José Agustín Solórzano habló con SinEmbargo sobre su libro Taller de literatura, ganador del Premio Nacional de Novela Joven José Revueltas 2022, “una novela negra que explora, al ritmo de las historias de aventuras, la miseria moral del crimen y la profesión literaria”.
Ciudad de México, 24 de febrero (SinEmbargo).– Rodrigo Salamanca, un periodista gráfico de nota roja, sobrevive con tedio su día a día hasta que se reencuentra con Arturo, su excompañero de preparatoria reconvertido en un reconocido escritor, con quién se sumergirá inesperadamente en el submundo del crimen organizado a partir del robo que hacen en una noche del cuerpo de una mujer que acaba de hacer asesinada.
¿Quién asesinó a Adela Jacinto? ¿Cuáles fueron los motivos? El misterio de este brutal feminicidio será el que asome a ambos personajes en un abismo del que no son ajenos del todo. A partir de estas cuestiones, José Agustín Solórzano construye Taller de literatura (Fondo de Cultura Económica), ganadora del Premio Nacional de Novela Joven José Revueltas 2022, un texto que explora la decadencia moral de la sociedad.
“Todos tenemos nuestra parte oscura, todos tenemos nuestra parte de héroe, también, de salvador, y todos podemos ser protagonistas en algún momento, y eso fue lo que intenté también, poder mostrar esta duplicidad o esta dicotomía humana”, comentó el autor en entrevista con SinEmbargo. “La literatura tiene una gran responsabilidad a este respecto, el develar esa realidad, en romper esas dualidades o esas falsas bipolaridades, de que las cosas deben ser así o asá y es algo que nos vende mucho todo mundo, esta onda de o eres bueno o es malo. a fin de cuentas vivimos en una gama de colores”.
Arturo, comparte José Agustín Solórzano, es un estereotipo de muchos escritores y de lo que sucede tras bambalinas, mientras que Rodrigo como fotoperiodista de nota roja es un espécimen que transita en un mundo lúgubre de las masacres, los accidentes y los asesinatos. Junto a ellos, la historia recorre los pasos del Goku, un matón que se piensa como un salvador, y la propia Adela Jacinto que hace todo lo que está a su alcance para salir del infierno en el que crece sin percatarse que termina en un lugar peor.
“Nadie se salva y eso fue un eje de lo que busqué cuando escribí esta novela, que nadie se salvara y que no hubiera ese lugar común de las historias de las ficciones donde hay un bueno y hay un malo o donde hay un bueno y muchos malos, o de muchos buenos, muchos malos, simplemente ese contraste quería que no existiera, aquí nadie se salva, aquí todos tenemos, y creo que sí es la realidad, si es la ficción”, ahondó.
Mucho de lo que expone José Agustín Solórzano a partir de esta ficción es esta condición humana y en la que nadie es totalmente bueno, nadie no es totalmente malo. “Me quedaría con esa ideal, y sobre la dualidad que está presente en cada uno de los personajes, porque al final es una cuestión que es inherente de la esencia humana, el alimentarse de esos claroscuros, porque la personalidad se alimenta, no solamente es blanco, negro hay tonalidades, si lo quieres ver en ese tipo de comparativa ¿no?”.
