados”, el 95% de los trabajadores migrantes entrevistados por diversas organizaciones no gubernamentales sufrieron alguna o varias violaciones a sus derechos; sólo el 5% reportó no haber sufrido ninguna incidencia.

“La omisión de los gobiernos de México y Estados Unidos fomenta y refuerza la estructura de explotación, abusos y extorsiones a los trabajadores agrícolas temporales, supuestamente amparados por la ley al recibir un visado H2A” dijo la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Martha Judith Sánchez, durante la presentación del documento el viernes pasasdo.

La investigación fue realizada en conjunto por cinco organizaciones de México y EU: Catholic Relief Services, Centro Independiente de Trabajadores Agrícolas, Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, Global Workers Justice Alliance y United Farm Workers, concluyó que el modelo de las visas H2A no constituye un proceso autónomo de las migraciones de mexicanos al norte.

Sin embargo, a pesar de los problemas detectados, los trabajadores huéspedes valoran de manera positiva la opción de trabajar en EU, en la medida en que les permite sacar adelante su economía familiar a falta de empleo y actividades productivas bien remuneradas en sus lugares de origen.

La falta de atención al proceso  de contratación en México ha generado un vacío que los falsos reclutadores han aprovechado para obtener ganancias millonarias al ofrecer trabajo en los EU o visas para cruzar de forma segura, siendo las comunidades con mayor tradición migratoria los objetivos principales de estos delincuentes.

ESCLAVITUD EN CANADÁ

La defensora de los derechos de los jornaleros mexicanos, Adriana Pérez, aseguró en entrevista con Notimex que a las violaciones a los derechos laborales y humanos de los jornaleros agrícolas mexicanos que arriban a esa nación, “se suma la corrupción y extorsión que ejercen funcionarios de la Secretaría del Trabajo para permitirles de manera condicionada su acceso a Canadá”.

En Canadá no existe una Ley Federal del Trabajo, y cada una de las nueve provincias que conforman dicha nación tiene su propia legislación en la materia, por lo tanto, dice Adriana Pérez, se excluye al jornalero migrante temporal.

“En Canadá, un jornalero agrícola mexicano gana poco más de nueve dólares la hora, mientras que un jornalero agrícola residente gana más y tiene acceso a pago por productividad, así como a derechos sociales”, denunció.

De acuerdo con Justice for Migrant Worker, la problemática la padecen 30 mil trabajadores migrantes, de los cuales 19 mil son mexicanos y el resto del Caribe.

“En Canadá el trabajador migrante es denominado ‘peón’, como si aún se viviera en la época de la Colonia; además, de que está controlada la natalidad entre el sexo femenino para evitar otorgar residencias o nacionalidades”, dijo.

Adriana Pérez añadió que Canadá despoja de prestaciones sociales a más de 30 mil trabajadores agrícolas migrantes participantes del Programa de PTAT, por lo que exigió la restitución de dichos beneficios.

El acuerdo binacional indica que Canadá se compromete a dar a los trabajadores mexicanos un tratamiento igual al recibido por los trabajadores canadienses que realicen el mismo tipo de trabajo agrícola, sin embargo no lo respeta y, por su parte, la autoridad mexicana no reclama nada.

El pasado 6 de diciembre de 2012, Diane Finley, ministra de Recursos Humanos y Desarrollo de Aptitudes de Canadá (HRSDC), anunció la eliminación del Seguro de Desempleo, así como de los beneficios de paternidad, maternidad y “de compasión” para los trabajadores migrantes participantes del PTAT, sin embargo “lo más preocupante, es que estos trabajadores continuarán pagando este fondo de protección social, como lo han hecho desde 1974, sólo que no podrán cobrar estos beneficios”, aseguró Pérez.

Según cálculos de JMW, se estima que los trabajadores migrantes han contribuido con 125 millones de dólares canadienses al Seguro de Desempleo, sin embargo no fue sino hasta el 2002 cuando algunos empleados migrantes comenzaron a tener acceso a algunas de estas prestaciones.

“Los trabajadores jornaleros migrantes llevan a cabo las labores más duras en los campos canadienses y estadounidenses, muchas veces en condiciones precarias y peligrosas que ponen en riesgo la salud”, indicó Adriana Paz.

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